En 2017, un ministro de Vidal pidió la Gestapo para terminar con los gremios. Ella calla
Marcelo Villegas, ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, ex gobernadora que recala en Recoleta, dijo suelto de lengua en 15 de junio de 2017: “Créeme que si yo pudiera tener -y esto te lo voy a desmentir en cualquier parte-, si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”.
Escribe Alejandro C. Tarruella
¿Dónde están los nazis?
Lo hizo en una reunión que se realizó en el Banco Provincia de La Plata. Había empresarios de la construcción y Villegas era secundado por el intendente de La Plata, Julio Garro; el exministro de Infraestructura provincial, Roberto Gigante; Adrián Grassi, ex subsecretario de Justicia de PBA y Juan Pablo Allan, senador bonaerense. Los servidores de Vidal se hallaban dando seguridad de que contaban con recursos genuinos, acordados con el Poder Judicial y apoyos nacionales y provinciales. Los convocaban para iniciar una investigación que llevara a condenar a sindicalistas de la construcción.
Fue la AFI que halló la información consistente en videos del encuentro que ahora integran una denuncia a presentar en la fecha ante la justicia federal de La Plata, por presunta comisión de un delito de acción pública. Lo hará la interventora del organismo, Cristina Caamaño. Se trata de un nuevo escándalo de manipulación de la justicia que involucra, indirectamente a Vidal, y que se emparenta con prácticas que inauguró Mauricio Macri desde el gobierno nacional. No era habitual que en el gobierno neoliberal del saqueo y las fugas, se aludiera de modo tan directo a la aplicación de técnicas derivadas del nazismo.
En aquel encuentro en el que se aludió a la Gestapo, estuvieron además, el mismísimo presidente del Colegio de Arquitectos de La Plata Marcelo Jaworski, Director General de COPETRO (produce carbón de petróleo calcinado en el puerto de Ensenada); Fabián Cusini, constructor inmobiliario; Fernando Sacrachi, Director de ACIP; Guillermo Moretto, y otros.
El rostro feroz de la impunidad
Villegas, les explicó que el plan sería lanzado contra los trabajadores públicos. Y explicó su modo alemán de 1935: “las leyes son las leyes, tengo que modificar la ley 10.430, sacarles estabilidad a los empleados públicos de la provincia, cosa que por ahí dentro de 100 años un nieto mío lo vea”, se animó al contar con el apoyo de la gobernadora en su gestión. La AFI, encontró los videos mientras realizaban labores de mantenimiento; estaban en un disco que es posible, Villegas o algún colaborador abandonaron, seguros de sus soportes corporativos. Queda una pregunta en el aire que se hacen acaso en la AFI: ¿cómo se llama quien grabó la secuencia y cuáles serían los objetivos de hacerlo? Lo que está claro es que sentían impunidad.
Se estima que pudo haber un pacto entre el gobierno de la Vidal y esos empresarios, para asestar varios golpes a los sindicatos con vistas a acabar con derechos –incluso constitucionales- a los trabajadores, en un plan que incluía la exposición ante cámaras. La idea, que puede contar con un análisis gremial, consistía en producir conflictos desde las empresas con pequeños actos. Por ejemplo, negándoles la comida en horas de trabajo para lograr paros y luego, tomar las medidas que Villegas caracterizaba como actos que remitieran a la Gestapo. Pretendían que el sindicato detuviera las obras para accionar con un respaldo mediático, a través del arco de difusores de medios que sostenía Cambiemos.
Se estima que entonces, los empresarios harían quejas formales ante la oficina a cargo del “getapista” Villegas para que con su gestión, llegaran en carácter de denuncia a los “amigos” del Poder Judicial. Aparecerían bajo la invocación de “amenazas”, “extorsión”. El propio Villegas, se veía en el video, les decía a los empresarios de red antiderechos: “Las notas me las puedan hacer llegar a nombre mío, personal, confidencial, en mano”. Las operaciones habían sido establecidas con el Poder Judicial, convertido en un ala del macrismo para urdir una suerte de suerte de legislación gansteril que se sostendría con el auxilio de la llamada “pata judicial”, con un alcance nacional en el soporte de aplicación.
“Hemos tomado la decisión como gobierno, cuando digo gobierno, digo nacional, provincial y municipal, de comenzar a resolver de forma definitiva la problemática que tenemos en materia de relaciones con la UOCRA”, insistió Villegas y reseñó la metodología: “… necesitamos preconstituir una serie de elementos para impulsar una causa judicial. Esa causa judicial se impulsa desde el punto de vista de lo laboral o, más que laboral, desde el punto de vista de las amenazas y todas palabretas. Se impulsa con los testimonios de unas diez personas, que nosotros ya estamos trabajando sobre ellos”. Las denuncias de los empresarios, darían cuerpo al trámite judicial que contaría con los auspicios de la Procuración General, que “cargaría las tintas” para dar mayor consistencia a las presentaciones y así, facilitar la pronta aprobación por parte de los jueces de las causas.
No en vano, el Procurador General de la provincia de Buenos Aires, era ya el conocido macrista militante, Julio Conte-Grand quien, de acuerdo a lo que expresaba el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, entraba en el esquema Gestapo de su acción. Por eso, había dejado en claro en la reunión, que daba toda la sensación de ser no menos que un encuentro de mafiosos no declarados, el grado de seguridad para la acción con que contaban: “hemos chequeado con la Procuración, Fiscalía y con el juez que eso va a funcionar”. Y expresó: “hemos tenido el recaudo de tomar como primera medida asegurarnos la cuestión judicial. No estaríamos a este nivel hablando con ustedes como mínimo dos ministros, un vice ministro de Justicia, un senador del gobierno Nacional si no tuviésemos asegurado la cuestión judicial”.
Busquen al Pata Medina
El 27 de septiembre de 2017, Villegas lograba que la justicia bonaerense, dispusiese detener al titular del gremio de la construcción de La Plata, Juan Pablo Pata Medina. De modo natural, los empresarios de la construcción, se mostraron exultantes y se expresaron para llenar las páginas del falso periodismo. Mientras veían actuar a la Vidal por fuera de la ley, sostenían que eso significaba estar “dentro de la ley”, una argumentación afin al macrismo. Vidal se sumó entonces, al operativo Gestapo y lanzó que “no vamos a convivir con eso, hay una Justicia que no está dispuesta a convivir con eso”. Luego felicitó a sus servidores del Poder Judicial por la detención de Medina en medio de un show mediático. “No hay más lugar para las mafias, para la extorsión, en la Provincia”, repitió para asegurar el éxito en la patraña.
Villegas es un ceo que tuvo cargos ejecutivos en Perez Companc e incluso en Censocud, Telecom y Wall Mart previo a su mención al hacer nazi. Su adversión a los trabajadores y a la ley eran naturales a su tarea. Al momento, la Vidal no ha dicho esta boca es mía. Villegas desarrollaba su labor sin olvidar a Goebbels cuyo primer punto para la comunicación, ser “Individualizar al adversario en un único enemigo”, los trabajadores. El punto seis, exigía “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente…” Para eso, contaban con los medios de comunicación afines y los propaladores que iban a repetir las mentiras hasta el cansancio. Hay que esperar en estas circunstancias, que la justicia partidaria no ahogue a la justicia.
