En 2017, la Bonaerense torturó 456 veces a presos y detenidos
Un relevamiento llevado a cabo por la Defensoría de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, reconfirmó las sensaciones que se vienen teniendo de un tiempo a esta parte respecto de la impunidad de las fuerzas públicas.
El informe en cuestión indica que, en 2017, se registraron un total de 682 casos de torturas y tratos inhumanos cometidos por efectivos de la Policía o del Servicio Penitenciario bonaerenses.
Desmenuzando los números, del total de hechos de torturas y otras acciones crueles y degradantes, 456 fueron cometidos por uniformados de la Policía Bonaerense, 163 casos por penitenciarios y 63 de otras instituciones.
Asimismo, del total, 158 ataques fueron contra menores de edad. De ellos, solo 41 accedieron a que su defensor pusiera el hecho en conocimiento de otros funcionarios.
Asimismo, el total de denuncias asciende a 733 cuando se le suman los indicadores “agravamiento de las condiciones de detención”, “causa fraguada/prueba falsa” y “obstaculización de la defensa”.
La modalidad más repetida fueron golpes, los que se registraron en 383 casos; pero también se encontraron 5 casos de asfixia, 6 de quemaduras, 2 de picana, 1 de abuso sexual y 7 de agresiones con proyectiles.
El Informe Anual elaborado por la Defensoría de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires también muestra las condiciones de agravamiento del estado de detención: superpoblación, hacinamiento, falta de atención médica, traslados constantes, como así también incumplimiento de orden de clausura judicial de comisarías y tratos inhumanos que afectan gravemente los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.