Un empleado murió en el Aeropuerto de Ezeiza: no funcionó el desfibrilador, ni había oxígeno
Un inspector de la Dirección Nacional de Migraciones murió en su puesto de trabajo cuando atendía a diplomáticos y tripulación en la zona de salida de vuelos internacionales del Aeropuerto de Ezeiza. De acuerdo al diario Crónica, el trabajador estaba encerrado en su habitual lugar de trabajo: un box de un metro por un metro y sin aire acondicionado el miércoles a las 14 hs. cuando se descompuso y se desplomó a consecuencia de un infarto.
Dos pasajeros médicos intentaron atenderlo, luego de realizar maniobras para abrir la puerta que fallaba por falta de mantenimiento. Los profesionales no contaban con autorización para utilizar los desfibriladores, por lo que tuvieron que esperar 20 minutos a sanidad que estaba a solo 100 metros. Los tubos no tenían oxígeno, los desfibriladores no tenían carga y la adrenalina y demás medicación estaban vencidas.
Los empleados advirtieron que el aeropuerto internacional más importante del país no cuenta con insumos para salvar la vida de pasajeros, ni de los empleados que trabajan en horarios rotativos, por jornadas de 10 horas -15 en temporada alta- con un descanso de 10 minutos.
Horas después la muerte de Fabián Benedetti sus superiores solo habrían realizado una comunicación a los empleados: asistir “elegantes” para recibir a los funcionarios del G20 al día siguiente.
Benedetti tenía 53 años, dos hijos y una esposa. Era oriundo de la ciudad bonaerense de Chivilcoy.
