El «voto argentino», la esperanza progresista para dar vuelta el balotaje en Uruguay
En una segunda vuelta electoral con dos opciones muy claras, 2,7 millones de uruguayos deciden hoy quién los gobernará durante los próximos cinco años. El opositor Luis Lacalle Pou es el favorito en las encuestas, con una diferencia de entre cuatro y ocho puntos sobre Daniel Martínez, el candidato del Frente Amplio (FA), la coalición que gobierna el país desde hace 15 años.
En la primera vuelta, celebrada el 27 de octubre, el oficialista Martínez logró un 39,75 por ciento de los votos, ante al 30.33 por ciento de Lacalle Pou, quien intentará por segunda vez llegar a la Presidencia tras un primer intento fallido en 2014 frente al actual mandatario Tabaré Vásquez, quien finalizará su mandato en marzo del año próximo.
Pero ahora, luego de esa primera victoria del FA, el posible giro del electorado se basa en las alianzas alcanzadas entre cinco partidos conservadores y de ultraderecha, como el sorprendente Cabildo Abierto del ex general del Ejército Guido Manini Ríos, más algunos movimientos sociales de izquierda.
La heterogénea coalición que apoya a Lacalle Pou, que también incluye al Partido Colorado, el Partido de la gente y el Partido Independiente, le otorgaría el caudal de votos necesarios para privar al progresista FA, en el poder desde 2005, de continuar al frente del país.
El «voto argentino»
Pero la llegada de ciudadanos que residen en nuestro país y diferentes partes del mundo brinda una brisa de esperanza para mantener al Frente Amplio en el poder. En los últimos días, miles de uruguayos residentes en Argentina, pero también en otros países sudamericanos y europeos, llegaron a Uruguay para participar en el crucial balotaje de hoy. Se trata de un aluvión de electores frenteamplistas cuya participación fortalece el sueño del oficialista Frente Amplio (FA) para revertir la tendencia que augura su salida del poder luego de 15 años.
El voto en Uruguay es obligatorio, pero es el único país de América Latina que exige sufragar en su territorio, a diferencia del resto de las naciones vecinas donde los no residentes pueden votar (previa inscripción en el padrón consular) en el Consulado del país donde residen
Durante sus 15 años en el Gobierno el FA buscó reformar ese aspecto de la ley electoral pero choco con la reticencia explicita de la oposición, que argumentaba que eso favorecería a la formación izquierdista aduciendo que los uruguayos en el exterior son mayoritariamente progresistas.
Entre el viernes y hoy miles de uruguayos residentes en la Argentina llegaron en ferrys al puerto de Montevideo o en micros a la terminal Tres Cruces de la capital o cruzaron las fronteras en autos y combis.
Pero la influencia del «voto argentino» es doble, ya que no solo se trata del sufragio de los residentes uruguayos en nuestro país, sino de la influencia que pueda tener en el electorado la catastrófica gestión de Cambiemos, asimilable a lo que puede pasar en el país vecino ante un triunfo de la derecha
Los candidatos cerraron sus campañas con alusiones a la crisis en Argentina. “Dicen que achicar el gasto público se puede hacer sin que tenga efectos negativos. Pensar que achicar el Estado se va a hacer sin el costo social para las mayorías es por lo menos ser ilusos. ¿Y saben cómo termina esto? Como en Argentina, como en Brasil, como lo que está pasando en nuestra dolida América Latina», lanzó Martínez.
El candidato del FA llamó a sus seguidores a hacer un «maracanazo”, en alusión a la mítica hazaña de la selección uruguaya de fútbol que en 1950 dio vuelta la final del Mundial ante Brasil en Río de Janeiro.
«Los invitamos al sueño de que esto sea como en el Maracaná, todo está en nuestra contra aparentemente. Todo parece que fuera a ser en nuestra contra, pero de la misma forma que tuvimos 11 leones que en Maracaná dieron vuelta la historia, vamos a ganar el 24 de noviembre», expresó la semana pasada.
En unas horas se sabrá si hay «maracanazo» o si la derecha vuelve al poder en Uruguay después de 15 años…
