El tablero funciona: Sinley no sabe, las provincias sí y se mostraron

Sinley quedó otra vez desnudo de correrías en la foresta. El senado en cambio, mostro no solo los dientes afilados de las provincias sino, además, dejó en claro que el país entra en nueva etapa histórica. La negación del país y su pueblo, el desprecio, el lenguaje de la sala de torturas impuesto en la vida cotidiana, la supresión de derechos, del Estado de Derecho y otras tropelías, comienzan a derrumbarse. Nos susurra Keynes que “Cuando esperamos que ocurra lo inevitable, surge lo imprevisto”. Ayer comenzó el ciclo, sucedió lo inevitable. Ahora caminamos hacia la segunda etapa de su predicción.

Si la Mondino apostando a que los jubilados se van a morir y no sucedió, están ahí y los miércoles puede corroborar esta afirmación, Sinley le viene errando fiero a sus graznidos cuando pretende imponer que la economía es la única respuesta posible. El senado giró sobre sus propios pasos y produjo un acto dignidad, y ante la sorpresa de los que ostentan el poder de Estado y sus esbirros, produjo lo inevitable. Recuperó el rol de las provincias, acaso mirando a Gildo Insfrán y a Ricardo Quintela, y le puso un límite a la tiranía de los raptos economicistas que niegan la vida nacional, su soberanía y puso proa a un estado de cosas políticas que no tiene ahora marcha atrás. Tiene que ser el primer paso para tomar las riendas de la situación, y conducir un tiempo político de transformación para evitar que el pueblo acabe pagando con más dolor su entrega a una causa justa.

José Mayans dejó en claro el rol de las provincias en el tablero del país. Dio vuelta la maniobra de eliminar el voto electrónico como última opción del oficialismo, y estableció con precisión cuáles eran las normas que otorgaban legitimidad a la sesión que acabó con el intento. De nada sirvieron las arengas del vocero Fantino, que monitoreó una operación, que expresa a Sinley, al fiscal Stornelli, al ex doctor Marcelo D’Alessio y a otros, en la suposición de que podía, en su fiesta de streaming, frenar la decisión de los gobernadores.

De los gobernadores se pueden decir centenares de impresiones. Juan Carlos Gené enseñaba, en sus clases magistrales de dramaturgia, que los actores en una obra, no tienen sicología, son lo que hacen. De manera que, si se trasladan a la política estos términos, significa que los senadores que impulsaron lo sucedido en el Congreso, valen estrictamente por lo que hicieron en las tablas, no por las interpretaciones que podemos hacer de su actuación. No se haga sicología, esto es política en el teatro de la acción. De ahí que los gobernadores ayer, expresaron que no comen toda la basura que les sirven en la mesa de los tiranos. Algunos días hay que comerse un sapo, pero eso no es la eternidad, sino un mal momento, sea inevitable o sometido.

3 a 0 de largada

El gobierno se comió tres goles de entrada, al estilo del Real Madrid frente al PSG. El primer tiempo de  la oposición tuvo pases rápidos, circulación, precisión y pausa, hubiese dicho el Flaco Menotti. Sin votos en contra cuando el oficialismo se perdió en la nada, el Senado hizo ley la actualización a $110 mil del bono de los jubilados que cobran la mínima, y estableció que se actualice mes a mes por el IPC. Hizo lo mismo y aprobó el incremento del 7,2% de todos los haberes jubilatorios. No es lo justo, pero es una señal. Allí estuvieron los 34 peronistas, los radicales Martín Lousteau, Pablo Blanco, Carolina Losada y Daniel Kroneberger, y la seguidora de Horacio Rodríguez Larreta, Guadalupe Tagliaferri. Sobre el final, se logró aprobar la emergencia para personas con discapacidad, la ayuda a Bahía Blanca y la moratoria previsional, 5 a 0 como el PSG al Inter.

Se aprobaron también, el giro automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que el Gobierno resguardaba para su uso y la eliminación de fondos fiduciarios y la modificación del impuesto a los combustibles para su distribución a las provincias. Se logró con 56 votos y Luis Juez votó en contra de lo que favorecía al federalismo. ¿Y el vocero de la fiesta, Fantino? Bien, gracias.

Sorprendieron de todos modos, que aliados del Gobierno como Luis Juez, acostumbrado a los saltos en el vacío, aprobara alguna de las leyes como el correntino saltimbanqui “Camau” Espínola, que corre el riesgo, dicen en Corrientes, de ser en lo sucesivo, “Quemau”. Libertarios y aliados fieles a gobernadores del PRO y la UCR, no se dejaron ver en el senado, mostrando el rasgo corporativo mercantil que los sustenta.

La peronista Silvia Sapag, vicepresidenta primera del Senado, tuvo que hacerse cargo cuando Mayans fue acompañado en su argumentación y habilitó, por otra intervención, la salida del presidente provisional del Senado, el “fantasma” Bartolomé Abdala, que estaba violando las normas. Por esa labor, en su provincia, lo acusan con severidad. Tendría, además, antecedentes que lo vinculan a la afiliación de muertos para las planillas de la agrupación de Sinley. El puntano llegó a esa presidencia cuando Victoria Villarruel dejó su lugar debido a los aprietes de su gobierno que la acusaba de ser responsable de legalizar la sesión. Luego tuvo que partir él mismo. Y advirtió el senador por la provincia de Formosa al pedir el voto para garantizar fondos de compensación ante el derrumbe de la recaudación. “Los gobernadores ven peligro, porque el programa económico no cierra. Se dan cuenta que esto no tiene salida y por eso piden esto ahora, antes de que explote todo en octubre”, enfatizó.

No era para menos porque ante la suba de la inflación y el dólar, la caída del  superávit la fantasía macroeconómica va al abismo dado que la economía real presenta solo quiebras de agropecuarias, un modo además, de preservar los capitales de los poderosos, quiebra de empresas industriales y comercios por cantidades. Así, las diferentes actividades no producen rentas y otra fantasía, la inversión externa, no existe. El problema central, de todos modos -y así lo expresó el senado- es político. Sinley expresa las ilusiones de los que miran desde arriba y no perciben en sus cuerpos el sentimiento que recorre el piso ni el saber de los andan de pata en el suelo. Ellos van, apremiados por una realidad que expone que la entrega del país en fragmentos, como las Islas Malvinas, la explotación del mar argentino, los recursos naturales, los impuestos volcados a enriquecer el parasitismo de los poderosos, no es el camino. A todo esto, es preciso un poco de nacionalismo genuino. Ayer hubo un gesto que surge desde el fondo mismo de la Argentina de pata en el suelo, nuestras provincias. Queda ahora, reunir en unidad amplia, generosa, sin banderías que impongan cartelizaciones vanas, las voluntades que expresa el pueblo – como en el conflicto de Misiones a principios de año que no preciso de dirigentes dispuestos a ir por cargos sino trabajadores con decisiones comunes – y así alcanzar el punto de inicio de un tiempo de salvación nacional con proyección regional. El viejo y renovado proyecto de la Patria Grande que expresaba Francisco, al recuperar una bandera histórica. Lo que viene, por cierto, es lo inevitable. A prepararse.