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EL PODER REAL DETRÁS DE LAS MANOS EJECUTORAS

En esta entrega de la serie de Crónicas de un Magnicidio veremos el vínculo directo entre los grupos apadrinados por Patricia Bullrich, Equipo Republicano, Jóvenes Republicanos y Bullrichmanía -red de adherentes de la hoy ministra de seguridad liderada por Florencia Retamoso, esposa de Gerardo Millman- con Revolución Federal, Hernán Carrol y Los Copitos. Todos, de diferente manera, tienen relación entre si y con Patricia Bullrich y Gerardo Millman. Las balas que quisieron disparar contra Cristina Kirchner, les pican cada vez más cerca.

 

Es primavera. Unos veinte jóvenes se mezclan entre algunas señoras paquetas quienes, en una plaza de San Fernando, esperan pacientes la llegada de Patricia Bullrich. Es el jueves 30 de septiembre de 2021, la pandemia va quedando atrás y la mayoría de la asistencia está vacunada contra el covid. Muchas de esas señoras, que dejaron la comodidad de su casa a la hora del té, ignoran que a su alrededor hay varios adolescentes tardíos que decidieron no inocularse contra el virus y que fueron fervorosos manifestantes antivacunas. Nilo Medina, Jonathan Morel, Leonardo Sosa, que luego formarían «Revolución Federal», estaban allí.

patricia bullrich y ulises chaparro
patricia bullrich y ulises chaparro

Eran un grupo diverso: algunos chicos y chicas locales, militantes del PRO. A otros los seducía el discurso de Ulises Chaparro, el líder de «Jóvenes Republicanos» que en febrero de ese año captó el foco de varias cámaras televisivas y fue tapa de los diarios con su instalación artística frente a Casa Rosada: decenas de bolsas mortuorias con los nombres de diferentes referentes políticos y sociales, desde Estela de Carlotto a Cristina Fernández de Kirchner, pasando por «los pibes de La Cámpora».

Ulises Chaparro era por entonces el delfín del diputado Francisco Sánchez y de Patricia Bullrich. Sánchez, quien unos días antes del atentado a Cristina Fernández públicamente expresó su interés de que la vicepresidenta fuera ejecutada con la pena capital, había lanzado en septiembre de 2020 la agrupación «Unión Republicana», y en el acto virtual de presentación agradeció la colaboración y estímulo, precisamente, de Chaparro y Bullrich.

jovenes republicanos con pato

Chaparro tenía entonces 21 años, pero pretendía parecer adulto a fuerza de vestimenta: rara vez se lo vio sin el uniforme de camisa blanca, corbata fina azul, pantalones de vestir y zapatos clásicos. Con enorme capacidad de liderazgo y ambición de poder, logró rápidamente el padrinazgo de Patricia Bullrich quien, quizá con nostalgia por su propia juventud,  suele deslumbrarse por los jóvenes que bordean la violencia política. El pibe que pretende ocultar su reciente adolescencia con una barba rala, fue muy eficiente para reclutar a decenas de pibes como él, estudiantes secundarios o recientes universitarios, en las filas de «Jóvenes Republicanos». La mayoría de clase media acomodada, el eje de la militancia es capitalino o de la zona norte del Gran Buenos Aires.

Ulises dejó la carrera de veterinaria y se lanzó de lleno a la política. Gracias a Bullrich y recién arribado a la mayoría de edad, logró un puesto como asesor de Francisco Sánchez en la Cámara de Diputados que mantuvo hasta diciembre de 2023, con un sueldo equivalente a ocho jubilaciones mínimas. Con ese recurso, que se suma al financiamiento de su Agrupación por sectores del PRO, Ulises tenía la facilidad para el armado militante y sus acciones directas. Los medios, además, le daban amplia difusión por lo que para 2021 ya era una figura conocida.

Esa tarde de septiembre, en San Fernando, muchos jóvenes fueron respondiendo a su convocatoria por redes, entre ellos, Morel y Sosa quienes, lejos de conocerse en abril de 2022 como declararon, ya participaban de estos eventos desde el año anterior. Luego de esperar un rato, rodeados de señoras y vecinos, vieron llegar y sentarse detrás de una mesa con mantel al diputado provincial Alex Campbell, a la concejal sanfernandina por el PRO Agustina Carletta, al diputado nacional Gerardo Millman y a Patricia Bullrich. La concurrencia estalló en aplausos.

Coincidentemente, exactamente por esos días Jonathan Morel, con el dinero de la indemnización que cobró por el despido de un call center que jamás mentó y del que no hay registro, inauguraba la carpintería Dogo en la calle Martín Rodríguez 141 donde hasta un tiempo antes había funcionado el Centro de Jubilados San Ignacio de Loyola y a donde una tarde cayó Mauricio Macri, llevado por Gustavo Posse, para jugar al truco con los jubilados.

Leonardo Sosa era uno de los seguidores de Chaparro en las redes. Estaba fascinado con el pibe y su coraje de arrojar las bolsas mortuorias pero, sobre todo, por la fama que había logrado con eso, con su belleza casi helénica, con esa supuesta finesse de clase de la que Sosa se sentía lejano no solo por origen social sino, sobre todo, porque no tenía modo de cambiar su tez cetrina, sus labios gruesos, su vista estrábica que le daba un aspecto de inmigrante de país de frontera, que tanto despreciaba.

Para 2021 Sosa ya tenía experiencia militante en el PRO, más precisamente en la red de fiscales de la agrupación «Ser fiscal», ese grupo armado por Guada Neme en 2012 junto a su marido Luciano Bugallo, luego de haber tenido un gran éxito con la organización del cacerolazo del 8N, financiado por Patricia Bullrich entre otros, y que los catapultó a sendas bancas en la Cámara de Diputados Provincial. En «Ser fiscal» también iniciaron su participación política buena parte de «las Mabeles» de «Equipo Republicano», quienes coincidentemente luego actuarían en conjunto con «Revolución Federal». Todo, siempre, gira en torno a los mismos personajes desde 2012, como mostramos en crónicas anteriores, y a todos apadrina Patricia Bullrich.

Unos meses después de ese acto político en San Fernando, donde coincidieron Bullrich, Milman y los líderes de «Revolución Federal», más precisamente el martes 7 de junio de 2022 por la mañana y en el Yacht Club de Olivos, Patricia Bullrich -acompañada por todos los referentes de Juntos por el Cambio- presentó sus «equipos de trabajo» con vistas a su candidatura a presidenta para 2023. Fue el lanzamiento de la agrupación «Bullrichmanía».

bullrich en san fernando

Uno de los oradores fue un joven llamado Tomás Santostéfano, quien se presentó como  el responsable de la «comunicación no convencional», entendiéndose por este tipo de comunicación la difusión en redes sociales, soportes de imagen y sonido, equipos de trolls, posteadores, e influencers como «El Presto», a quien Patricia Bullrich había felicitado públicamente un tiempo atrás. Por el mismo tiempo, Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Sabrina Basile y Gastón Guerra, además de sus acciones directas en la calle escrachando funcionarios o arrojando teas ardientes a Casa Rosada, comenzaron a difundir sus «Twitter Live», espacios de debate con otros militantes de la derecha donde debatían si era preciso matar a uno o a cien kichneristas, o como asesinar a Alberto Fernández y Cristina Fernández.

En el lanzamiento de «Bullrichmanía» también estuvo presente Hernán Carrol, a quien Sabag Montiel y a posteriori del intento de crimen de Cristina Fernández reclamó le ponga un abogado y lo pague, en un claro mensaje extorsivo. Carrol, cuando participó en la presentación de Bullrichmanía, ya compartía escenario en los actos de Milei con los del Ministerio del Odio y tenía amistad profusa con Delfina Wagner quien, un mes después, llevó al piso de Crónica TV a Brenda Uliarte. Todos, siempre, funcionando como un ballet.

Bullrichmanía se extendió por todo el país. Una de las organizadoras de las diferentes sedes fue Florencia Retamoso, por entonces esposa del diputado Gerardo Millman. En San Fernando, la localidad del norte del Gran Buenos Aires donde unos meses antes habían coincidido Millman, Bullrich y los líderes de Revolución Federal, también abrieron una sede, que se pobló de pibes militantes.

El 15 de agosto de 2022, dos semanas antes del intento de magnicidio,  Patricia Bullrich hizo un zoom con todos los integrantes de Bullrichmanía, los representantes de San Fernando estuvieron presentes. Ese día nadie le preguntó a los sanfernandinos, ni siquiera el celoso responsable general de la comunicación de Bullrichmanía en las redes, Tomás Santostéfano,  por qué en su perfil de la red social Instagram Bullrichmanía San Fernando promocionaba las acciones directas de otra agrupación: Revolución Federal.

 

 

Bullrichmanía San Fernando no ahorraba elogios y apoyo al grupo liderado por Morel y Sosa. Convocaba con ellos a las marchas donde se mostraron horcas y guillotinas, antorchas y escraches en su propio perfil; pero también comentaban y elogiaban las acciones en el propio perfil de Revolución Federal, en total connivencia. Por ejemplo:

El 10 de julio de 2022 Bullrichmanía San Fernando publicó un afiche de convocatoria a un escrache en la Quinta de Olivos organizado por Revolución Federal para cuatro días después. Acompañaron la publicación con el siguiente texto:

«Acompañemos y apoyemos entre todos a Revolución Federal, y sus acciones para defender la República» y arrobaron a Patricia Bullrich, acompañando con el hashtag #patobullrich y corazones.

¿Quién agradece el posteo escribiendo «si basta de tibios, chicos son lo mas, gracias gracias gracias» (sic)? Cristina Luján Romero de «Equipo Republicano», una de las «mabeles» y la mejor amiga de Ximena de Tezanos Pinto, la vecina de Cristina.

El 19 de agosto de 2022 Revolución Federal, en su perfil de instagram, publicó:

«Dudaron de nosotros? Sigansé riendo, kumpas. Esto fue ayer, 18A, en Casa Rosada. Los vamos a perseguir, van a tener miedo de salir a la calle. El robo y la corrupción en Argentina va a dejar de ser gratis, por las buenas o por las malas. Se rieron cuando éramos 5, 10, 20, 40 y cuando somos 100. Esto recién empieza y cada sector debe elegir de que lado ponerse, del lado del laburante y la clase media y baja o de la de los delincuentes y mafias. Medios. Productores de campo. Empresarios. Mercados. Todos van a sufrir las consecuencias de sus actos. No van a seguir destrozando nuestra vida para enriquecerse. Vengan a buscarnos y verán las consecuencias. Van a Correr.»

bulrrichmania san fernando con patricia

Bullrichmanía San Fernando comentó dos veces el posteo con simbolitos de fuego, huevos, aplausos y pulgares alzados.

El 15 de septiembre, quince días después del intento de magnicidio y cuando aún estaban libres Jonathan Morel, Leonardo Sosa, Sabrina Basile y Gastón Guerra, Patricia Bullrich visitó la sede de Bullrichmanía de San Fernando y departió con todos sus integrantes, se tomó fotografías, los alentó y filmaron el evento.

Ni en ese momento, ni antes, ni después, ni ella ni nadie preguntó por qué Bullrichmanía San Fernando promocionó, alentó y difundió las acciones de Revolución Federal en su sitio de instagram, dando claras muestras de que algunos integrantes de esa agrupación, también participaba de la otra. Otro detalle curioso es que Florencia Retamoso, la diputada de la provincia de Buenos Aires y esposa de Gerardo Millman, desde su sitio de instagram, promueve cotidianamente las acciones de las distintas sedes de Bullrichmanía.

Está claro al recorrer el sitio que pertenece y tiene sinergia con idénticos grupos de maníacos de otras localidades y otras provincias; y también con algunos referentes del espacio, puesto que varios post tienen por acápite: «Nos envía Jorge Macri esta información…». Es, claramente, un espacio oficial de militancia de la dirigente del PRO, y ella misma, como dijimos, aparece avalando a sus militantes. Queda claro, entonces, que cuando esta agrupación promueve las movidas, escraches y fogatas de Revolución Federal, es porque es un aval formal e institucional a las consignas como «Van a correr en culo», «Presos, muertos o exiliados», «Bala al kichnerismo» y demás lindezas promovidas mientras encienden antorchas y molotovs.

carrol presentacion bullrichmania

Curioso. Justo el espacio de la que nunca se manifestó contra el intento de magnicidio, la misma que dijo «El que quiera andar armado, que ande armado» y que se presume habría sostenido que «no nos vamos a sentar a dialogar hasta que no corra sangre».

En 2015, cuando Patricia Bullrich volvió a ser parte de un gobierno luego de su paso por el delarruismo, de la mano de Mauricio Macri y como Ministra de Seguridad, nombró en un puesto relevante, como su mano derecha, a Gerardo Milman. También en 2015 y mientras se asentaban en los despachos ministeriales, Bullrich, su marido Guillermo Yanco, Gerardo Millman y algunos personajes como Arabia, o Manfroni (quien por entonces escribía un libro con Victoria Villarruel, reivindicando el accionar de los genocidas de la dictadura), registaba la Asociación Civil «Instituto de Estudios Estratégicos», una fundación con unos objetivos poco claros y acciones escuálidas, con sede en un coqueto y caro edificio de la Avenida de Mayo. Los dos primeros años de la fundación pasaron sin pena ni gloria, pero luego sus balances empezaron a llenarse de ingresos cuantiosos, producto de cenas pagadas por empresarios para escuchar a Bullrich como oradora. Algo muy lejano a los fundamentos de la organización pero, además, ilegal, lo que valió la intervención del IEES en 2023. Pero no nos adelantemos a los hechos, porque hablaremos mucho de este espacio y sus actores en las crónicas siguientes.

Uno de esos actores es Gerardo Millman, un pachorriento militante radical de Avellaneda que luego de pasar por las filas de Margarita Stolbizer terminó haciendo buenas migas con Patricia Bullrich, para convertirse en su mano derecha en la faz pública y en los negocios privados. Millman tiene un espacio de relevancia en la trama del intento de magnicidio. Pocos conocían su existencia antes de que se supiera que dos días antes del intento de crimen, sentado frente a una mesa de la Confitería Casablanca, de la avenida Rivadavia frente al Congreso, y departiendo alegremente con dos muchachas, un parroquiano de una mesa contigua lo escuchara decir: «Cuando la maten voy a estar rumbo a la costa». Luego, conoceríamos mucho de su vida pública, de su patética vida íntima, y de sus negocios privados. Pero hasta entonces, solo era un señor entrado en carnes que fungía como diputado, había sido funcionario ministerial, estaba casado con una diputada provincial y acompañaba a todas partes a Patricia Bullrich, por ejemplo, a San Fernando esa tarde de primavera de 2021, cuando entre el público divisaron a Jonathan Morel y Leonardo Sosa.

revolucion federal y aplausos de bullrichmania

 

En la próxima crónica, el penoso devenir de Milman, su rol en la trama del intento de magnicidio, sus acciones apañadas por Bullrich para eludir a la justicia, su cohorte de asesoras con un rol preponderante en la red criminal, los negocios poco claros, su presente bajo el ala del poder real.

Hasta la próxima.

 

 

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