El macrismo perdió las elecciones pero sigue saboteando al Gobierno desde adentro
La permanencia del macrismo residual en el aparato del Estado no es un hecho que se conozca ahora, pero las urgencias que provoca la pandemia lo exponen de manera indisimulable.
«Es lo que nos quedó en suerte. Muchas cosas que estamos proyectando en decretos y demás de repente aparecen publicados en la prensa antes. ¿Quién hace eso? Gente que quedó de la administración anterior y juega en contra. Y hace este tipo de cosas». Lo dijo Alberto Fernández como respuesta al periodista Reynaldo Sietecase, que en una entrevista reciente cuestionaba ciertas desprolijidades cometidas por el Gobierno nacional.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) no es el único organismo del Estado en el que funcionarios designados durante la gestión de Mauricio Macri siguen haciendo de las suyas, pero sí el más visible. Su titular, Alejandro Vanoli, quedó en el ojo de la tormenta tras la fallida reapertura de los bancos durante el fatídico viernes 3 de abril, cuando miles de personas se agolparon en la puerta de las entidades financieras.
Y a ese hecho se sumó la avalancha de solicitudes para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que colapsó la capacidad de respuesta de la ANSES. Además de la demora en el procesamiento de esa gigantesca cantidad de trámites, hay denuncias de que se cometieron injusticias en el reparto de aceptaciones y rechazos.
Según publicó AGENCIA PACO URONDO, «hay al menos 24 integrantes del personal de ANSES que fueron contratados en 2019, el año de la elección, y 13 de ellos fueron contratados en octubre, es decir, cuando ya se sabía contundentemente que el Frente de Todos asumiría la presidencia».
Una buena parte de ellos con categorías de 19 a 22 (la categoría más alta del organismo es 25). Es decir, con salarios de bolsillo en torno a los 75 mil pesos mensuales. Fuentes que pidieron mantener el anonimato, por el riesgo que implica, aseguraron que “son peritos informáticos de Gendarmería, Patricia Bullrich pidió que se los incluyera”, agrega APU.
La honradez y la idoneidad de Alejandro Vanoli están fuera de discusión, y así lo entendió el Presidente. Lo que parece evidente es que el macrismo residual debería ser expulsado del Estado. Y esa sí es una tarea que le compete al Jefe de Estado y a sus ministros. Porque si siguen haciendo daño ya nadie se podrá hacer el sorprendido.
