El G20 acordó reforzar el control de fronteras y combatir a terroristas

Los líderes de las potencias del grupo pactaron una declaración solemne de condena de los atentados de París y Ankara, en la que acuerdan reforzar el control de fronteras y el acoso a la financiación del terrorismo. Remarcaron que la lucha contra el terrorismo “es una prioridad”.
El G20 pide redoblar los esfuerzos para secar «los canales de financiación del terrorismo” por medio de una mayor cooperación internacional e intercambio de información de inteligencia que lleve a congelar sus fondos.
Para esto, pide al Grupo de Acción Financiera (Gafi) -el organismo intergubernamental encargado de la lucha contra el blanqueo de capitales- que identifique nuevas medidas concretas «para fortalecer la lucha contra la financiación del terrorismo y sanciones financieras específicas».
«Estamos preocupados sobre el actual y creciente flujo de combatientes terroristas extranjeros y la amenaza que significan para todos los Estados, incluyendo los países de origen, tránsito y destino. Queremos enfrentar esta amenaza fomentando nuestra cooperación y desarrollando medidas relevantes para prevenir y abordar este fenómeno, incluyendo intercambio de información operativa, gestión de fronteras para detectar viajes, medidas preventivas y una respuesta judicial apropiada. Vamos a trabajar juntos para fortalecer la seguridad aérea global», aseguran en su declaración final.
Además solicita acelerar la aplicación de las recomendaciones y buenas prácticas del Grupo de Acción Financiera para ahogar las fuentes financieras del terrorismo.
Las medidas contra el blanqueo son un elemento fundamental para asfixiar económicamente al Estado Islámico, ya que parte de sus fondos proceden de la explotación de pozos de petróleo en Siria.
La revista económica Forbes lo situó como la organización extremista más rica del mundo, con un volumen de ingresos de dos mil millones de dólares al año.
El negocio petrolero, los secuestros, el cobro de tributos y extorsiones, así como robos y saqueos, son las principales fuentes de ingresos de esa organización terrorista, según Forbes.
Los líderes del G20 también se comprometieron a «trabajar juntos para fortalecer la seguridad aérea mundial» y reconocieron que se debe trabajar de manera «proactiva para prevenir el extremismo violento».
Para eso adoptarán medidas contra la propaganda y glorificación terrorista, la radicalización, la incitación a actos violentos y el reclutamiento, para lo que consideran fundamental «evitar que los terroristas exploten el uso de la tecnología y las comunicaciones».
La lucha contra el terrorismo fue una de las prioridades de una reunión que suele tener contenido fundamentalmente económico, después de los atentados del pasado viernes en París, de los que se responsabilizó la organización terrorista Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico).
«La propagación de las organizaciones terroristas y el aumento significativo a escala mundial de los actos de terrorismo socavan directamente el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales y pone en peligro nuestros esfuerzos para fortalecer la economía global y asegurar un crecimiento y desarrollo sostenible», señalaron los líderes.





