El ECuNhi, un lugar donde la vida venció a la muerte

(Por Lic. Alma Rodríguez. Docente de la UBA. Miembro del Colectivo LIJ)

Hay una conocida frase de Sartre que dice: “Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él”. Podría pensarse entonces que la grandeza de hombres y mujeres  radica en poder rebelarse contra lo que intentaron hacer de cada uno de nosotros. Pero para eso se requiere mucho coraje. Las Madres lo tienen. Ellas nos enseñaron qué hacer con lo que han hecho de nosotros porque nos enseñaron a luchar y a resignificar el horror elevándonos de lo individual a lo colectivo desde el amor.

Hace diez años, las Madres de Plaza de Mayo llegaban al predio de la ex Esma para transformar el lugar del horror en el lugar de la memoria colectiva, el compromiso, el arte y el amor. Allí se produjo el “desembarco”, como ellas eligieron llamarlo, y allí construyeron el ECuNHi, un lugar donde la vida logró vencer a la muerte.

El Ecunhi (Espacio Cultural Nuestros Hijos) se encuentra ubicado en el predio de la ex Esma, uno de los centros clandestinos de tortura, detención y desaparición más grandes que funcionó durante la última dictadura cívico militar. Quienes alguna vez entramos a ese lugar,  sabemos lo difícil que es  transitarlo sin que un sinfín de sentimientos y sensaciones nos atraviesen de palmo a palmo. Porque entrar allí es verle la cara al horror, es transitar lo más terrible de nuestra historia, es cruzar el infierno. Sabemos también cuánto tiempo llevó resignificar, recuperar y revalorar este espacio  como un espacio de vida, labor que fue posible gracias a la lucha incansable de las Madres y a las políticas de memoria y de derechos humanos que impulsaron y guiaron Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Fue durante el año 2008, y por decisión de Néstor, que se destinó ese espacio para resguardar la memoria. Ese año Las Madres llegaron allí para crear y sostener un proyecto de compromiso que contribuyera a la creación de una sociedad más justa.  “Un espacio cultural es naturalmente un espacio de vida. De vida compartida, entrelazada, en movimiento. Un espacio cultural es un lugar para que una comunidad reavive su capacidad identitaria. Para que una comunidad se repiense desde su quehacer, desde su querer, desde su soñar, haciendo que interactúen pasado, presente y futuro en una constante búsqueda creativa. Este Espacio Cultural, en especial, abre sus puertas a la luz de la lucha, del amor, del compromiso con la vida que sólo pueden tener las Madres de la Plaza de Mayo. Por eso se llama Nuestros Hijos, e irrumpe en la historia con el peso incuestionable de su propia historia y levanta la cabeza y se instala ante nuestros ojos y nuestra esperanza como una lámpara encendida que jamás apagará su llama.” Y éste es el postulado básico del ECuNhi.

Frente a esta coyuntura tan adversa por la que hoy estamos atravesando,  y al preguntarle cómo es llevar adelante un espacio de resistencia tan fuerte como el ECuNhi en este momento del país, Verónica Parodi, quien dirige el espacio junto a María de los Angeles “Chiqui”Ledesma, nos dijo en diálogo exclusivo con Infobaires24: Para mí es un honor y es un compromiso vital estar aquí construyendo y defendiendo este lugar de la historia. Este lugar emblemático y revolucionario en el mundo. El ECUNHI es una trinchera ideológica y cultural, es un símbolo, es  la casa de las Madres de Plaza de Mayo, es la casa de la memoria, de la cultura  y de la lucha.

A pesar de estar desfinanciados desde hace casi tres años, continuamos realizando todas las propuestas artísticas, pedagógicas y culturales  como lo ciclos, los festivales que ya son un clásico con nombre propio, la peña de los abrazos,  los talleres desde todas las áreas que  siguieron con la misma fortaleza, con la misma calidad artística. Todo este trabajo sostenido  fue creciendo y fortaleciéndose con el amor como motor fundamental de esta construcción.  Cada año se hace más difícil por las políticas neoliberales de vaciamiento, de desfinanciamiento de la cultura, la educación y de las políticas de memoria. Toda esta embestida  hace que sea  duro por momentos ya que, por ejemplo,  no hay apoyo  para la limpieza o para los insumos, para pagar los servicios,  para los materiales, o para los sueldos de los trabajadores.

 Pero estamos  convencidos de que “haciendo”, abriendo estas puertas, programando actividades culturales y educativas, creando, habitando este lugar solo así podemos defenderlo, solo así podemos resistir, solo así, haciendo. Por las Madres y por sus hijos desaparecidos, por nuestros hijos, por nosotros.

 Con el apoyo incondicional de periodistas, de  autores, de músicos, de amigos queridos, de artistas de todas las disciplinas que  donan su arte para que este espacio cultural  siga de pie y resistiendo. Para seguir apostando a la vida, donde alguna vez habitó todo el horror. Y que marcha sin descansar y que se construye colectivamente con el apoyo de una sociedad  comprometida que nos acompaña en cada una de nuestras propuestas. Es así como seguiremos construyendo este espacio en donde todos estos artistas nos honran con su arte, y lo defenderemos como una trinchera, ideológica y cultural, que cobra vida gracias a que muchos lo asumen como propio, y llevan consigo la misma bandera, que es la bandera de las Madres, que es la bandera de la vida.

Pasaron diez años de ese primer día de desembarco de las Madres y nuestro país ya no es aquel que supo ser: las políticas de derechos inhumanos llevadas adelante por el macrismo tienen como intención un claro propósito de borramiento, desfinanciamiento y un despiadado ninguneo hacia quienes vienen luchando incansablemente hace décadas por sostener la memoria y la búsqueda de la verdad y la justicia. Sin embargo, las ganas de lucha y la convicción siguen intactas como el primer día. En relación a cómo recuerda el momento de la llegada de Las Madres y qué sienten ahora que pasaron diez años de ese día histórico, considerando todo lo que han hecho y sembrado en el lugar, cuenta Parodi:

Desde aquel día del desembarco mi vida cambió para siempre. Ingresé con mi hijo de cinco años caminado junto a las madres y una multitud que las acompañaba.
Pintamos soles y flores en los muros helados. Lloré mucho, contesté las preguntas de mi hijo pequeño, frente a la imagen más poderosa de amor que vi en mi vida. Todas ellas, nuestras madres, caminando tomadas de la mano, con sus pañuelos blancos.

Aquí hay que plantar vida, nos dijeron .Aquí hay que sembrar amor, venciendo al odio y al terror. Construir una nueva historia. Seguir la lucha y los ideales de sus  treinta mil hijos, y así lo hicimos. Y así lo seguiremos haciendo.

Diez  años después esta casa sigue de pie celebrando la vida, aquí todo cobra otro significado.  Habitar estos muros nos permite  levantar  velos desde el arte, la música, el cuerpo y la palabra, abriendo la esperanza como una posibilidad, siempre. Nadie podrá detenernos, porque las madres nos dieron la fuerza necesaria que nace desde las entrañas, para no estar quietos, ni callados. Estaremos luchando con el mismo sueño revolucionario en las venas por la utopía, la justicia, la libertad y la patria y tendremos para siempre un pañuelo blanco como bandera.

La celebración se realizará el próximo sábado 28 de abril desde las 17:00 horas. Habrá diversas actividades (cine debate, talleres abiertos al público, la realización colectiva de un mural) y contará con la presencia de las Madres de Plaza de Mayo, la actuación del coro del ECuNhi, la Asociación Amigos del ECuNhi. Se llevará a cabo una charla con  Hebe de Bonafini y Teresa Parodi. Y el cierre artístico estará a cargo de  Susana Rinaldi, Juan Falú y el grupo Munay Tambo.

Por último agrega Verónica Parodi: Esta casa que  celebra la vida y la inclusión social, está cumpliendo diez años desde que las Madres desembarcaron en el principal centro clandestino de detención, tortura y muerte. Los muros eran helados pero ellas con el amor por sus treinta mil hijos como motor invencible nos invitaron a pintar soles y flores por la vida. El Ecunhi sigue en pie, y somos muchos con el mismo amor, con las mismas convicciones, con el mismo coraje para defender la memoria en tiempos de desmemoria,  como nos enseñaron las Madres de Plaza de Mayo. Ellas nos marcan el camino.

“Solo el amor alumbra lo que perdura” dice la canción. El Ecunhi es ese lugar donde el amor perdura, donde el horror se convirtió en amor. Donde la vida venció a la muerte.

CRONOGRAMA

16:00 hs: Cine debate. Proyección de «Sinfonía para Ana» de Virna Molina y Ernesto Ardito (2017) con la presencia de los directores de esta premiada película inspirada en hechos reales, que cuenta una historia de amor adolescente en el Colegio Nacional de Buenos Aires, interrumpida por la dictadura cívico militar.

17:00 hs: Soles y flores por la vida. Realización colectiva de un mural, abierta a la participación del público, coordinada por Asociación Amigos del ECuNHi.

18.00 hs: Talleres del ECuNHi abiertos al público: Percusión, circo, letras, musicoterapia. Con la participación de los Susurrantes Solidarios y de los profesores del ECuNHi Patricia Knopf, Lucrecia Merico, Gabriela Minardi, Gimena Blixen, Luciano Molina, Fernando Rosen.

19:00 hs: Inauguración de la muestra «Donde la vida venció a la muerte». La historia en imágenes, que refleja los diez años de vida del ECuNHi. Por Leonardo Majluf. Actuación del Coro del ECuNHi dirigido por Eduardo Ferraudi. Palabras de bienvenida de las directoras del ECuNHi, María de los Ángeles Ledesma y Verónica Parodi.

19:30 hs: Charla abierta con Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y Teresa Parodi, primera directora del ECuNHi. Coordinada por la periodista Karina Micheletto.

20:00 hs: Cierre artístico con Susana Rinaldi, Juan Falú y el grupo Munay Tambo. Conducción: Victoria Nardone.