Internacionales

El crimen de Marielle Franco enrarece aún más el clima político brasileño

El asesinato de la concejal y defensora de los derechos humanos Marielle Franco aumentó la tensión que se vive en Brasil, luego de la ratificación de la condena a Lula Da Silva y de la militarización de Río de Janeiro, entre otros hechos que marcan la presidencia de Michel Temer, que llegó al poder tras un golpe parlamentario contra Dilma Rousseff.

El asesinato de Marielle Franco no representa un hecho aislado dentro  de la actualidad del gigante sudamericano. El crimen político es un nuevo hito en el oscuro momento que vive Brasil desde que Michel Temer y el aparato político-mediático-judicial que lo apoya decidieron dar un golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff.

Por si faltara algo dentro de este panorama, la investigación ya demostró que el fusilamiento de Franco y su chofer se cometió con balas de la Policía.

La concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), feminista, defensora de los derechos de las minorías y de la diversidad de género, socióloga, surgida de una favela, crítica de la intervención militar de Río y una activa denunciante de los crímenes realizados por las fuerzas policiales y militares, quedó en la mira de quienes se sienten impunes.

Poco antes de ser asesinada, Franco denunció en la red social Twitter el crimen de un joven de una de las favelas de Río a manos de la Policía Militar. “Un homicidio más de un joven que puede estar entrando a la cuenta de la PM (Policía Militar). Matheus Melo estaba saliendo de la iglesia. ¿Cuántos más van a necesitar morir para que esa guerra acabe?”.

La Policía y la Justicia buscarán a los autores materiales del asesinato. Sin embargo, el crimen de Marielle Franco tiene sus raíces en el golpe parlamentario a Dilma Rousseff en 2016.

La decadencia de la democracia brasileña comenzó cuando el entonces vicepresidente, Michel Temer, con sus cómplices en el Congreso, sus socios en el multimedio Rede Globo, sus aliados locales e internacionales, decidieron interrumpir el proceso democrático y destituir a una presidenta que no había cometido ningún delito.

Tras la toma del poder por parte del golpista Temer y el giro de 180 grados respecto al programa de gobierno votado por la mayoría de los brasileños, se desató la persecución mediática, judicial y política contra el máximo referente del Partido de los Trabajadores (PT), Lula Da Silva.

La avanzada antidemocrática tiene como herramienta central la intervención militar del estado de Río de Janeiro decidida por el mandatario golpista Temer. No casualmente los lugares que se militarizaron fueron las favelas, donde residen los ciudadanos más pobres, los más perjudicados por las políticas neoliberales que ejecuta Temer y los primeros que reaccionarían si se comete la injusticia de arrestar al líder del PT.

Una de las favelas que primero vio llegar a los militares fue La Rocinha, donde habían aparecido las primeras pintadas que decían: “Si Lula va preso, baja el morro”.

En Brasil la injusticia se ha institucionalizado. La derecha está tensando la cuerda al punto máximo y si ésta se llega a cortar, como bien señaló el presidente del bloque de diputados del PT, Paulo Pimenta, “la reacción popular será imprevisible”.

Fuente: Diario Contexto

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades