¿Devolución de favores?: Se fugó el testigo estrella de Lanata
Se fugaron tres de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez. Martín y Christian Lanatta junto a Víctor Schillaci huyeron del penal 30 de General Alvear luego de reducir a tres guardiacárceles y tomar un rehén. Los prófugos estaban cumpliendo cadena perpetua por los asesinatos de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, cometidos en 2008.
La fuga fue sobre las 2.30 de la madrugada y comenzó en el sector Sanidad donde estaban alojados los hermanos Martín y Christian Lanatta junto a Víctor Schillaci: los tres estaban condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
En el sector de Sanidad redujeron a dos guardias y salieron al playón principal donde tomaron el auto de uno de los trabajadores del penal. Los prófugos exhibieron armas y redujeron a un tercer guardia para luego escaparse llevando de rehén a un cuarto empleado.
Según las fuentes, los presos que estaban vestidos con ropas oscuras, similares a las que utiliza personal del SPB, dejaron a los guardiacárceles en uno de los baños para luego transitar los distintos pasillos que tiene el penal hasta llegar al exterior.
Los tres hombres se apoderaron de un auto Fiat Uno, propiedad de un efectivo del SPB, con el que recorrieron los casi doscientos metros hasta llegar al puesto 1, donde redujeron al guardia que estaba apostado en el lugar, lo amordazaron y llevaron cautivo.
Las fuentes agregaron que continuaron la marcha con el custodio, de apellido Santos, hasta Villa Belgrano, un barrio ubicado a un par de cuadras de la Unidad.
En diciembre de 2013, los hermanos Lanatta ya habían intentado escaparse del penal de Sierra Chica, también para las Fiestas de Fin de Año y con supuesta ayuda y complicidad externa
Allí, los hermanos Lanatta y Schillachi descendieron del rodado dejando en su interior al guardia, lo que fue captado a las 2.45 por una cámara de seguridad ubicada en el cruce de las avenidas Belgrano y 9 de Julio.
Además, en la imagen se observó el paso de una camioneta negra que dobló a gran velocidad por la prolongación de 9 de Julio rumbo a la ruta nacional 205, distante unos 30 kilómetros de dicho punto.
Los voceros dijeron que posiblemente en ese vehículo continuaron escapando los condenados con rumbo desconocido. Minutos después, el guardia que había quedado en el Fiat Uno pidió ayuda a vecinos del lugar que llamaron a Emergencias Policiales.
En ese rodado, los efectivos secuestraron una replica de un arma de fuego que pudo ser utilizada para reducir al personal penitenciario.
Esta fuga tiene un antecedente cercano: En diciembre de 2013, los hermanos Lanatta ya habían intentado escaparse junto a Marcelo Schillaci (34), el otro condenado por el triple crimen, del penal de Sierra Chica, también para las Fiestas de Fin de Año y con supuesta ayuda y complicidad externa. Sin embargo, esa maniobra pudo ser abortada a tiempo por personal del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El caso se conoció públicamente como el triple crimen de General Rodríguez el 13 de agosto de 2008, cuando los cadáveres de tres jóvenes aparecieron baleados y tirados en un zanjón de esa localidad, en el oeste de Conurbano.
Se trataba del empresario farmacéutico Sebastián Forza (34), su socio Damián Ferrón (37) y del físico-culturista Leopoldo Bina (35), quienes habían desaparecido el 7 de agosto de ese mismo año cuando se dirigían a una reunión en el hipermercado Wal Mart, de Avellaneda, para hacer negocios probablemente con la venta de efedrina.
Los hermanos Lanatta volvieron a tomar relevancia pública cuando el testimonio de uno de ellos (Martín) fue utilizado por el periodista Jorge Lanata, quien lo llevó a su programa para que desde allí, el condenado involucre en su causa al entonces candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández. Fernández había sido señalado por Martín Lanatta de ser “La Morsa”, un supuesto instigador de la muerte de los tres jóvenes.
A una semana de las elecciones, el ahora prófugo Martín Lanatta gozó del privilegio de tener un espacio en la televisión para formar parte de una operación política contra la candidatura del ex jefe de gabinete
A una semana de las elecciones, el ahora prófugo Martín Lanatta gozó del privilegio de tener un espacio en la televisión para formar parte de una operación política contra la candidatura del ex jefe de gabinete. Sus dichos no aportaron ninguna prueba a la causa, no modificaron su rumbo e incluso presentaron graves contradicciones respecto a las declaraciones perpetradas durante el juicio oral previo a la sentencia.
Conocida la noticia de la fuga, Aníbal Fernández no descartó que la huida de los condenados represente una eventual recompensa por haberlo involucrado en el triple crimen. Además, reiteró que “no tiene nada que ver” con los evadidos y aclaró que no pedirá custodia especial.
María Eugenia Vidal, por su parte, no tuvo otra opción que remover a la cúpula del Servicio Penitenciario Bonaerense y a la jefatura de la Unidad de General Alvear, donde se produjo el escape.
“El gobierno de la Provincia dispuso la remoción de toda la cúpula del servicio penitenciario bonaerense, al igual que el jefe de la Unidad Penal del General Alvear, más allá del sumario interno y la denuncia judicial correspondiente”, informó el Ministerio de Seguridad bonaerense (a pesar de que el SPB depende del de Justicia) en un comunicado, y agregó que “el nuevo jefe del servicio es Fernando Díaz, subjefe del servicio penitenciario nacional”.
La evasión es investigada por el fiscal Cristian Citterio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 20 descentralizada en General Alvear y por el juez de garantías 3 de Azul, Federico Barberena.