Murió Desmond Tutu, clave en la lucha contra el apartheid y premio nobel de la paz
El arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutu pasó a la inmortalidad este domingo a los 90 años, desatando una ola de tributos para homenajear a uno de los últimos íconos de esta generación.
“El fallecimiento del arzobispo emérito Desmond Tutu es otro capítulo de duelo para nuestra nación que despide a una generación de sudafricanos excepcionales que nos legaron un país liberado”, afirmó el presidente Cyril Ramaphosa en un comunicado, donde se indica que el símbolo de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1984, falleció pacíficamente en un geriátrico de Ciudad del Cabo.
Durante las décadas de 1980 y 1990, con su sotana púrpura, Tutu fue un símbolo inspirador de coraje, dignidad y esperanza en una nación que parecía condenada a la guerra civil, en estado de sitio para contener las protestas de la mayoría negra y mientras Nelson Mandela languidecía en prisión. Sus fervientes súplicas por la paz y la justicia racial, junto con su incontenible sentido del humor, fueron un bálsamo constante para un país al borde de la catástrofe.
Un legado eterno
Mezclando política con religión, Tutu lloró en los funerales de las víctimas del apartheid, arriesgó su vida para detener actos de violencia de manifestantes negros y desafió las amenazas de muerte de extremistas blancos por liderar la campaña internacional para imponer sanciones económicas y culturales contra el régimen de la minoría blanca.
También celebró cuando los sudafricanos hicieron cola pacíficamente para votar en las primeras elecciones para todas las razas, en abril de 1994. Vibró de alegría cuando levantó la mano de Nelson Mandela, el líder del partido Congreso Nacional Africano (ANC) encarcelado durante mucho tiempo, al que presentó como “nuestro nuevo presidente, listo para usar” ante multitudes en Ciudad del Cabo el mes siguiente.
“La Nación arcoíris de Dios”, expresaba en referencia a Sudáfrica, donde se convirtió en una suerte de guardián moral. Tras la llegada de la democracia en 1994, y la elección de su amigo Nelson Mandela como presidente, Tutu presidió la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), creada con la esperanza de que pasara la página del odio racial.
“Me he preparado para mi muerte”
“Me he preparado para mi muerte y he dejado claro que no quiero ser mantenido vivo a cualquier costo”, manifestó en una columna publicada en el diario The Washington Post en 2016. Cabe marcar que, debilitado por un cáncer de próstata diagnosticado en 1997, Tutu ya no hablaba asiduamente en público.
En claro apoyo al movimiento en favor de la muerte asistida, Tutu manifestó su deseo de “ser tratado con compasión y que se me permita pasar a la siguiente etapa de la vida de la forma que yo elija”.