
Denuncias de acoso: se cae la operación de Bertone contra Melella
La guerra por la sucesión o la continuidad en la gobernación de Tierra del Fuego promete estar salpicada por más operaciones mediáticas como la comenzada hace unas semanas por el portal de mayor llegada del país, Infobae, y la inocultable participación del gobierno de Bertone, aliada del pre candidato del peronismo de derecha macrista, Miguel Pichetto.
Por Ignacio Campos
Durante la semana pasada comenzaron a develarse los detalles -desconocidos hasta hoy- que dan muestra de lo que efectivamente es: una “operación política”. Por este motivo, nada de lo denunciado mediáticamente está pudiendo ser demostrado hasta el momento, e incluso hay declaraciones de supuestos testigos que ponen contra las cuerdas a los denunciantes que podrían ser acusados por falso testimonio.
El abogado patrocinante, Paco Giménez, presentó a su principal testigo, el ex chofer de Melella, Hugo Moya, quien dio por tierra con las pretensiones de la querella en el sentido de que este testigo aportara datos concretos sobre los supuestos acosos perpetrados. Por el contrario, Moya afirmó no conocer a los denunciantes y es por todos conocido que la denuncia se formula al solo efecto de conseguir algún rédito económico de parte de Melella.
Por su parte, el abogado Giménez, de probados vínculos con Bertone, fue sancionado por el juez Sahade cuando intentaba filmar la declaración testimonial (situación prohibida en el código procesal de la provincia), lo que motivó al juez a incautar dicho teléfono celular. En el mismo episodio, Giménez intentó golpear a un funcionario judicial.
Finalmente todo podría desembocar en un gran escándalo que ponga contra las cuerdas a Bertone, al abogado Giménez y hasta a la cronista de INFOBAE, Mariel Fitz Patrick, si el juez Sahade decidiera peritar el teléfono del abogado, descubriéndose así lo que es, a todas luces, una operación política para “esmerilar” la muy alta y positiva imagen que porta Melella como candidato a la gobernación. A claras luces, se trata de un evidente caso de extorsión que pondría a estos referidos ante una figura penal.
Las cartas están echadas y todo indica que Melella habría recibido las mejores en su camino a la gobernación de la isla.





