Debate presidencial: clara ventaja de Massa sobre Milei
Por Oscar Cuartango (*)
Por segunda vez en la historia se realizó el debate presidencial previo a un ballotage: un cara a cara entre los dos candidatos más votados en las elecciones generales. Un cara a cara entre el peronista Sergio Massa y el liberal Javier Milei.
Una semana antes de la elección crucial que definirá el presidente para los próximos 4 años, los ciudadanos tuvieron la oportunidad de escuchar de parte de los candidatos que aspiran ser ungidos al sillón de Rivadavia, confrontar sus ideas, sus capacidades, retruques, cruces, críticas y comentarios.
El primer y único debate de esta naturaleza había sido protagonizado en el 2015 por Mauricio Macri y Daniel Scioli, del cual muchas chicanas y frases pasaron a la historia, y el acontecer de los años y la gestión han marcado su veredicto.
La organización del debate del 12 de noviembre de 2023 fue un salto cualitativo respecto de los debates presidenciales anteriores, superados con creces, por la circunstancia de ser entre dos candidatos y no cinco como en octubre pasado y tratarse de los candidatos que concurren al ballotage.
Debe destacarse la bondad de aspectos novedosos incorporados respecto de los debates anteriores, como el derecho a réplica implementado por primera vez, a lo cual en el presente se sumó la posibilidad de interrumpir y de moverse concedida a los protagonistas, con las muy acertadas limitaciones suficientemente divulgadas. Asimismo, el uso del tiempo de cada candidato fue debidamente medido -y respetado.
También cabe destacar el impecable accionar de los moderadores y el tratamiento igualitario recibido por todos los candidatos, -como toda obra humana, la organización del debate es perfectible y susceptible de ajustes-, pero reiteramos congratularnos en que se está transitando el camino correcto.
En una noche con alta audiencia y demanda de la ciudadanía, desde el inicio se notó una gran diferencia en las posturas de ambos: un Massa suelto y espontaneo frente a un Milei contenido y esquemático, y así persistió a lo largo de todo el desarrollo del evento.
El debate se dividió en dos bloques de tres ejes temáticos cada uno, siendo el primero Economía, Relaciones Internacionales, y Salud y Educación. Ya en el segundo bloque, los temas tratados fueron Producción y Trabajo, Seguridad y Justicia, y Derechos Humanos y Convivencia Democrática.
La mayor rispidez del enfrentamiento se evidenció en el tema económico, cuando Milei reclamó por los resultados en materia de inflación y diversas variables, mientras Massa lo dejó expuesto sobre las propuestas que el libertario ahora intenta morigerar como parte de su plan: educación arancelada, privatización de las jubilaciones, dolarización y eliminación del Banco Central. Asimismo, Milei defendió el libre comercio, que es “de los privados y el Estado no tiene por qué meterse”, mientras Massa evidenció los empleos en riesgo y la circunstancia que los términos y condiciones del comercio exterior están en manos estatales, al imponer aranceles, permisos y acuerdos marco que implican un reaseguro nacional.
Sin lugar a dudas, Massa manejó los tiempos de la velada y llevó a su contrincante a los lugares que se propuso, logrando sacarlo de eje pese al esfuerzo que, -se notaba-, realizaba Milei en contrario.
Evidentemente incómodo, el candidato libertario recayó entonces en varios fallidos: además de comparar el fútbol con los caídos en Malvinas, hizo la analogía de cuando «Cruyff le hizo 4 goles a Argentina» jugando para Alemania en el mundial 1974, denotando en varios momentos confusiones conceptuales e históricas, que fueron bien aprovechadas por el candidato de Unión por la Patria.
Sostengo sin titubeos que quedaron delineadas dos personalidades y dos claros proyectos totalmente diferentes.
Un Massa, seguro, espontáneo, con conocimiento pleno del Estado, sus problemáticas, de los desafíos que afronta de acceder a la presidencia y con un proyecto de Estado presente que privilegie a la ciudadanía por sobre los intereses del mercado y que busque la salida de la crisis económica, logrando los superávits fiscal y de balanza de pago, vía el crecimiento, la producción, la generación de empleo con recomposición salarial y reivindicando la negociación colectiva y la justicia social.
Un Milei titubeante, contenido y esquemático, propuso un estado minimalista y el endiosamiento del mercado, con perspectiva individualista, que como he reiteradamente manifestado, implica un Darwinismo Social donde reina la ley de la selva y prevalecen los más fuertes son los débiles.
Podemos decir en síntesis, que el candidato de La Libertad Avanza, escondió la motosierra, pero no la descartó.
En este debate, al igual que en los anteriores, resultó triunfador Sergio Massa, mostrando dominio de las temáticas nacionales, y una solidez basada en la experiencia en la función pública y el manejo del Estado que, claramente –y así quedó demostrado-, desconoce abiertamente el candidato libertario.
(*) Militante Peronista. Fundador del Grupo Descartes. Ex Ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires (2007/2015).
