De Videla a Piñera: «la guerra al pueblo»
Los archivos de noticia mencionan esta semana ese inexorable parangón entre el dictador y genocida, argentino, Jorge Rafael Videla y el actual presidente chileno Sebastián Piñera, que luego de retornar a las viejas prácticas pinochetistas del terrorismo estatal, ha salido por la prensa oficial pidiendo «perdón» Las derechas en Sudamérica no quieren dejar el poder y van en sus países, dejando tierra arrasada.
En el juicio que se le llevaba en Córdoba a Videla por los delitos de lesa humanidad cometidos en el genocidio de la dictadura cívico, militar y eclesial argentina, el criminal, insistió en que los subalternos seguían órdenes emanadas de él, como jefe del Estado Mayor conjunto. «Asumo mi responsabilidad en la guerra interna, mis subordinados se limitaron a cumplir mis órdenes». Así lo declaró el ex dictador ante los jueces que le atribuyen los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el último régimen militar. Videla señaló que no quería agregar nada sino reiterar que admite sus «responsabilidades castrenses por todo lo actuado por el Ejército durante la guerra interna contra la subversión».
Sin arrepentimientos, sin dudas, ni con la vejez encima, dudó en reconocer su participación en en el «plan clandestino de exterminio de disidentes políticos» . Videla como Pinochet, pertenecieron a una época y llevaron a cabo planes similares en estrategia, táctica, planificación y argumentación. Al igual que en la actualidad, Sebastián Piñera con su par Mauricio Macri, representan las derechas gobernantes del Cono Sur. Como entonces, siguen señalando al Pueblo como el «enemigo interno» y a las protestas y reclamos sociales, como el rompimiento del orden instaurado.
Las acciones represivas de los últimos días en Chile, van de cara a las imposiciones económicas que en el país, afectan directamente los ingresos de la sociedad chilena, a la clase trabajadora, a estudiantes, jubilados y docentes.
El único modo que apareja el neoliberalismo de estos gobernantes que provocan una asfixia evidente en sus conciudadanos, es la represión brutal, la tortura, las desapariciones forzadas y los castigos físicos en los más vulnerables. A la decena de muertos registrados en Chile, se suman las violaciones denunciadas, las desapariciones de las últimas horas, el saqueo cometido por carabineros y militares del Ejército local, como aquellas oscuras jornadas en las que el operativo Noche y Niebla, rendía el infame homenaje a la Alemania de Hitler.
Las espantosas similitudes que se trazan en los archivos noticiosos, trae a colación el compromiso asumido por estas élites mundiales, que obedecen al plan del empobrecimiento y exterminio de poblaciones enteras, tal como sucede en Siria, Irak, Afganistán, Haití y que en Latinoamérica vuelve al correlato de los países de Centro América que no pueden restablecer sus institucionalidades correspondientes y en Sudamérica que ve crecer con profunda preocupación, la inestabilidad coadyuvante a las medidas para quitar tierras, recursos, alimentos, entre otros en esta quita de la paz social y los derechos humanos.
Los denominados tarifazos, no son otras que herramientas políticas de ajuste económico interno para asfixiar y desmovilizar, cualquier intento de lucha por parte de las poblaciones, acaso también profundamente manipuladas a través de una matriz comunicacional y propagandística con total impunidad en el uso de lo que en la jerga de moda catalogamos como «fake news» y que no es otra cosa más que el otorgamiento de impunidad al uso y divulgación de las mentiras.
Piñera ahora despierta a las cadenas televisivas oficialistas con un mensaje: «Es verdad que los problemas se acumulaban desde hace muchas décadas y que los distintos Gobiernos no fueron ni fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud. Reconozco y pido perdón por esta falta de visión»
En un paquete de medidas cuyp costo se calcula en al menos 1.200 millones de dólares, anunció un ingreso mínimo garantizado para todos los trabajadores de jornada completa de 350.000 pesos mensuales (480 dólares). El Ejecutivo se compromete a aportar la diferencia cuando el salario sea inferior a esa cifra. En paralelo, informó de un aumento a un 40% de los impuestos para las rentas sobre 8 millones de pesos mensuales (11.000 dólares), lo que significará una recaudación tributaria de 160 millones de dólares adicionales, así lo hizo conocer en las últimas horas del martes, cuando el toque de queda había llegado a ser la zona liberada para la comisión de delitos de lesa humanidad por parte de las fuerzas de seguridad bajo su mando.
La prensa extranjera que también es vital en el plan hegemónico de distorsiones que aquejan al Pueblo chileno, justifica a la derecha chilena en las nuevas medidas dispuestas: «Sobre el aumento del valor de la luz —que había sido anunciado hace algunas semanas—, el presidente comunicó la creación de un mecanismo de estabilización de las tarifas eléctricas, lo que permitirá anular la reciente alza de 9,2%. Los precios, por lo tanto, quedarán al nivel del primer semestre de 2019. En materia de salud, entre otras medidas, indicó que se ampliará el convenio entre el sistema público y las farmacias con el objeto de reducir el precio de los medicamentos, que en Chile son notablemente caros. Esta medida beneficiará a 12 millones de personas» publica El País de España.
Pese al perdón actuado por Piñera, luego del desacertado discurso a los medios que realizara su esposa, quien se refirió a las represiones como una «invasión extranjera o alienígena» el mandatario sigue con el toque de queda, hasta considerar que las seguridades están de su lado, como para decidir el levantamiento de estas normas de evidente beligerancia sobre la población. Chile recuperó la democracia en 1990 y desde ese entonces, soporta las más duras condiciones de vida en lo que respecta a sistema y modelo de Economía, derechos, garantías ciudadanas y modos de participación civil en la compulsa contra las empresas extranjeras radicadas en los sectores vitales como lo son recursos energéticos, alimentos y minería.
