De Ragone a Leavy, la gran oportunidad de Salta
Las próximas elecciones salteñas presentan esa gran oportunidad que los pueblos continúan soñando en pos del ideal de una vida mejor, aun cuando los sueños de una vida digna se los hayan robado los poderosos y aun cuando los patrones son quienes deciden por el destino de los postergados desde siempre.
Miguel Ragone fue el único gobernador que transitó el camino inverso a sus antecesores, todos ellos miembros conspicuos del Club 20 de febrero, lugar en el que se decidía quién sería el siguiente gobernador en representación de las castas oligárquicas salteñas. No es casualidad que fuera precisamente Ragone el único gobernador desaparecido durante la última dictadura cívico- militar ocurrida entre 1976 y 1983, y, una vez más, en el intento por cambiar la triste realidad de un pueblo oprimido con el costo de sangre valiosa, Ragone no pudo ser la excepción.
Salta es una especie de foto más pequeña de la realidad nacional, pero que está muy arraigada en la provincia norteña: el dominio de unas pocas familias sobre el destino de miles. Esta fotografía puede ser transformada en un futuro cercano y la única figura que aparece con las posibilidades de hacerlo es Sergio “El Oso” Leavy, el diputado nacional que, de la mano de Cristina, decidió plantear pelea a la oligarquía. Aquí entonces cabe hacernos algunas preguntas: ¿está Leavy dispuesto a ser quien tome la posta transformadora del médico Ragone?, ¿está El Oso decidido a pelear por las grandes masas de pobres que han dejado los continuos gobiernos de la oligarquía autóctona? Solo el tiempo podrá dar muestra de las intenciones de Leavy.
Por lo pronto ha encarado seriamente una campaña escuálida en recursos pero con gran inserción popular debido a su carisma y amplio conocimiento en Salta, basada, sobre todo, en la gran esperanza que entraña para el pueblo salteño (y que se sustenta en) el regreso de Cristina al gobierno nacional. Por su parte, como las necesidades de la hora pasan por transformar completamente las estructuras del estado nacional, en Salta, dichos cambios deberán ser más profundos aún y no será un gobernador falto de espíritu quien pueda conducirlo.
La derecha salteña ha entendido que sólo con la unidad conseguirá retener sus privilegios, así es que Yarade, Sáenz, Urtubey, Romero y los eternos intendentes con variadas causas en la justicia, irán contra Cristina y sus aliados.
El pueblo sabe que su sueño de progreso vendrá de la mano de Cristina Kirchner. entonces a Leavy sólo le queda sumarse a la etapa transformadora por venir o ser una marioneta de los Romero-Urtubey que solo aspire a tener una calle con su nombre.
En este 2019, las diferencias siguen siendo sustanciales y, entonces, si Leavy decidiera apostar al cambio definitivo en la estructura anquilosada de la política local, deberá arremeter contra todos los estamentos que dan sustento a ese poder feudal tan dañino para todo el pueblo salteño.