Damián Quilici se crió y vivió en el barrio de las Tunas, lindero a Nordelta. Dejó de trabajar como obrero en una multinacional y se puso a hacer Stand Up. Como el género aborda las temáticas de la vida cotidiana, poco tardó la prensa en apodar su estilo como Stand Up villero.
Damián presenta actualmente su show Villero Snob y piensa cómo dar acceso a los villeros a talleres de Stand up que suelen no estar dentro de las posibilidades cercanas para quienes viven en la villa.
¿Cómo viene tu actividad, cómo proyectas tu futuro?
Damián Quilici: Bien, muy bien. Actuando mucho, estuve en el Roxy presentando a unos raperos amigos, estuve también en Don Torcuato a sala llena y se vienen fechas copadas en Mendoza y Santiago del Estero, también espero hacer un teatro a fin de año en capital. Ando muy bien, contento. Yo soy medianamente nuevo en esto, estoy hace cuatro años laburando y por suerte me está yendo muy bien. Ya pasó mucho tiempo y fueron pasando muchas cosas.
En ese devenir y con el paso del tiempo parecería que al público le interesa más tu temática. Que abordes desde el humor la vida en la villa y el contraste con la ciudad no villera parecería acrecentar el interés de la gente por vos.
DQ: Sí, se vuelve entretenido y a mí me divierte. Es como hacer una caricatura de lo que voy viviendo. Es divertido satirizar y dejar entrever las causas sociales, las que sufrimos nosotros, visibilizarlas.
¿Cómo es esto del humor y la vida cotidiana de la villa? ¿Cómo te llevás con los límites de lo ético, con tratar temas duros como la marginalidad, la pobreza, cómo lo encarás?
DQ: Yo no tengo límites con eso. Me pasa de actuar en el Roxy y la mayoría de gente que va es de barrios bajos, de villas y es como que hay una identificación. Es verdad y nos vamos a reír de lo que comemos, de las segundas marcas de gaseosas y todas esas cosas que sufrimos. Nos estamos riendo, pero también visibilizando lo que nos pasa. Yo hago mucho humor con la delincuencia y con situaciones que si te pasan no te vas a reír. Te roban en la calle y yo trato de hacerlo humor porque no da quejarse sin hacer nada, yo lo capitalizo en humor.
Esto de visibilizar te trajo problemas a la hora de actuar, sobre todo en la zona de Tigre donde bien conocés el contraste y la estigmatización sobre el barrio Las Tunas cuando por ejemplo los narcos viven en el barrio privado.
DQ: Sí, obviamente, cuando arranqué hablaba mucho del tema. Nadie conocía el barrio Las Tunas. En Tigre tengo casi prohibido actuar. Acá en Tigre de tantas veces que tiré palazos o dije lo que pasaba cuando hablaba con los medios, estando del otro lado de los muros, no fue bien tomado por todos. Desde el humor digo lo que sucede.
Y en ese rebuscártelas para seguir laburando del humor y no como obrero te viste en otras situaciones específicas ¿Podrías contarnos el episodio que viviste a la hora de ser convocado para filmar el spot de María Eugenia Vidal?
DQ: Claro sí, me convocaron para un casting y ellos, sin saber tampoco quién era yo, me dijeron si quería presenciar o si tenía problemas en estar al lado de María Eugenia Vidal y yo contesté que no estoy a favor del gobierno pero que necesitaba la plata. No era ninguna publicidad, lo que era es una puesta en escena de la inauguración del puente Taurita. Yo tenía que estar disfrazado de obrero y haciendo que estaba trabajando en la inauguración y me pagaban una suma módica de $4000 por estar en primer plano y si no, si te alejabas un poco más, hacías de extra por $800. Los cobraba después por la asociación de extras. Me preguntaron si estaba en los medios y yo les dije que no porque necesitaba la plata, pero después googlearon y vieron que no iba a ser creíble que yo esté ahí, porque saltaban las notas y lo que pienso. Después del episodio de Macri en Pilar con toda gente paga haciendo que viajaba en el colectivo, se me ocurrió postear algo sobre lo que me había pasado, sobre lo que viví como anécdota. No pensé que iba a ser tan levantado, me llamó hasta Víctor Hugo. También me han llamado asesores de Vidal como retándome, presionándome
¿Podrías contarnos qué te dijeron los asesores?
DQ: Sí, me dijeron que no, que había pasado, que ellos no trabajan así, de esa forma. Que podríamos juntarnos, que podríamos hablarnos. Quedó como una anécdota y una forma de desenmascarar un poco todo esto. Porque después pasó, lo hicieron. Yo fui al casting un lunes o martes y el viernes, efectivamente Vidal recorrió el puente Taurita con el intendente de San Fernando (Luis Andreotti) y era verdad, están las pruebas.
Actuaste en Don Torcuato, actuás en todos lados, pero contaste que tenés problemas para trabajar en Tigre.
DQ: Sí, en los dos lugares donde yo producía, porque soy autogestivo, tuve problemas. Clausuraron, censuraron y ya no pude hacer más ahí. Ahora esta fecha surgió porque estoy trabajando con una productora que me están produciendo ellos a mí. A villero snob. Entonces me consiguieron una fecha en Don Torcuato, pero ya no creo que vuelva más al partido de Tigre. Quizás cuando cambie la intendencia o más adelante, andá a saber. La idea ahora es girar por todo el conurbano y lugares donde no llega el stand up. Lugares excluidos donde la gente ni va a hacer shows porque son pobres y yo, quisiera llegar a todos esos lados.
El freud de la villa es tu página de facebook y tiene un crecimiento exponencial, enseñás por ejemplo a comprar droga con un frisbee en el barrio. ¿Cómo surge?
DQ: Surgió como para contestar como un psicólogo no careta. Que no salga con Edipo, ni la culpa de los padres, sino más bien: rescatate pibe, tomate un vino y listo, ya está, salí de joda. De eso se trata el freud de la villa, dice las cosas que uno realmente quiere escuchar que le digan. Escribo muchas historias por ahí, también tengo instagram donde pueden encontrarme como Damian Quilici.
(Fuente: agenciapacourondo.com.ar)
