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CUANDO TRES COINCIDENCIAS SON UNA PRUEBA

En esta crónica veremos el devenir político de Gerardo Milman, su función como viceministro de seguridad durante la gestión de Patricia Bullrich. Su rol como diputado, sus asesoras, la creación de empresas fantasma a las que podría atribuirse lavado de dinero a nombre de Carolina Gómez Mónaco, posible testaferro del regordete funcionario. Gastos injustificables y relaciones peligrosas. El vicio de conocer mujeres por el sitio Only Fans y contratarlas como asesoras con sueldo del Estado. Su posible relación con Brenda Uliarte y la sombra de Patricia Bullrich.

Gerardo Milman nunca trabajó en el ámbito privado. Ni siquiera se conoce bien qué hizo hasta los 43 años, cuando ocupó su primer cargo público como diputado nacional de la mano de Margarita Stolbizer. Cuando Milman cuenta su biografía en los medios narra que es hijo de Simón Milman y Clara Fucks, una pareja de ucranianos del mismo pueblo que, sin embargo, se conocieron en Argentina, que refugió a ellos y a sus familias como víctimas del nazismo. Clara y Simón se casaron y radicaron en Avellaneda, donde nació Gerardo Fabián.

El hoy diputado creció en esa popular localidad del sur del Gran Buenos Aires, fabril y de larga historia peronista. Sin embargo, la juventud de Gerardo coincidió con la primavera alfonsinista, por lo que empezó a militar en la Unión Cívica Radical. No hay registro alguno y él jamás dio precisiones acerca de dónde hizo sus estudios primarios y secundarios. Solo dice ser Técnico en Seguridad, sin que tampoco se sepa dónde y cuándo cursó esa tecnicatura. Tampoco se conoce antecedente laboral alguno por lo que, más allá de su círculo íntimo, es un enigma saber de qué y cómo vivió Gerardo Milman hasta los 41 años, cuando para entonces ya estaba casado con su primera esposa y tenía a su primogénita, Sol.

con florencia retamoso
con florencia retamoso

Lo que conocemos de él parte del 2009, cuando pasó a ser empleado del Estado y siguió ese derrotero hasta la actualidad. De 2009 a 2013 fue diputado por el GEN, e integrante del Acuerdo Cívico y Social. Ni bien dejó ese cargo, pasó a integrar el directorio del AFSCA como representante de la oposición, puesto que dejó en diciembre de 2015. Solo unos días después juró como Secretario de Gestión Federal de la Seguridad de la Nación, en los hechos, el viceministro de Seguridad, el segundo de Patricia Bullrich en línea sucesoria.

En ese rol presentó un protocolo para criminalizar la protesta social, que pretendía condicionar, multar y hasta encarcelar manifestaciones políticas y sociales que interrumpieran el tránsito vehicular, viejo desvelo de la derecha que hoy vuelve a ser propuesto precisamente de la mano de los mismos actores. Como Patricia Bullrich, Milman fue un gran defensor del policía Chocobar, gesto que habilitó el llamado «Gatillo Fácil».  Milman se referencia -aún hoy- en Bullrich, a quien admira y pondera cada vez que puede. Entrevistado por Clarín dijo: «A Bullrich le pongo un 10, no porque todo esté bien sino porque pone todo el empeño y todo el esfuerzo para mejorar las condiciones de seguridad».

También secundándola, Milman tuvo un rol preponderante en el hostigamiento y demonización de las comunidades mapuches, que desembocaron entre otras cosas en los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. También en Clarín dijo: «Nosotros tenemos la convicción de que los prefectos actuaron en un conflicto armado y hubo un tiroteo que lamentablemente terminó en el fallecimiento de Rafael Nahuel«. Y ponderó su conversación con los integrantes de esa fuerza: «Yo hablé con los prefectos y tengo la convicción de que actuaron bien, y por supuesto uno se puede equivocar en la convicción, como se puede equivocar el que acusa, ahora…¿al que acusa lo dejamos decir lo que quiera?».

Con el paso del tiempo y sabiendo lo sucedido en los días previos al intento de magnicidio, las palabras de Milman, preguntándose si al que acusa se le puede dejar decir lo que quiera, cobran otra dimensión. Quizá ese pensamiento intente justificar las acciones de Milman posteriores al 1 de septiembre de 2022. La jueza lo llamó a declarar tardíamente, casi veinte días después de que el diputado Cleri se presentara ante Capuchetti para mostrarle el mensaje y aportar el testimonio de su asesor, el mismo que había estado en Casablanca el 30 de agosto y escucharlo a Milman decir: «Cuando la maten voy a estar rumbo a la costa». Milman, lejos de verse interpelado por la justicia, recurrió a ella para acusar al testigo por falso testimonio, causa que fue aceleradamente tratada. ¿Al que acusa lo dejamos decir lo que quiera? podríamos creer que volvió a afirmar Milman, invirtiendo la carga de la prueba.

Pero volvamos a la historia de Milman antes del intento de crimen. «Jerry», tal como lo llaman sus amigos, siempre tuvo tres características que posiblemente se forjaron en sus primeros años adolescentes: un profundo afán de figuración y status, posiblemente por haber pasado algunas carencias económicas y -según dicen quienes lo conocieron en sus primeros pasos militantes en el radicalismo de Avellaneda- por haber sufrido lo que hoy llamaríamos «bulling» por su sobrepeso y su blancura extrema, por lo que lo llamaban «El Queso»; un marcado letargo para el estudio y el trabajo convencional lo que, posiblemente, lo llevó a buscar una alternativa en la militancia en función de un cargo público que, además, le diera poder y con él, el status negado hasta entonces; y una debilidad considerable, que lo llevaban a bajar todas las barreras precautorias, ante las mujeres bonitas que en general, lo ignoraban. Fue tardíamente que formó su primera pareja, y la fortuna en el amor le fue esquiva, al menos hasta conocer a su segunda esposa, Florencia Retamoso, que siempre lo secundó en sus ambiciones de poder y dinero.

delfina marcha antivacunas con nilo medina

Cuando por primera vez llegó al Congreso, sintió que el universo por fin lo recompensaba en sus carencias. La posibilidad de legislar velando por el bien común era una consecuencia menor, el cuarentón Milman se deslumbró con el despacho, los asesores, los empleados y hasta el mozo del bar, que hasta entonces lo ignoraba y ahora lo llamaba «Señor diputado». Se mandó a hacer tarjetas personales y empezó a acumular tarjetas ajenas, sobre todo de empresarios que pudieran allanarle algunos caminos comerciales, y de mujeres que lo acompañaran en el placer de transitarlos.

Como viceministro de seguridad, trepó a un escalón mayor. Ahora tenía cientos de empleados a su cargo y la posibilidad de hacer nombramientos o despidos a granel. Gastos reservados.  Le respondían las fuerzas de seguridad, y los periodistas le daban pantallas y tapas. Lejos había quedado el pequeño departamento de paredes mal pintadas en Avellaneda y Florencia Retamoso, su esposa, trajinaba shoppings y explotaba tarjetas de crédito para acondicionar su enorme y flamante casa del country de Adrogué.

danann vendedora copos 15 de agosto
danann vendedora copos 15 de agosto

Los vecinos de entonces recuerdan aún las semanas  y meses de ruidos producidos por un ejército de trabajadores de la construcción que tiraron paredes, cambiaron cañerías completas, instalaron luces y una piscina saltando algunas normas de convivencia y de reglamentos constructivos. En una ocasión y ya mudados en la nueva casa, como las obras continuaban y cayó mucho polvillo sobre los muebles, juguetes, libros y ropa del cuarto de la niña, Florencia Retamoso decidió no limpiar, sino tirar todo a la calle y reponer las cosas por otras igualmente flamantes y nuevas, pero limpias, según contaron varios propietarios del country a esta cronista.

El dinero entraba a raudales y tanto Jerry como Florencia, empezaron a sufrir la pulsión del consumo que, aparentemente, mantienen hasta hoy. En la crónica anterior dijimos que 2017 había sido un buen año para la economía de las hermanas Gómez Mónaco, por entonces las dos amigas de Milman que fungían en puestos relevantes del Ministerio de Seguridad: Carolina, abogada y Miss Argentina, fue designada en septiembre de 2017 como directora de la escuela de inteligencia, la DINICRI, y el mismo mes y año Daniela como encargada de la administración de gastos reservados, ese caudal de dinero que dispone el Ministerio para cuestiones de inteligencia y seguridad del que no se rinden cuentas.

 

Carolina, por entonces de 27 años, cursando la carrera de Derecho y con solo un título de esteticista y antecedentes laborales como empleada administrativa en una inmobiliaria de Lanús primero y como secretaria en el circulo de suboficiales de la Policia Federal Argentina después ( a donde ingresó por ser hija de un integrante de la fuerza), no pudo explicar nunca claramente como fue que conoció a Milman. En declaraciones difusas a la prensa dijo que vió un aviso de búsqueda de personal para el Ministerio, se presentó y la tomaron. Menuda suerte, el sueldo de esa repartición le permitió en poquísimos días trasformarse en empresaria, al igual que su hermana y el que luego fue su marido, también asesor de Milman, Fernando Daga.

El 20 de octubre de 2017 Fernando Agustín Daga, de 30 años, agente inmobiliario que vive en Almirante Brown, y Carolina Gómez Mónaco, de 27 años, registrada en AFIP con «servicios de enseñanza» y también con domicilio en Almirante Brown, registraron la S.A.S «Salvatore Group», con domicilio en la Avenida Corrientes 1135 de Capital Federal. La Sociedad de Acciones Simplificadas, ese tipo de registros que pueden abrirse en un día y sin demasiados formalismos implementado durante el macrismo, y conformada por Mónaco y Daga, al momento de la constitución tuvo por integrado un capital social del 25% en efectivo equivalente a 4430 pesos de entonces, aunque gastaron para la constitución de la sociedad 5465 pesos, de modo tal que Salvatore Group comenzó sus actividades con patrimonio neto negativo y careciendo por completo de patrimonio activo.  Salvatore Group es Luxa Estética.

La sociedad no presentó libros ni balances hasta cinco años después y por exigencia de la Justicia. En 2022 Fernando Daga, como titular de Salvatore Group, empresa que comprende a Luxa Estética, mostró balances de ese año que muestran ingresos que van desde los 10 millones a los 50. La información era tan precaria, pues no mostró ni libros ni balances entre 2017 y 2022 y solo certificó el pago del alquiler del local hasta 2019 cuando misteriosamente, los locatarios decidieron condonar toda deuda y ceder el espacio gratuitamente; que intervino la Unidad de Inspección General de Justicia que inició una causa básicamente para investigar por qué dos personas sin ingresos ni patrimonio, una dedicada a «la enseñanza» según su registro de AFIP, y otro a los «negocios inmobiliarios», decidieron crear esta empresa sin patrimonio neto para un servicio en el que no estaban registrados: el de la estética y belleza. Salvatore, además de inscribirse en esa categoría, también lo hizo en 31 disciplinas más, por lo que el abanico de actividades empresariales podría ser casi infinito. En el registro legal, que tiene calidad de declaración jurada, dice que la empresa funciona en el Primer Piso de Corrientes 1135, aunque tal categorización es inexistente pues el edificio se divide en secciones A, B y C, lo que también implica una ilegalidad. La empresa, que en el último año se supone facturó 50 millones, no tiene cuentas bancarias registradas.

En otro de los papeles presentados aparece como subcontratista del espacio Graciela Mónica Baamonde, esposa de Oscar Alberto Daga y madre de Fernando y de Adrián Patricio Daga, de quien hablaremos un par de párrafos más adelante. Está claro por la papelería, que Salvatore Group, como Luxa Estética, no tuvo actividad entre 2017 y 2022 y en paralelo, Carolina Gómez Mónaco, lejos de dedicarse a su centro de estética trabajaba primero en el ministerio de Seguridad y luego como asesora en la Cámara de Diputados. Del mismo modo, Fernando Agustín Daga era empleado en jornada completa en la sociedad «Intelligent Architecture S.A» con oficinas en Puerto Madero.

 

 

Mientras tanto, Daniela Gómez Mónaco, administradora de los fondos reservados del Ministerio hasta 2019 y luego asesora como su hermana de Gerardo Milman, también ahorró lo suficiente como para poder comprar un departamento en el 6to B del edificio WorkJoy de Palermo Soho por valor de 100mil dólares. Pero no fue la única, su pareja, Pablo Daniel Benulich, compró uno idéntico, exactamente abajo: el 5B. Pero como la familia es muy unida, y aprovechando que la empresa constructora ofrece los departamentos como «aptos para blanqueo», Carolina compró el 4toB, y Fernando Daga el 4to A. En el mismo edificio Jorge Macri tiene cinco departamentos.

Adrián Patricio Daga es gendarme, quien en diciembre de 2016 y con Milman en el Ministerio de Seguridad, fue promovido al grado superior inmediato por el decreto 335/2017. Adrián estaba por entonces en pareja con Nadia Ayelén Mir y vivían en una cada de la calle Fraga al 2300 de Bella Vista, justo a dos cuadras de la casa de Brenda Uliarte. En declaración judicial en los Tribunales de San Martín, Nadia dijo conocer a Brenda del barrio y que los días posteriores al intento de asesinato su concuñada Carolina Gómez Mónaco, en reunión familiar, protestó diciendo que «Sabag Montiel era un novato».

La coincidencia de tiempo y espacio entre las personas que rodean a Milman y Brenda Uliarte no terminan allí. En la crónica anterior dijimos que una de las asesoras de Gerardo Milman en la Cámara de Diputados era la cordobesa Constanza Mehler, una redactora del portal DATA24 propiedad del youtuber radicado en Córdoba Eduardo Prestofilippo, más conocido como «El Presto». El Presto, de quien hablamos en crónicas anteriores, es integrante del Ministerio del Odio, ese grupo de influencers de extrema derecha con miles de seguidores que potenciaron la llegada al poder de Javier Milei pero con estrechísimas vinculaciones con Patricia Bullrich. De hecho, cuando era Ministra de Seguridad, Bullrich recibió a Prestofilippo en su despacho, se tomaron fotos y las publicó en sus redes sociales oficiales diciendo que El Presto era un ejemplo para la juventud, este muchacho admirador de Jorge Rafael Videla, a quien visitó en la cárcel.

El Presto, como también dijimos y él mismo admitió, tuvo un romance con Brenda Uliarte los meses previos al atentado; tenía vinculación directa con Patricia Bullrich y su redactora era asesora de Gerardo Milman. Pero las coincidencias no terminan allí. El Presto tiene o tuvo también amistad con Delfina Wagner. Delfina, quien se radicó en Buenos Aires en el otoño del 2022, había hecho algunos viajes previos desde su Paraná natal durante la pandemia, cuando lideró algunas marchas y manifestaciones anticuarentena junto a Nilo Medina, de «Revolución Federal», y Hernán Carrol, de «Nueva Centro Derecha» y a quien Sabag Montiel, ya preso, le exigió le financie un abogado. Carrol, además, también integra el Ministerio del Odio junto a El Presto, Danan, Zicarelli, Tipito Enojado, Es de Peroncho y Martín Almeida -el mismo que se filmó junto a Delfina Wagner con un arma de juguete diciendo que con eso «matarían a Cristina»-.

Delfina, ya en Buenos Aires y totalmente integrada al Ministerio del Odio, empezó a ser una figura televisiva llamativa, no solo por su pelo de dos colores, sino por la virulencia con la que imprecaba a «planeros» y manifestantes sociales, especialmente a Belliboni. Esa exposición le permitió conseguir trabajo como panelista en Crónica TV en julio de 2022. En Crónica también trabajaba por entonces Alejandra Mroue, una profesora de gimnasia que, casualmente, subalquilaba un espacio en Luxa Estética para dar clases de gimnasia, que promocionó con videos subidos a redes sociales acompañada de Carolina Gómez Mónaco.

Si algo tiene dos puntos en común puede ser una coincidencia, si tiene tres es una pista, pero si tiene cuatro es una prueba, decía la escritora Ágatha Christie. Pues varios puntos unen a diferentes personajes en mismos tiempos y espacios, por caso en esta crónica, la calle Corrientes al 1100, donde está Luxa, Crónica TV y Brenda Uliarte.

Brenda Uliarte en 2022  y bajo el apodo de «Ámbar», abrió una cuenta en Only Fans, el sitio erótico pago donde diferentes personas, anónimas y públicas, suben contenido soft o explícito pago. Brenda posaba para ese espacio intentando ganar un peso, del mismo modo que varias de las chicas que después terminaron siendo asesoras de Gerardo Milman, como detallamos en la crónica anterior. El diputado era adicto a ese sitio, que visitaba recurrentemente e incluso, contactaba a las muchachas que le gustaban a veces para solaz íntimo, otras para ir más allá y hasta ofrecerles un sueldo del Estado para tenerlas constantemente cerca.

 

Paralelamente,  y durante el invierno de ese año, Brenda empezó a acompañar en algunas acciones directas a «Revolución Federal», y participó, por ejemplo, de la marcha de las antorchas frente a Casa Rosada, en la que Jonathan Morel intentó tirar abajo las rejas y al no poder, se conformaron arrojando las teas ardientes contra el edificio. Brenda estuvo allí. Participaba además, al igual que Fernando Sabag, del chat de telegram y de los vivos de Twitter que armaban Morel y Sabrina Basile, como líderes de Revolución Federal.

Ese mismo invierno de 2022 Brenda y Fernando empezaron a vender copos de azúcar en la calle. Y así fue como casualmente, en los ultimos días de julio, un reportero de Crónica TV los encontró a la salida de un cine en Tigre -a kilómetros de su casa en el partido de San Martín y a otros tantos de Barracas, el barrio del sur porteño donde fabricaban los copos- vendiendo el algodón de azúcar (ella aparece con el palo vacío). La pareja estaba acompañada por Orozco, otro de los luego llamados «copitos», y el cronista los entrevistó para que opinasen acerca de la incorporación de Sergio Massa al gabinete nacional.

Increíblemente, quince días después otro cronista del mismo canal los encuentra casualmente vendiendo copos en la Calle Corrientes al 900, a dos cuadras del centro de estética de Carolina Gómez Mónaco. Esos treinta segundos de pantalla a Brenda le sirvieron para que todo un arco de políticos e influencers de derecha, que miraban televisión en ese momento y en ese canal, quedaran tan subyugados por la presencia de la vendedora de copos, que solo dijo que ella prefería trabajar a cobrar planes sociales, que corrieron a tuitear loas a la vendedora. Curiosamente también, muchos de ellos tuvieron luego algún tipo de rol dentro de la trama del magnicidio: desde la diputada formoseña Neme a las mujeres de Equipo Republicano; desde Danan y El Presto  (raramente sorprendido puesto que ya eran amantes Brenda y él) hasta el hoy vocero presidencial Manuel Adorni.

Hernán Carrol dijo a posteriori que ese día también miraba la tele y eso lo había impulsado a conseguir el teléfono de la vendedora, sin aclarar cómo. Es curioso porque varios ya la conocían, como integrantes del Ministerio del Odio, como amante de El Presto. Posiblemente una de esas personas que la conocían era Delfina Wagner quien también, impactada por las declaraciones de quien dijo llamarse «Ámbar» en lugar de Brenda, y con su flamante puesto de panelista en Crónica TV, invitó a Brenda al programa dos semanas antes del intento de asesinato. Allí Brenda-Ámbar, canchera, mascando chicle y con el pelo con nueva tintura, «debatió» con una mujer que se hizo famosa por esos días y por esa señal, como «la planera» (luego se supo que era una militante del PRO a la que le pagaron para hacer ese personaje). Al piso de Crónica Brenda fue con Sabag Montiel.

En esos mismos días el diputado Gerardo «Jerry» Milman presentó un pedido de informes en la Cámara de Diputados.

 

 

El proyecto presentado por el legislador de JxC llevó el número de expediente 4229-D-2022, y tenía por objetivo un «Pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre diversas cuestiones relacionadas con el plan de contingencia para frenar la escalada de violencia y amenazas hacia periodistas, jueces, fiscales y actores involucrados en casos judiciales».

El texto, al que se puede acceder públicamente, fue ingresado formalmente en la Cámara de Diputados. Entre otras cosas, se incluía una solicitud de información acerca de si se iba a reforzar la seguridad de Cristina Fernández, la de los jueces y fiscales del caso Vialidad; también estaba interesado en saber si se iba a destinar custodia a “periodistas independientes”, reclamaba que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) actuara sobre organizaciones políticas, sociales, sindicales y “falsos movimientos reivindicativos de culturas ancestrales», y describía a La Cámpora como camisas negras», en alusión a los seguidores de Benito Mussolini.

«Con enorme preocupación vengo a plantear el presente proyecto a efectos de tomar conocimiento de las medidas preventivas, tanto políticas como de inteligencia, que el gobierno desarrolla ante la sumatoria de indicadores de violencia que se perciben como la antesala de episodios que podrían quedar en nuestra historia, me refiero a fechas dolorosas», escribió Milman en los fundamentos.

En el que además, mencionaba «marchas de protestas, o disfrazadas de apoyos a uno y a otros, depende de lo convocante», como «aquellas protagonizadas por la adormecida CGT con o sin los moyanos, o por las camisas negras de La Cámpora, o por las agrupaciones piqueteras afines o disidentes, o por el kirchnerismo».

Y agregaba que encuentra como «factor común las amenazas a los culpables de siempre: los neoliberales; EEUU; el campo; los empresarios, la corte suprema; los fiscales y jueces; periodistas; políticos opositores; etc» (SIC).

«Todo esto sumado es un cóctel o un guiso que está tomando un peligroso cuerpo, hierve y fermenta, y es contenido por la gran olla de presión cuya manija siempre la tuvo el peronismo», añadía.

El final del texto fue y sigue siendo de lo más inquietante y oscuro: «Sin Cristina hay peronismo. Sin peronismo hay Argentina».

Entre los diputados que firman el proyecto figuraron Francisco Sánchez, diputado del PRO por Neuquén,  quien había pedido la pena de muerte por delitos de corrupción cuando los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola solicitaron 12 años de prisión para CFK en la «causa Vialidad»; Pablo Torello, Héctor Stefani, Ingrid Jetter, Alberto Asseff y Carlos Zapata.

A las 3.58 del 1 de septiembre de 2022 Gerardo Milman, desde la costa, tuiteaba: «¿Por qué el ministro de seguridad aumentó la custodia para la vicepresidente? Cristina Kirchner jamás estuvo en peligro en su pequeña República de Recoleta. La sobre actuación nos lleva a preguntar de qué manera se están llevando a cabo el resto de las custodias».

 

Menos de cinco horas después, Sabag Montiel disparó un arma a veinte centímetros de la cabeza de la vicepresidenta.

 

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