Cristina: «El peronismo llega siempre para sanar los desastres que hacen en nombre del libre comercio»

Cristina Fernández de Kirchner, la figura más prominente del peronismo y de la oposición argentina, sigue demostrando su liderazgo inquebrantable, incluso en los momentos más adversos de su carrera política. En su primera aparición oficial como titular del Partido Justicialista (PJ) en el contexto del Día del Militante, la exmandataria reafirmó su rol como la principal voz de resistencia frente al gobierno de Javier Milei. A pesar de la condena judicial por la Causa Vialidad y el retiro de su jubilación de privilegio, Cristina se mantiene firme en sus convicciones y su capacidad de movilizar y galvanizar a la militancia que sigue fiel a su figura.

Durante su intervención en Santiago del Estero, la ex presidenta aprovechó para poner en contexto su situación judicial, comparándola con la proscripción histórica de Juan Domingo Perón. “No me lo van a perdonar nunca”, sentenció, refiriéndose a las decisiones políticas de su gobierno, que le valieron la condena judicial. Con una clara apelación a la memoria histórica, destacó cómo, al igual que Perón, su gestión le devolvió la dignidad a los trabajadores y recuperó el patrimonio nacional, lo que no sería perdonado por los sectores del poder económico y mediático. Cristina se mostró desafiante ante la adversidad, asegurando que no se arrepentiría de ninguna de las políticas que llevó adelante, en particular aquellas que devolvieron el poder a los trabajadores y enfrentaron a los poderes internacionales, como el FMI y los fondos buitres.

Esta reafirmación de su vigencia como líder de la oposición se enmarca en un discurso que no solo habla de resistencia, sino también de proyección hacia el futuro. Cristina subrayó la importancia del rol del Estado en momentos de crisis, comparando la intervención del gobierno kirchnerista durante la crisis de 2001 con la actual postura de un gobierno que parece abrazar un modelo neoliberal y destructivo. En su crítica al presidente Milei, señaló que su agenda política favorece a unos pocos, a los poderosos, mientras que los intereses de la mayoría quedan desprotegidos. Con una crítica feroz a la visita de Milei a Mar-a-Lago(Florida), Cristina destacó que el actual presidente prefiera reunirse con multimillonarios como Donald Trump y Elon Musk en lugar de visitar escuelas, universidades o sindicatos, lugares donde la democracia y la justicia social deberían tener prioridad.

En un tono de firmeza y determinación, Cristina también advirtió sobre los peligros que representa el modelo de Milei, acusando al nuevo gobierno de intentar desmantelar el Estado en beneficio de unos pocos, dejando de lado las necesidades del pueblo argentino. Al mismo tiempo, posicionó a su figura como un referente de lucha por la justicia social y el fortalecimiento del Estado como motor de desarrollo y equidad. Su discurso, claro y contundente, se construye no solo sobre la defensa de sus propias decisiones de gobierno, sino también sobre la defensa de un modelo de país que, según ella, ha sido probado exitoso en tiempos de crisis y es precisamente ese modelo el que los sectores más poderosos quieren destruir.

Así, Cristina Fernández de Kirchner continúa siendo una figura clave en la política argentina, capaz de articular una oposición férrea y estratégica al gobierno de Javier Milei. Su figura no solo representa la resistencia frente a la judicialización de la política, sino también una alternativa clara a las políticas de austeridad y desregulación que propone el actual oficialismo. En un contexto donde muchos se han alejado del debate político y se han resignado ante el avance de un neoliberalismo sin frenos, Cristina mantiene viva la llama del peronismo, convocando a la unidad y a la movilización popular como respuestas frente a los desafíos del presente.