
Córdoba: Un cadáver en el placard de un ex policía con domiciliaria condenado por matar a un nene
Confirman la identidad de la joven víctima hallada por albañiles en julio pasado
El hallazgo ocurrió el pasado 5 de julio, cuando dos albañiles que realizaban trabajos de refacción en el departamento 3°B de un edificio ubicado sobre la calle Buenos Aires al 300 de la capital cordobesa notaron un fuerte olor que los llevó a alertar a la Policía.
Los agentes ingresaron a la propiedad y, al revisar el interior, encontraron una puerta tapiada con cemento. Detrás, un armario sellado contenía el cadáver, que se encontraba envuelto en mantas, atado con un cable y en posición sentada.
El estado de descomposición del cuerpo era tal que inicialmente no fue posible determinar ni el sexo ni la edad. Sin embargo, peritos forenses estimaron que la muerte se había producido al menos seis meses antes, lo que condujo a cruzar datos con las denuncias de personas desaparecidas en ese período.

La investigación para establecer la identidad fue liderada por la Fiscalía de Distrito III Turno III, que venía trabajando en el caso de desaparición de Milagros Basto.
Fue a través de un análisis de genética forense realizado por el Instituto de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba y con el apoyo del área de antropología, que se confirmó que los restos pertenecían a la joven. Para ello, se compararon muestras tomadas del cadáver con ADN de familiares directos.
Milagros vivía en el barrio Bajo Pueyrredón y según fuentes judiciales, atravesaba una situación de adicción a las drogas. La familia había realizado múltiples presentaciones ante las autoridades denunciando su desaparición en los últimos meses de 2024.
La causa por su paradero estuvo inicialmente en manos de la fiscal Silvana Fernández, hasta que el hallazgo del cuerpo desplazó la investigación a otra unidad judicial.
El sospechoso, preso por matar a un nene
El departamento en calle Buenos Aires al 300, donde se produjo el hallazgo, era habitado por Horacio Antonio Grasso, un ex policía condenado en 2009 por el homicidio del niño Facundo Novillo Cancinos.
Grasso cumplía prisión domiciliaria en esa propiedad, bajo control con tobillera electrónica, pero fue trasladado días antes del hallazgo a la cárcel de Bouwer por reiterados incumplimientos de las condiciones impuestas.
El caso quedó en manos de la Fiscalía de Distrito I Turno VI, a cargo de José Bringas, que ahora busca determinar las circunstancias exactas del fallecimiento, el posible vínculo entre Milagros y Grasso, y si se trató de un femicidio.
Según fuentes citadas por Cadena 3, “es muy posible que con esta información se termine por imputar al ex policía”.
Según el testimonio de una residente, se escucharon gritos de una mujer provenientes del departamento de Grasso el pasado 11 de febrero. “Ahora nos preguntamos si no era ella, o si había otra mujer”, afirmó en diálogo con el medio Vía País.
En un primer momento, una autopsia preliminar había estimado que el cuerpo correspondía a una mujer de unos 30 años. El deterioro de los restos complicó los análisis iniciales, pero el cruce con las denuncias de personas desaparecidas y el posterior estudio genético permitieron finalmente confirmar la identidad de la víctima.
A partir de ahora, el foco estará puesto en establecer la causa de muerte, el contexto del crimen y la eventual responsabilidad penal de Grasso, quien ya cumple una condena de 27 años de prisión por un homicidio anterior.
EL CRIMEN DEL NENE NOVILLO CANCINOS
Horacio Grasso es un exoficial de la Policía de Córdoba, condenado a 27 años de cárcel por su rol en el crimen ocurrido el 26 de marzo de 2006 en barrio Colonia Lola.
Esa mañana, tres hombres llegaron en un Renault Clio a una vivienda ubicada en Entre Ríos 5609. Dos de ellos, disfrazados de policías, irrumpieron en la casa, maniataron a una mujer y a su hijo, y robaron 15 mil pesos, dinero que según la investigación estaba ligado a la venta de droga de una megabanda narco.
El tercer hombre era Grasso, que aguardó siempre al lado del Clio afuera de la vivienda. Durante la huida, se produjo un tiroteo y el expolicía disparó. Uno de esos tiros atravesó la luneta de un Renault 12 en el que iba Laura Cancinos con su hijo Facundito, impactando en la cabeza del niño, provocándole la muerte.
Tras cumplir parte de la condena, Grasso obtuvo la domiciliaria por una supuesta afección cardíaca y ocupaba el departamento donde ahora la Policía encontró el cadáver dentro de un ropero, a sólo dos cuadras de la plaza San Martín.
Fuente: El Litoral





