Josefa Rosario Ojeda, una santafesina de 95 años, concurrió a votar junto a su nieto. Por otra parte, la barilochense Elma Morris concurrió sola a la escuela que tenía destinada. Fueron felicitadas por las autoridades de mesa y los vecinos que se encontraban en los establecimientos también para cumplir con su deber cívico.
Con 95 años, Josefa Rosario Ojeda, fue una de las más grandes electoras de la jornada. Nacida en 1920 en Viamonte, provincia de Santa Fe, doña Josefa no se quiso perder la posibilidad de votar y contó al portal Redacción Rosario que le pidió a su nieto ir a votar “porque hay que cuidar lo que se consiguió en estos últimos doce años”.
La mujer aprovechó un contacto con la prensa en la puerta de la escuela, donde manifestó que “recién en esta década empecé a tener aumentos en la jubilación». Trabajadora de casa de familia toda la vida, la abuela recordó que recién después del 1945 comió “por primera vez pan dulce” y que antes de esos años “los chicos jugaban con latas de sardinas”.
recién en esta década empecé a tener aumentos en la jubilación
Josefa compartió otra anécdota luego de votar y rememoró que estuvo en Ezeiza. “Pedí permiso en la casa donde trabajaba y me fui sola a recibir al general”, contó acompañada de su nieto.
Por otra parte, en Bariloche y también pese a no tener la obligación de hacerlo, la vecina Elma Morris concurrió a votar este domingo a la escuela 16 con sus jóvenes 94 años.
La vecina además, tuvo que sufragar en el primer piso del establecimiento, pero no pidió ayuda ni mucho menos y subió las escaleras sin inconvenientes para emitir su voto. La vecina fue felicitada por las autoridades de mesa y por quienes se encontraban allí en el momento. Todo un ejemplo del deber ciudadano.
