Compra de armas: «La política de Defensa está alineada al Comando Sur, representación del Pentágono ante América Latina»
Por Maximiliano Borches
Luego de conocerse públicamente que el Gobierno Nacional gastará unos 2 mil millones de dólares en la adquisición de componentes militares -básicamente helicópteros artillados de combate y de transporte, y decenas de vehículos blindados para transporte de tropas- en medio de una recesión de la economía nacional que lejos de frenarse, se agudiza, y ante la falta de inversiones y de políticas que fomenten la generación de empleo, en un escenario de alta volatilidad laboral que ya arrojó a medio millón de argentinos a las calles, el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, analizó en dialogó con IB24, los motivos de esta decisión tomada por la administración que encabeza Mauricio Macri.
-¿Cómo analiza la compra de armamentos por parte del Gobierno Nacional a Estados Unidos por más de dos mil millones de dólares?
Me genera tres reflexiones, primero, que me resulta absolutamente extemporáneo una decisión de éstas características en la compra de armamento militar cuando el gobierno dice que no hay fondos suficientes para resolver el reclamo docente, quienes sólo pretenden un salario digno y recomponer parte de su salario que este gobierno, por sus políticas económicas, les hizo perder. En segundo lugar, la misiva que el embajador Lousteau le envía a los congresistas norteamericanos hace referencia a la compra de equipamiento para las Fuerzas Armadas argentinas para que combatan contra el terrorismo, bueno, lo que yo quiero decir es que el terrorismo es la ciminalidad organizada, y la criminalidad organizada no tiene ámbito de actuación en el marco del Ministerio de Defensa, sino en el ámbito de la Seguridad Interior; es decir que las leyes argentinas prohíben que las Fuerzas Armadas puedan actuar contra el terrorismo y lo depositan de esa manera en el ámbito de la Seguridad Interior, por lo tanto si se quiere comprar equipamiento a las Fuerzas Armadas para combatir al terrorismo, lo que podemos decir, es que el embajador ante Estados Unidos no conoce las leyes argentinas, lo cual es gravoso. Y el tercer elemento, que resulta curioso y sorprendente, es que mientras el gobierno anuncia esta compra, al mismo tiempo este mismo gobierno ha desactivado una serie de programas que tienen que ver fundamentalmente con la capacitación y el equipamiento para las Fuerzas Armadas; ha desactivado la fabricación y modernización de radares en INVAP y el despliegue de éstos, que son los de largo alcance, en la zonas de la frontera Norte, también la remotorización de los aviones Pucará, también se desactivó el 60% de vehículos blindados de transporte, desactivaron la modernización del TAM, el Tanque Argentino Mediano, y se se ve en la lista de armamentos que se difundió no sólo aparecen las compras de vehículos blindados y tanques, habiendo desactivado los de aquí, sino también una gran cantidad de helicópteros; en la Base Aérea que está en Moreno, donde se asientan gran parte de los helicópteros de la Fuerza Aérea ahora está siendo desactivada para concentrarla en Morón y eso lo que significa es que no van a tener capacidad de concentración para la gran cantidad de helicópteros que han comprado, pero bueno, me parece que todo responde a una gran contradicción y claramente una de las consecuencias de éstas políticas es la de un alineamiento absoluto con Estados Unidos en cuanto a la política exterior que lleva a cabo este gobierno, por lo tanto la política de Defensa está alineada con el Comando Sur, que es la representación del Pentágono en América Latina, es más, el actual titular del Pentágono ante el Congreso norteamericano es el anterior titular del Comando Sur. Argentina ha firmado un convenio entre el Ministerio de Defensa y la Guardia Nacional de Georgia, propiciado por el Comando Sur, para capacitar a las Fuerzas Armadas argentinas para dar repuestas ante situaciones de emergencias o catástrofes, y esa es unas de las políticas que tiene el Comando Sur para su inserción en América Latina, la otra política que tienen es la del combate contra el narco-terrorismo y con cualquiera de esas dos políticas utilizan a las Fuerzas Armadas de los países regionales para la estrategia del Comando Sur que es la de controlar las políticas de Defensa del Continente.
-El año pasado, el embajador de Israel en Argentina también se refirió a una posible hipótesis de conflicto en nuestro país con grupos terroristas (*Ver link nota al final de la entrevista), ¿esa hipótesis es objetivamente cierta en nuestro país?, ¿de qué hablamos, cuando hablamos de terrorismo acá?
Eso lo tendría que explicitar con la mayor claridad posible ese gobierno si maneja esa hipótesis. El Gobierno Nacional lo que tiene que hacer ahora, a partir de que se conoce por un lado, que están reduciendo programas que estaban iniciados y son vitales para el desarrollo del complejo de la Defensa en Argentina, y por el otro lado intentan comprar equipamiento afuera, que son equipamientos enlatados, de los que se sabe que se pagan tres veces: la primera cuando se compra, la segunda vez para el mantenimiento, y la tercera se paga cuando se lleva a cabo el mantenimiento mayor de media vida para darle más capacidad al material obtenido, digamos que de esta manera el material con el que cuenta el país se descarta y ninguna de las tareas de actualización y mejoramiento de los controles de procesos se realizan en ninguna de las fábricas militares argentinas.
Agustín Rossi: «Mientras el gobierno anuncia esta compra de armas, al mismo tiempo este mismo gobierno ha desactivado una serie de programas que tienen que ver fundamentalmente con la capacitación y equipamiento de las Fuerzas Armadas: desactivó la fabricación y modernización de radares producidos acá por INVAP»
-¿Esta extranjerización del material bélico que se paga tres veces como usted recién explicó, en el mediano plazo profundiza la relación de dependencia de nuestros país, en este caso con Estados Unidos, en detrimento de la industria nacional de la Defensa?
Esta claro que cuando se dejan de lado los desarrollos científicos-tecnológicos autónomos de lado, se profundiza claramente una relación de dependencia y extranjerización, por eso nosotros, cada vez que buscábamos algunos de esos desarrollos, buscábamos que tenga alguna contraparte que beneficiara al país en cuanto a la tecnología, por ejemplo, nosotros modernizamos los aviones Hércules C-130 en Estados Unidos, bueno, el primero se modernizó en Dallas, mandámos técnicos de FAdeA (N-E: Fábrica Argentina de Aviones) a Dallas para se capaciten allí, y el resto de los aviones Hércules, luego, fueron modernizados en FAdeA.
-Lo que usted cuenta, me recuerda a los años noventa, cuando FAdeA había sido convertida en una taller de la fábrica militar estadounidense Lokheed
Sí claro, la fábrica de aviones por ese entonces terminó siendo privatizada y se transformó en el taller de raparaciones de la Lokheed, sin que tuviera ningún proyecto de generación de tecnologías.
-¿Considera que volvemos a ir en ese camino respecto a la industria vinculada a la Defensa Nacional?
Probablemente sí, porque además están habiendo despidos en FAdeA como en los Astilleros TANDANOR, y más aún con todos los programas desactivados de modernización de los componentes par ala Defensa Nacional, como el fin de la remotorización de los aviones Pucará, y el parate en la construcción del avión Pampa III, un avió argentino de entrenamiento avanzado, entre otros.
*VER NOTA DE LA NACIÓN:
http://www.lanacion.com.ar/1958331-ilan-sztulman-israel-ayuda-en-la-deteccion-de-celulas-terroristas