Claudio Marín: “Hasta los traidores son imprescindibles”

El secretario adjunto del sindicato de los trabajadores de telecomunicaciones (FOETRA) analizó el proceso de cara a la unidad del peronismo y cuestionó con firmeza el Presupuesto aprobado esta semana tras una maratónica sesión en la Cámara de diputados. “Hasta los traidores son imprescindibles, porque lo que tenemos enfrente no quiere partidos políticos”, consideró el sindicalista. Además, llamó a estar atentos porque “donde pensemos que se caen nos podemos comer la curva como en Brasil con Bolsonaro”.

Hugo Gulman

-Se votó el presupuesto. Arranquemos por ahí, después vamos para atrás.

Marín: Lo primero que surge es ¿cómo sucede que representantes del bien común votan cosas que afectan de manera directa el bien común? Bajan en ciencia, técnica, planes sociales, infraestructura. Si votás eso estás cagando a la gente. No hay que ser muy buen teórico. Hay un contrasentido entre lo que se manifiesta hacer y lo que se hace. Hay algo muy palpable de votar recorte en todos estos rubros y más. No hemos sabido construir una fuerza que contenga a todos aquellos que pensamos que gobernar y hacer política es para el bien del conjunto y no un mismo sector. No digo sólo económico, sino una región, una provincia, un municipio, que es lo que termina pesando en el voto.

-¿Qué faltó para ese cambio político? Hablan del cambio cultural, como en el Coloquio IDEA, pero de golpe vienen y arrasan con todo.

Marín: Estaría bueno que se les cayera alguna idea. ¿Reforma laboral? Más sopa. Que se les ocurran otras cosas, cómo invertir y generar empleo. El sector empresario tiene una misión de carácter social, es lícito que ganen dinero pero también es lícito y es una obligación que generen empleo. Nos faltó construir una herramienta para enfrentar algunos intereses. Esa construcción faltó, no les faltó a estos muchachos que reemplazaron el partido militar por un Macri que hoy tiene votos propios. La derecha es orgánica, tiene un partido y un 25 por ciento de votos propios, orgánicos de la derecha. Nosotros, en cambio, no tenemos un partido, no hemos hecho una actualización en el plano ideológico de la construcción de un paradigma político. Se nos cayó el muro y tenemos un problema, no sabemos lo que está bien, lo que está mal y hacia dónde queremos ir. Puedo dar la vida por un cambio de sistema, pero no la puedo dar por tal o cual dirigente, independientemente de que todos vamos a votar a Cristina.

-Hubo un montón de diputados que hablaba como peronistas y votaban como macristas. ¿Dónde queda la palabra, las ideas, cuál es la negociación oculta en el voto?

Marín: No quiero ser pedante, ni mucho menos. Los gobernadores piensan en términos de tres o cuatro meses, de cómo pagan sueldos y aguinaldos, creo que pensaron en eso. Hay proyecto político, económico y social que trasciende las fronteras de un modelo de acumulación. A un tigre no se le puede tocar la cola con un palito: o lo vas a matar o lo vas a matar, no lo jodas porque te come. Hay que hacer una reforma agraria, nacionalizar la banca, hay que tener con qué plantear estas reformas de fondo, sino ¿quién enfrenta al tigre? Pero no hay otra manera de construir paradigma político.

-Se habla de los 10 millones para arreglar la plaza, pero adentro del Congreso se votaba un endeudamiento para cinco generaciones…

Marín: Si son 10 millones, hay tongo, un vuelto, porque no cuesta 10 millones. Este es el pase del mago, que cuando hace el truco te obliga a mirar para arriba pero pasa la mano por abajo. Es lo mismo: endeudan, el presupuesto va al pago de la deuda y te muestran el banco roto de una plaza. Lo tienen que hacer de esa manera porque si no tienen que decir la verdad, y eso resulta en que se tengan que ir o que se suicida la mitad de la población.

Hoy tienen el control de la ideología, el sentido común lo manejan ellos. Es facho, es de derecha.

-Otra vez vuelve a no depender de ellos. Los analistas y las encuestan dicen que están muertos, pero sabemos que tienen capacidad de reacción y respaldo económico para lograrlo. Quedarnos en la queja no tiene sentido.

Marín: No, ni queja ni diagnóstico. Cambiemos de diagnóstico, la queja la tenemos y hay que seguir protestando y hay que seguir saliendo a las calles. Alguien puede interpretar que se dice que no salgamos a movilizar. Vamos a tener muchas ganas de movilizarnos. Hay que hacerlo, pero no alcanza. Donde pensemos que se caen nos vamos a comer la curva como ocurrió en Brasil con Bolsonaro.

-CGT: se quebró el triunvirato y poco después se fue uno de los alfiles, más otros gremios chicos que se fueron. ¿Cómo ves el panorama dentro de la CGT?

Marín: Siempre que tengo que hablar de la CGT se me complica, porque estoy en la mesa directiva de la CTA. Yo lo pienso como el movimiento obrero organizado.

-Hace unos meses hubo un intento de regresar a la CGT.

Marín: Claro que la CTA volvería. Con determinadas reglas y pautas buscar un acuerdo del movimiento obrero es un piso mínimo en relación a qué queremos hacia adelante. Estamos con un modelo de desarrollo al mercado interno, reparto del PBI acorde a lo que ocurre, se puede llegar a un acuerdo, pero creo que hasta los traidores son imprescindibles, porque lo que tenemos en frente es otra cosa, no quiere partidos políticos.

-¡Qué frase! ‘Hasta los traidores son imprescindibles’. ¿Lo podés ampliar?

Marín: Si se puede traer de este lado a los que objetivamente jugaron para el macrismo, hay que hacerlo para que no se consolide un modelo de derecha declarada  que no quiere sindicatos. La idea de ellos es un país con sindicatos mucho muy débiles. Si uno identifica cuál es el enemigo principal y cuáles son las contradicciones secundarias, hay que incluir a aquellos que manifiestan que tienen que estar todos porque si no están todos no hay que hacer nada.

¿Son muchos los que juegan inconscientemente?

Marín: No… yo no creo en los inconscientes. No olvidemos que el modelo kirchnerista tocaba intereses de las corporaciones, pero también de las corporaciones sindicales.

-“Con Cristina sola no alcanza, sin Cristina es imposible”. Es una frase que aplican varios analistas. ¿Qué opinás?

Marín: Sí, no quepa ninguna duda. (Aníbal) Fernández dijo en la TV: ‘Vamos a hacer un asado: yo traigo las verduras, otro pone el vino, el otro los cubiertos. Y Cristina lleva la carne, pero le dicen que tiene que comer verduritas, no la carne’. ¿De qué hablamos? Obvio que va a estar Cristina, que es la que tiene los votos y la que define la situación. Los problemas tácticos son discusiones menores. Pero el eje opositor es la expresidenta, que no quepa ninguna duda. Cristina Fernández de Kirchner tiene el caudal de votos necesarios, sin ella es una expresión minoritaria y del otro lado gana cualquiera. Fíjense lo que ocurre con Lula, que viene ganando con el 45%: no está él y gana Bolsonaro.

Esta es la transcripción de la entrevista realizada por el programa ‘Quedate con el vuelto’, que se transmite los lunes a las 16 por AM 740 Radio Rebelde