Equipos conformados por investigadores locales detectaron el momento en que se producen las primeras diferencias entre las células que componen un embrión. El hallazgo fue portada de la revista científica Cell.
Un grupo de científicos argentinos liderados por la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Dra. Valeria Levi, junto a otro equipo en Singapur, dirigido por el biólogo argentino, Dr. Nicolás Plachta, lograron descifrar una instancia clave en el proceso de diferenciación celular. El trabajo, publicado en la prestigiosa revista Cell, podría ser de utilidad para detectar las causas de ciertas fallas tempranas en embarazos y aporta a la futura aplicación de las células madre en el área de la medicina regenerativa.
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista Cell, podría ser de utilidad para detectar las causas de ciertas fallas tempranas en embarazos y aporta a la futura aplicación de las células madre en el área de la medicina regenerativa.
El hallazgo describe cómo la interacción del ADN con el factor de transcripción Sox2, en embriones en el temprano estadio de cuatro células, predice el destino de la progenie de cada célula. “Para observar proteínas u otros componentes en el interior de las células, se requería destruir el embrión. De esta forma, si había alguna diferencia detectada no podía determinarse si ésta era importante para el desarrollo posterior del mismo”, explicó la doctora en Química y directora del Laboratorio de Dinámica Intracelular del Departamento de Química Biológica y el instituto IQUIBICEN-CONICET, Valeria Levi, en referencia al método utilizado previamente en dichos análisis. El equipo de científicos implementó una técnica avanzada de microscopía de fluorescencia que permitió el estudio de las moléculas en forma individual y de las células que componen el embrión vivo, lo que posibilitó observar su evolución.
“En el caso de desarrollo embrionario, sabemos que el prendido y apagado de determinados genes en cada célula define la función que tendrán en la progenie”, expuso la Dra. Levi, como parte de las conclusiones obtenidas del análisis de la unión de proteínas denominadas factores de transcripción a sitios específicos en el ADN en las células que componen un embrión. El estudio abordó la interacción con uno de esos factores de transcripción, el Sox2, y evidenció que ya existen diferencias estructurales en la cromatina (conformada por ADN y proteínas asociadas) cuando el embrión está formado tan solo por cuatro células, y que estas heterogeneidades determinan la función que cumplirán las células hijas.
En cuanto al impacto científico, la investigadora del CONICET aseguró que el hallazgo permite discernir entre dos sistemas de explicación de la diferenciación celular. “El modelo clásico asevera que las células son idénticas hasta que perciben entornos distintos, situación que ocurre cuando el embrión tiene entre 16 y 32 células. En contraposición, se propuso que existen diferencias entre las células en estadios aún más tempranos y que éstas determinan distintos destinos para la progenie”, señaló la doctora en Química.
se propuso que existen diferencias entre las células en estadios aún más tempranos y que éstas determinan distintos destinos para la progenie
El equipo argentino liderado por la Dra. Levi y conformado por Juan F. Angiolini, Yanina D. Alvarez, Esteban Mocskos y Luciana Bruno, trabajó en conjunto con el del Dr. Nicolás Plachta e integrado por Melanie D. White, Gurpreet Kaur, Ziqing W. Zhao y Stephanie Bissiere. Tanto el Dr. Plachta como la Dra. Levi, que se desempeña como profesora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, forman parte del Programa RAICES (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Ambos se conocieron en 2012 durante un Simposio de Biología Molecular Avanzada, evento organizado por la cartera de Ciencia con el fin de vincular a investigadores del European Molecular Biology Laboratory (EMBL) con científicos argentinos, y desde entonces trabajan en el proyecto que fue publicado el 24 de marzo en la revista especializada Cell.