Cayó el Primer Ministro de Portugal
La izquierda portuguesa aprobó una moción de rechazo con la que derribó al gobierno conservador del primer ministro Pedro Passos Coelho, que por lo tanto resultó ser el más breve de la historia democrática lusa. La medida fue impulsada por una amplia alianza entre socialistas, marxistas y comunistas, que cuentan con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
La coalición izquierdista logró 123 votos a favor contra los 107 de la oposición y se valió de una moción establecida en la Constitución, que en caso de ser aprobada implica la renuncia de todo el Gabinete de ministros, tal y como sucedió esta vez con el gobierno de Passos Coelho, formado por socialdemócratas y democristianos. Desde el retorno de la democracia a Portugal en 1974, el recurso había prosperado una única vez: en 1978 y contra el entonces primer ministro Alfredo Nobre da Costa.
La caída de Pedro Passos Cohelo se produjo apenas once días después de tomar posesión.
El líder del Partido Socialista (PS) y aspirante a encabezar el próximo gabinete con el apoyo del marxista Bloque de Izquierda, el Partido Comunista Portugués (PCP) y Los Verdes, Antonio Costa, afirmó que aguardaría “serenamente” a que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, proceda a la apertura de contactos previos al encargo de formar un nuevo ejecutivo.
El discurso de Costa fue intenso y marcó un momento decisivo en la historia de Portugal, ya que como él mismo subrayó, es la primera vez que puede haber un gobierno apoyado por los cuatro partidos de la izquierda.
Durante su intervención, el líder hizo un guiño a sus socios de izquierda. “Saludo el sentido de responsabilidad patriótica que Portugal necesita y que garantiza el cambio que pidieron los portugueses en las elecciones”, dijo.
Se puede pasar la página de la austeridad en la Zona Euro”, proclamó Costa, quien recibió las críticas del centroderecha por haberse aliado con la izquierda radical.
Debido a las características del sistema político portugués –semipresidencialista, al estilo del francés–, la Constitución otorga al jefe del Estado un vasto poder a la hora de interpretar el resultado de las elecciones y decidir quién debe formar gobierno. El presidente, el conservador Aníbal Cavaco Silva, escogió como primera opción a Passos Cohelo por ser el aspirante más votado, a sabiendas de que corría el riesgo de ser tumbado en su primera intervención en el Parlamento.
El presidente tiene ahora que elegir entre encargar a la izquierda la formación de gobierno, mantener al actual en funciones hasta la celebración de nuevas elecciones –no antes de junio de 2016– o formar un Ejecutivo “de iniciativa presidencial” con personas independientes.
Mientras en el interior del hemiciclo la oposición izquierdista derribaba el gobierno, dos manifestaciones enfrentadas discurrían a las puertas del Parlamento, una en apoyo de los conservadores y otra favorable a los grupos de izquierda.
Miles de personas se juntaron en la zona, separadas por un pasillo de seguridad y atentamente vigiladas por la policía, que reforzó el operativo para evitar incidentes. La protesta convocada por miembros de los partidos de centroderecha dirigió sus críticas contra Costa y le acusó de encabezar un ataque contra los legítimos ganadores de las elecciones.
Enfrente, manifestantes reunidos por el mayor sindicato del país, la CGTP (de orientación comunista), mostraron su respaldo a un acuerdo de izquierdas que ponga fin a la austeridad.