Carta de la hija de un desaparecido: «Todavía siento el frío de la escopeta en la sien»
Fabiana Rousseaux tenía doce años cuando la apuntaron con una escopeta para preguntarle dónde estaba su padre. A su hermano, un bebé, también lo apuntaron. Destruyeron sus libros y desaparecieron a su padre. Hoy computan su pena con el 2×1.
La carta completa:
Tenía 12 años cuando en una madrugada de mayo muy pocos días después del golpe de Estado la patota tiró la puerta abajo y entró a mi casa mientras mis hermanitos muy pequeños y yo dormiamos, y cuando una Ítaca se clavó en mi sien. Todavía siento esa sensación algunas veces. Hijos de puta, donde está tu viejo????
Hable señora o nos llevamos a sus hijas!! Él bebé lloraba porque le clavaron una linterna en sus ojos y miraba a su mamá enloquecido. Las niñas ( mi hermana y yo) intentabamos no enloquecer frente a la jauría enloquecida de 15/20 milicos y canas q habían tomado mi casa mientras helicópteros sobrevolaban la terraza de un depto de 30 mts2 como mucho…
Y rompían los libros q mi viejo había comprado a un corredor de libros que pasaba todos los meses a cobrar su cuota ( esa es mi herencia decía él orgulloso) y yo sentía en ese momento una culpa enorme! Si mi papá paga esto todos los meses con su sueldo de operario cómo se lo van a robar! Estaba indignada a mis doce. No sabía que ese día era el último que había visto a mi viejo. No sabía que a partir de allí nunca más volvería a verlo.
No sabía q la colección de libros q mes a mes él pagaba iba a ser destruida por la patota. Pensé, con mis doce, qué raro! Porqué me amenazan con llevarme con ellos y mi mamá llora? Porque leí esos libros? Ahora llega mi papá y les aclara todo…Nunca más volví a verlo ni volví a ver mi casa ni mis libros ni a mis amigos de la escuela ni la escuela, ni mis discos ni juguetes ni mi ropa.
Pero si hay algo que entendí esa madrugada de mis doce años es que esa herencia no se rompe con fallos infames.
Texto de Fabiana Rousseaux