CAME señala los efectos negativos del ajuste en vialidad nacional
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) alza su voz en apoyo a la Federación Económica de Corrientes (FEC), exigiendo de manera urgente la reparación de las rutas nacionales 12 y 14, dos arterias claves para el desarrollo económico y la integración regional e internacional. Sin embargo, el reclamo no es sólo una cuestión de infraestructura, sino de supervivencia económica para el país. La parálisis en la ejecución de la obra pública está erosionando las bases mismas de la competitividad nacional y poniendo en riesgo el futuro de múltiples sectores productivos.
Las rutas 12 y 14 no son solo caminos que conectan provincias; son arterias vitales para el comercio argentino y para el acceso al mercado internacional, particularmente dentro del marco del Mercosur. El abandono de estas rutas por parte del Estado no sólo refleja una desidia en el mantenimiento de la infraestructura crítica, sino también una gravísima amenaza al crecimiento económico y la seguridad vial.
El deterioro de estas vías ha generado un escenario de costos crecientes para el transporte de productos esenciales como los bienes agrícolas, forestales e industriales, poniendo en una situación aún más vulnerable a las pymes que dependen de estas rutas para mantener su competitividad. La falta de inversión en infraestructura ha encarecido la logística, afectando el flujo de mercancías y limitando las exportaciones, un golpe directo a la economía nacional.
Además de los perjuicios económicos, la inacción sobre la reparación de estas rutas ha incrementado de forma alarmante los accidentes viales, poniendo en peligro la vida de miles de argentinos que transitan diariamente por estos caminos. La inseguridad es palpable y, lamentablemente, la solución sigue estando postergada.
El impacto negativo no se limita a los sectores productivos: el turismo, otro motor clave de las economías regionales, también se ve gravemente afectado. La falta de una conectividad segura y eficiente está mermando las oportunidades de desarrollo en comunidades locales, privando a estas regiones de una fuente importante de ingresos.
La falta de acción sobre estos problemas no es una cuestión menor. Las autoridades nacionales deben entender que el desarrollo económico no puede esperar. Las reparaciones de estas rutas estratégicas son una necesidad urgente, no sólo para mejorar la competitividad del comercio nacional e internacional, sino también para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los argentinos.
Desde CAME, se subraya la necesidad de un enfoque colaborativo entre el sector público y privado para garantizar la pronta rehabilitación de estas vías. El tiempo apremia y es imperativo que las autoridades prioricen la reparación y mantenimiento de estas rutas, si en verdad se busca un futuro próspero y sustentable para la economía argentina.
