Blindaje mediático: «miedo, incertidumbre, desesperación», pero nadie tiene la culpa
Como si se tratara de daños producidos por las fuerzas de la naturaleza, de los que nadie es responsable, los medios que conforman el aparato de manipulación desvinculan al Gobierno de los hechos concretos y presentan las peores noticias como acontecimientos sin causa, sin origen, sin explicación, como hechos que simplemente suceden.
Por Claudio Siniscalco
Hablan de sentimientos, emociones, temores, angustias, esperanzas. Muestran parejas, familias, personas como cualquiera de nosotros. Buscan la empatía del lector, la identificación. Intentan provocar frases como “Uh, me podría haber pasado a mí; pobres, ojalá lo solucionen”. Lo que no hacen es explicar por qué pasa lo que pasa.
“Miedo. Incertidumbre. Desesperación. También obsesión. Hasta lo grafican como «bomba de tiempo». Se trata de algunas expresiones que denotan la angustia y la preocupación de muchas familias que, en los últimos años, accedieron a préstamos hipotecarios UVA y ahora notan que sus cuotas se han ido a las nubes, debido a una inflación galopante que les generó aumentos del 30% en solo seis meses y del 47% a lo largo del 2018″.
La descripción puede leerse en un artículo publicado ayer por Clarín, bajo el título “Hipotecados UVA – Cumplieron el sueño de la casa propia y ahora temen perderla”. “Son familias que compraron su vivienda con créditos ajustables por inflación. En los últimos meses su deuda creció fuerte y les preocupa no poder seguir pagando. El remate, el mayor fantasma”, explica también la nota.
Luego, en el resto del artículo, presentan casos particulares, con nombres, ocupaciones, edades y muchas apelaciones a la emotividad. “Ingeniero de Sistemas, Diego Spinedi (45), que vive en La Plata, le cuenta su caso a Clarín y rememora lo que empezó siendo la bendición de la casa propia, pero dice que hoy atraviesa, junto a su mujer Eugenia, una verdadera pesadilla”.
«En octubre de 2016 pedimos un préstamo UVA al Banco de la Provincia de Buenos Aires, que nos dio $ 1.215.000 (el dólar estaba a $ 15) para comprar el 70% de la casa. El resto lo conseguimos con ayuda de familiares y amigos». Dos años después, cuenta que no sólo no redujeron la deuda, sino que la hipoteca saltó a $ 2.100.000. «Nuestra primera cuota fue de $ 11.000 y en diciembre último pagamos $ 18.000, lo que representa más del 50 % de aumento», expresa desconsolado Spinedi”.
Si bien se mencionan situaciones vinculadas al sacrificio («Eliminamos todo tipo de esparcimiento para nosotros y los chicos, y bajamos los gastos una enormidad”), nunca se contextualiza la información, ni se menciona a los responsables, ni se explican las causas. Las palabras “Macri”, “Gobierno”, “Cambiemos”, o el nombre de algún ministro, no aparecen ni una sola vez en la extensa nota.
“Estamos empezando un año eleccionario y si bien esto no pasa por colores políticos, la solución tiene que venir de la política, de lo contrario será muy difícil», dice uno de los entrevistados.
En definitiva, “esto no pasa por colores políticos” es la idea que intenta transmitir Clarín. Con el ocultamiento ganan tiempo, hasta que (¿por qué no?) puedan echarle la culpa a Cristina de las penurias de los hipotecados UVA.