“Sorpresa” fue la palabra que usaron desde la gerencia de Barrick Gold y el gobierno sanjuanino cuando les preguntaron si esperaban la huelga. En estas semanas se vienen realizando los trabajos de reingeniería para rehabilitar la mina, que en los últimos meses ha tenido distintas paradas por las denuncias de contaminación. La última fue el 29 de marzo, ante nuevos derrames.
Los vecinos de Jachal, así como organizaciones ambientales, vienen planteando el rechazo a la megaminería a cielo abierto y el cierre de Veladero, tal como venimos difundiendo en La Izquierda Diario.
La multinacional minera quiere empezar a producir lingotes de oro a más tardar a mediados de junio, tarea en la cual está consustanciado el gobierno sanjuanino e incluso la máxima dirección sindical.
Sin embargo, a las 0 horas del lunes, comenzó una huelga que paralizó todas las tareas en Veladero. ¿El motivo? Según un comunicado de la seccional de AOMA y el cuerpo de delegados de la empresa, la empresa viene incumpliendo con lo convenido en las paritarias. Entre otras cuestiones, con el mejoramiento de las condiciones laborales del personal. También, con el pase a convenio, e iguales condiciones, para quienes pertenecen a las contratistas.
Los delegados también reclaman por las condiciones en que viven en los campamentos de alta montaña y de las medidas de seguridad para el transporte a esas alturas, y la falta de descanso en los turnos laborales.
Según reflejó uno de los delegados a Radio El Rodeo, “muchos de los trabajadores no tienen ni agua caliente y permanecen en condiciones de vida paupérrimas”. Ya La Izquierda Diario había entrevistado a un exobrero de Barrick Gold que contaba que “varios trabajadores perdieron la vida en la mina”.
Aún siendo domingo, la Subsecretaría de Trabajo se apuró en dictar la conciliación obligatoria por 15 días, y evitar que se retrasen los trabajos de rehabilitación de la mina. El secretario general del gremio, Iván Malla, también se mostró optimista en que se llegue a un acuerdo. Malla se ha mostrado un hombre muy sensible…con las multinacionales mineras. Hace pocas semanas, acusó a los ambientalistas de “ignorantes” y defendió la continuidad de la mina a cielo abierto. Así intenta enfrentar a los trabajadores de las poblaciones afectadas por la contaminación.
Queda claro que a las empresas, los funcionarios y dirigentes sindicales, las condiciones de sus trabajadores valen tan poco como la de las poblaciones y el medio ambiente que rodea su emprendimiento.
(Fuente: resumenlatinoamericano.org)