Ban Ki-moon solicitó bajar la tensión entre Israel y Palestina
El secretario general de la ONU volvió a denunciar en Ramallah que los asentamientos judíos en territorio palestino ocupado son ilegales, y pidió rebajar la tensión de las últimas tres semanas entre palestinos e israelíes.
«Las actividades en los asentamientos en Cisjordania son ilegales», afirmó el secretario general en una rueda de prensa con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, con quien se reunió durante varias horas. En una visita de dos días a la región para tratar de frenar la violencia en la zona de estas últimas tres semanas, Ban destacó que «debemos poner fin a la actual ola de violencia» y aseguró que ésta «nunca conducirá a la paz». «Estoy preocupado por la escalada en las zonas palestinas, no hay ninguna justificación para matar», destacó, y pidió también a los israelíes «el máximo autocontrol».
Por su parte, el presidente palestino señaló que a su pueblo «no le gusta la violencia», ni busca «provocaciones», informó la agencia de noticias EFE. Abbas aseguró que la rebelión actual brota de la desesperanza, la miseria y el bloqueo político que sufre su pueblo. «La falta de un horizonte político y la ausencia de esperanza para el futuro, así como las dificultades económicas han llevado a esta situación de rebelión», declaró después del almuerzo de trabajo que mantuvo con Ban.
«Abogamos por una paz basada en el derecho y la justicia», proclamó antes de acusar al Gobierno de Benjamín Netanyahu de «violar los acuerdos firmados». «Hemos pedido a la ONU que ofrezca protección al pueblo palestino (…) pero negarnos nuestros derechos y actuar agresivamente contra nuestro pueblo no nos disuadirá de seguir buscando nuestra derecho (a la autodeterminación)», insistió.
«Hay todavía una oportunidad para la paz, pero no cumpliremos más los acuerdos firmados mientras Israel siga rechazando su implementación», refirió Abbas.
En la reunión que ambos líderes mantuvieron surgió también la necesidad de volver a la mesa de negociaciones después de más de un año y medio de paralización, una posibilidad a la que Abbas se mostró abierto pero cuando «Israel cumpla los acuerdos» firmados hasta ahora. «Hay todavía una oportunidad para la paz, pero no cumpliremos más los acuerdos firmados mientras Israel siga rechazando su implementación», refirió, entre otras, sobre la demanda de paralizar la construcción en las colonias judías de Cisjordania y Jerusalén Este.
Antes de compartir un almuerzo de trabajo con Mahmud Abbas, Ban se reunió con el primer ministro palestino Rami Hamdallah en Ramallah, informó la agencia de noticias DPA.
El máximo funcionario de la ONU está de visita relámpago en la región para conversar con las partes debido a la oleada de violencia fatal y protestas en las calles que empezaron el 1 de octubre en la Explanada de las Mezquitas, ubicada en la porción de Jerusalén anexada unilateralmente por Israel en 1980.
«Israelíes y palestinos están al borde de otro período catastrófico de violencia. Necesitamos evitar que la situación se agrave con un conflicto religioso que potencialmente tendría implicaciones regionales», alertó Ban Ki Moon.
Ayer, Ban condenó la ola de violencia contra los israelíes, pero también advirtió de que las duras medidas de seguridad israelíes pueden ser contraproductivas si sólo engendran más «frustración y ansiedad» entre los palestinos. «Israelíes y palestinos están al borde de otro período catastrófico de violencia. Necesitamos evitar que la situación se agrave con un conflicto religioso que potencialmente tendría implicaciones regionales», alertó.
«No puede haber una distensión sin un resurgimiento de la esperanza», dijo el Secretario General de la ONU al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Ban requirió al primer ministro israelí que hable directamente con el rey Abdullah II de Jordania para que se garantice el statu quo de la Explanada de las Mezquitas, un lugar sagrado para judíos y musulmanes.
El debate por su control ha desencadenado la reciente oleada de violencia, tras una serie de incursiones de ultranacionalistas judíos ortodoxos que provocaron temor entre los palestinos de que el gobierno que integran intente modificar el status del lugar.
Tras su entrevista de hoy en Ramallah, Ban viajará a Jordania para reunirse con el rey Abdullah II, y por la noche celebrará una videoconferencia para poner al tanto al Consejo de Seguridad de la situación en la región.
Mientras siguen llegando hoy noticias de víctimas fatales, generalmente palestinas, hasta ayer y desde el comienzo de la ola de violencia habían muerto ya 48 palestinos, 9 israelíes y un inmigrante eritreo; más de mil palestinos y decenas de israelíes habían resultado heridos.