Asesinaron a Diana Sacayán, emblema de la militancia trans
Diana Sacayán fue encontrada muerta en su departamento ubicado en el barrio de Flores “con signos de violencia”, relató una fuente judicial. La División Homicidios de la Policía Federal investiga a “una persona que entró con ella al edificio”, según el testimonio de un testigo. «Se investiga un crimen, un homicidio», confirmó un funcionario policial.
Diana Sacayán, nació en Tucumán pero se radicó con sus padres en Laferrere. Ella conoció de cerca la pobreza, se prostituyó, pero resistió y aprendió de la militancia colectiva «y nunca más paró. Siempre con proyectos para que las compañeras sepan que hay otras oportunidades en la vida. Así la conocí, así la quiero recordar», resaltó Martín Lonfranco, amigo y compañero de trabajo de la dirigente en el Inadi. Fue él quien acudió a rescatarla cuando, en agosto último, «fue golpeada por policías de la Metropolitana» que les «armaron una causa. Y no fue la única vez que sufría violencia», añadió su amigo. Ese día Diana denunció que fue detenida injustamente por agentes de la Policía Metropolitana que la mantuvieron privada de su libertad durante nueve horas.
Todo comenzó, según su relato cuando ella y otras cinco personas trans integrantes del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y el novio de una de ellas esperaban el Metrobus en Alsina y avenida 9 de Julio, para proseguir viaje, desde Constitución, a la ciudad de La Plata donde pensaban presenciar el tratamiento de la Ley de Cupo Trans en la Legislatura bonaerense.
«Una policía se acercó cuando oyó los gritos y me quiso esposar. No me preguntó qué había pasado y sin mediar palabra consideró que la esposada debía ser yo. Después los policías empezaron a llegar de todas partes: se bajaron dos de un colectivo, vinieron tres patrulleros y cuatro motos. ¡Eran tres policías para cada una! Cuando me insistían para apresarme uno me amenazó con un aparato para dar descargas, como una picana. Me tiraron contra un colectivo y después volé arriba de un taxi que estaba en movimiento. Una vez que me pusieron las esposas me tenían en el piso con sus botas arriba y me decían que mire para abajo”, contó Sacayán. “Fue una payasada inmensa, una falta de respecto y un accionar violento de la Metropolitana pocas veces visto; tan ridículo e inusual que me retrotrae a lo peor de la bonaerense hace 15 a 20 años atrás cuando regían los edictos policiales”, agregó dijo Diana antes de realizar su segunda denuncia penal por maltratos contra la Metropolitana.
Una semana después, la Procuvin denunció a la Metropolitana por la agresión. “Son prácticas sistemáticas de la Metropolitana atacar a grupos sociales vulnerables y vulnerados», dijo el titular de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin), Miguel Palazzani, quien pidió la indagatoria de al menos 12 policías por torturas y privación ilegítima de la libertad de Diana y un empleado del INADI.
Pero ella ya había sufrido una agresión anterior, que había ocurrido en agosto de 2013. Diana relató que un hombre “blanco, alto” le destrozó la cara a golpes en la estación Laferrére, en La Matanza. Y agregó que esa noche cuatro gendarmes vigilaban la zona y detuvieron al agresor, pero terminaron por dejarlo ir. “¡Miren lo que me hizo!”, les gritó con la cara ensangrentada y los agentes de seguridad terminaron por golpearla en las costillas. Solo logró frenar la nueva golpiza, cuando les dijo que trabajaba en el Ministerio de Justicia. Ahí le dijeron: “¡Corré!”. “Eso hice: corrí. Estoy acostumbrada”, dijo. Fue hasta la Comisaría 1ª (a pocas cuadras de la estación) donde quiso hacer la denuncia pero no se la tomaron. “Andá el lunes a la fiscalía”, le dijo el comisario y dispuso que un patrullero la llevara hasta el Hospital Germani. “Acóstate, muchachote”, le dijeron quienes la atendieron en el hospital. “Imagínate cómo me sentía. Ni la anestesia me tomó”, lamentó.
A partir de esa primera agresión, se había reunido con funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos para denunciar el accionar de las fuerzas de seguridad y planteó la necesidad de generar protocolos de actuación específicos.
Durante el 2012 se había postulado como candidata a la Defensoría del Pueblo de La Matanza. También, escribía para el suplemento Soy, del diario Página/12, y para la revista El Teje.
Su pertenencia a MAL la llevó a transitar la militancia con personas de otros países -era también líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA)- muchas de las cuales se expresan en el perfil de Facebook de Sacayán, entre el dolor y la incredulidad por su muerte.
Diana Sacayán defendió su identidad de género autopercibida como mujer trans y también apoyó desde su lugar en el M.A.L. causas como el cupo laboral para personas trans en la cartera pública de la provincia de Buenos Aires.
Diana Sacayán defendió su identidad de género autopercibida como mujer trans y también apoyó desde su lugar en el M.A.L. causas como el cupo laboral para personas trans en la cartera pública de la provincia de Buenos Aires. Hoy el movimiento LGBT está de luto por su muerte: Diana fue encontrada asesinada a puñaladas en su departamento de avenida Rivadavia, cerca de Plaza Flores. Interviene la comisaria 38 porteña y la Fiscalía de Instrucción N° 4, a cargo de Matías Di Lello. El fiscal está trabajando ahora en el lugar del hecho. Fuentes policiales confirmaron que la División Homicidios investiga a “una persona que entró con ella al edificio”. Llegaron a él a través de un testimonio. «Se investiga un crimen, un homicidio», aportaron. La policía y médicos del SAME que llegaron al lugar dijeron que Diana «estaba muerta de al menos un puntazo en el cuerpo».
La División Homicidios y la Unidad Criminalística Móvil de la PFA realizaban peritajes para determinar las causas de la muerte y posibles. Los investigadores determinaron que la puerta de acceso al departamento estaba violentada desde adentro. Por ese motivo presumen que quien cometió el crimen no halló las llaves para abrirla y así poder huir. En el dormitorio había desorden, provocado posiblemente por una pelea. Y como no hallaron faltantes, la policía descartó por el momento el robo como móvil del asesinato. La principal hipótesis es que Diana fue atacada por una pareja o un conocido suyo.
El edificio dónde vivía Diana tiene 80 departamentos divididos en 13 pisos. Está en la zona comercial de Flores. Aunque no tiene cámaras de seguridad, los investigadores van a recurrir a las filmaciones de los negocios linderos. El encargado informó que vio la puerta entreabierta y llamó al 911. Cuando llegó la policía, se encontró con signos de una muerte violenta, que habría ocurrido en el transcurso del fin de semana largo. «El departamento estaba revuelto», contó una fuente de la Policía Federal.
Diana tenía previsto viajar este fin de semana a Mar del Plata para participar del XXX Encuentro Nacional de Mujeres. Como no fue, sus amigos empezaron a llamarla. Nunca contestó. Los investigadores creen que el crimen se cometió entre el sábado y el domingo.
Diana tenía previsto viajar este fin de semana a Mar del Plata para participar del XXX Encuentro Nacional de Mujeres. Como no fue, sus amigos empezaron a llamarla. Nunca contestó. Los investigadores creen que el crimen se cometió entre el sábado y el domingo. La autopsia, sin embargo, determinará la fecha de la muerte.
Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), que depende de la Procuración General de la Nación, se contactó con el fiscal a cargo de la causa y le propuso tener intervención en el caso, lo cual se resolverá en las próximas horas. «Pedimos que se utilice el protocolo para casos de femicidios», confirmó Labozzetta.
Karina Nazabal, diputada del FpV bonaerense, fue quien presentó el proyecto de ley del cupo laboral trans. “Fue un proyecto de ella, yo como diputada lo acompañé, pero era algo que Diana impulsó desde incluso antes de la ley de Identidad de Género. Realmente estamos de luto porque ella era una luchadora. Creo que si hay un legado que Diana le deja a todas las personas trans es, sin duda, el del cupo laboral. Tuvo la valentía de militarlo frente a todos y también estuvo junto a nosotros en todas las instancias del proyecto”, dijo Nazabal entre lágrimas.
Diana y su lucha por la la ley laboral que garantiza el cupo para personas trans
La ley laboral que garantiza el cupo laboral para personas trans en la provincia de Buenos Aires, los consultorios médicos amigables para el colectivo, las ideas constantes para demostrar que la prostitución no es la única salida y la militancia alegre y enérgica contra la discriminación son sólo algunos de los legados que dejó Amancay Diana Sacayán.
«Una maestra que soñó y pensó el cupo laboral para las personas trans, que me interpeló para que lo presente, que sabía que era posible gracias al proyecto de país que construyeron Néstor y Cristina Kirchner, de quienes era defensora acérrima», dijo la diputada bonaerense del Frente para la Victoria, Karina Nazabal, al referirse a Diana. Profundamente impactada por la muerte de la dirigente trans –así como lo están todas las personas que la conocieron– la legisladora resaltó además «la conciencia de la militancia colectiva de Diana, de la que aprendió en sus resistencias al neoliberalismo de los ’90».
Fue en esa década que, en un calabozo, se conoció con Lohana Berkins, otra de las referentes de la lucha por los derechos del colectivo. «Diana tenía muchas ganas de vivir, de amar. Era mimosa. Siempre decía que era carente de afectos. Tenía humor, frescura; era rebelde y corajuda», compartió Berkins, actual directora de la oficina de Identidad de Genero y Orientación Sexual del Observatorio de Género de la Justicia porteña. «Ella, como todas nosotras, abrazó el activismo como un salvavidas. Así encontramos sentido a nuestras miserables vidas», añadió.
En una de las últimas que le hicieron a Diana Sacayán, ella recordó que «el 74 por ciento de las personas del colectivo LGBT no asiste a consulta médica por miedo al maltrato y la discriminación, sin olvidar que el promedio de vida de una persona trans es de 35 años».
Lo hizo en el marco de un festejo por la inauguración de un consultorio amigable en San Justo «al que ella le puso el cuerpo, y lo coordinaba como representante del sector social. Siempre nos traía inquietudes porque era una militante del territorio», resaltó el antropólogo Juan Sotelo, de la Dirección de Sida del Ministerio de Salud de la Nación, quien trabajó varios proyectos con ella.
«La muerte de Diana queda inscripta en el prólogo de nuestras vidas. Una consecuencia mas de las duras condiciones en que vivimos», resumió Berkins, quien aún la espera, con la bandera que armaron juntas para participar del 30 Encuentro Nacional de Mujeres que se hizo el último fin de semana en Mar del Plata… al que Diana nunca llegó.
«Hasta la victoria Diana, que alcanzaremos con las semillas que sembraste con tu lucha. Exigimos que se investigue tu muerte y se condene a los responsables. Ni una menos», dice el comunicado que sacó la diputada Nazabal junto con Lohana Berkins, otra histórica militante trans.
(Infojus Noticias/Télam)