Los efectos de los Tratados de Libre Comercio en el trabajo, la industria y el desarrollo regionalUn informe del CENTRO DE ECONOMÍA POLÍTICA ARGENTINA – CEPA- analiza el destino del MERCOSUR en el contexto actual de los mercados internacionales. Cuáles las ventajas, los desafíos y las probabilidades de supervivencia que tiene en el marco regional.
«Actualmente, la Argentina y los socios del bloque Mercosur se encuentran negociando tratados de libre comercio (TLC), birregionales y bilaterales, con distintos bloques y países del mundo. Se destacan, los acuerdos en revisión legal con la Unión Europea y con EFTA 1; y las negociaciones bilaterales con Corea del Sur, Singapur e India entre otros.
En todos estos casos se trata tanto de negociaciones asimétricas por las diferencias en el peso económico que representan las partes como de acuerdos OMC+, es decir que exceden la materia estrictamente comercial y avanzan sobre áreas estratégicas de interés para los Estados, como compras gubernamentales, servicios, derechos de propiedad intelectual, entre otros» publica CEPA.
Algunas de estas negociaciones datan de hace varios años -siendo reimpulsadas en distintas oportunidades, y luego profundizadas en el 2019 con la llegada de Bolsonaro al poder- a las que se sumaron nuevas negociaciones motivadas por estos gobiernos, de carácter neoliberal.
Durante la gestión de Cambiemos todas los intercambios de ofertas se dieron en un marco de opacidad, con pocas o nulas consultas internas a los diferentes sectores involucrados.
El actual gobierno argentino heredó, así, una agenda de integración económica externa que privilegió la firma de acuerdos de este tipo, acelerando las negociaciones sin considerar los riesgos.
A este panorama se agrega el deterioro económico heredado de la gestión Cambiemos: tres años de caída del PBI 2, los dos déficits comerciales más grandes de los últimos 20 años (2017 y 2018 3) y una industria nacional paralizada en casi todos sus rubros, con una utilización del 51,6% de la capacidad instalada en marzo de este año. https://ocipex.com/los-efectos-de-los-tratados-de-libre-comercio-en-el-trabajo-la-industria-y-el-desarrollo-regional-informe-ocipex-cepa/
En este contexto, la negociación de TLCs entre Estados con niveles de PBI y desarrollo disímiles podría quizás aumentar la restricción externa de nuestro país o bien acentuar la primarización en aquellos sectores que lideren el intercambio comercial que Argentina pueda realizar.. Simultáneamente, la crisis económica y sanitaria mundial suma una necesidad central a los gobiernos: asegurar bienes estratégicos, proteger la industria y el trabajo» explica el informe.
¿Hacia dónde va el mundo?
En un contexto mundial en el que, como señaló alguna vez el politólogo Jorge Bolívar, “los destinos aparecen precarios, provisorios, coyunturales y cambiantes”, la pandemia vino a reforzar algunas tendencias, entre las que el “libre comercio” pierde terreno. Estas tendencias se podrían resumir de la siguiente manera:
● Volatilidad geopolítica (expresada en una mayor hostilidad entre China-EE.UU.) y una globalización que tiende cada vez más al conflicto (esta tensión se expresa en la disfuncionalidad del sistema multilateral)
● Debilitamiento y caída del comercio mundial
● Interrupción de las cadenas globales de valor
● Regionalización de la producción y relocalización de empresas (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón) vienen actuando en este sentido.
● Caída del precio de los commodities
● Aumento del proteccionismo comercial
Entre las conclusiones que informa el CEPA, destaca que «A nivel nacional, la pandemia obliga a reorientar esfuerzos para garantizar la salud y el empleo, y con ello reactivar la economía a través del impulso al consumo. En Argentina sabemos que no hay posibilidad de garantizar empleos con salarios dignos si no se protege -y refuerza con tecnología y desarrollo- el sector industrial.
Por un lado, debemos encontrar nuevos nichos de mercado donde Argentina pueda sumar valor a su producción a partir de I+D; además se debe profundizar la tecnificación del sector agrícola; así como ofrecer protección a los sectores de menor tecnificación pero con mano de obra intensiva»