Ana Jaramillo: «La universidad tiene que formar hombres y mujeres para resolver los problemas de la patria»

Por Maximiliano Borches

La rectora de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA), Ana Jaramillo, mantuvo un diálogo a fondo con IB24, donde explicó la compleja situación que atraviesa dicha Casa de Altos Estudios, fundada en 1996, e hizo referencia al fallo de la Corte Suprema de Justicia que beneficia con el 2×1 a genocidas de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica. Jaramillo, es licenciada en Sociología (UBA) y doctorada en esa misma disciplina por la Universidad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, México, país donde atravesó su exilio político. Además obtuvo la Maestría en Sociología en Flacso-México.

¿En qué situación económica se encuentra la Universidad Nacional de Lanús?

Es compleja, a nosotros nos dieron el 0,7 cuando en realidad nos corresponde el uno por ciento por pauta, no se reconocen por ejemplo a doscientos treinta trabajadores no-docentes, por lo tanto no están otorgando la plata para sus salarios, todo lo que queríamos hacer y que estuvo acá el ministro Bullrich quien nos prometió que nos lo iba a dar porque son cosas absolutamente necesarias, no nos han otorgado nada…por otra parte, siempre a fin de año había una «Planilla B», que era para todas las universidades que en el otro año fue de cuatrocientos millones y se repartía por pauta y que para eso trabaja el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) porque son distintas las necesidades de cada universidad, hay en cada una distintas cantidades de estudiantes, etcétera, ante lo cual nosotros tenemos docientos treinta trabajadores no-docentes para quienes no nos pasan la plata, a pesar de que todos reconocen que la nuestra es la Universidad que menos trabajadores no-docentes tiene por estudiante, sin embargo no nos pasan ese dinero que es para sus sueldos, por otra parte, te decía, la «Planilla B», que siempre se otorgó, a nosotros no nos pagaron la del 2016 y la del 2017 la empezaron a ejecutar a pesar de que el Ministro decía que no la iba a ejecutar, y nosotros planteamos que son treinta y cinco universidades que quedaron afuera, dieron mil millones de pesos en el Congreso de la Nación a veintiún universidades y las otras treinta y cinco quedamos afuera: Estos son refuerzos porque generalmente no alcanza el presupuesto, y a nosotros ni siquiera nos pagaron la del 2016 y las modalidades de las universidades, que son muy importantes, por ejemplo nosotros en este territorio estamos construyendo con un préstamo CAF que nos fue otorgado tanto para la escuela judicial, para formar jueces, como para formar técnicamente en oficios, porque no todos van a ir a la universidad, por otra parte no es lo mismo una población de ochenta mil habitantes, que en el caso de Lanús donde tenemos más de un millón de personas.

-¿Cuál es el objetivo que persigue el Gobierno Nacional dejando afuera a treinta y cinco universidades nacionales del refuerzo presupuestario incluido en la «Planilla B»?, ¿a qué apuntan con esa decisión política?

Yo creo que hay mucha discrecionalidad, así de clarito, me parece que hay discresionalidad, la idea de todo el Consejo Interuniversitario Nacional, que de hecho está en este momento sesionando, ha realizado este modelo de pauta que costó muchísimo, porque hay que tener pauta por laboratorios, por carreras con más dificultades, con más trabajo intensivo del docente que otras que son más tecnológicas, o sea que necesitan más laboratorios, más tecnología, por ejemplo, la tecnología que necesitamos nosotros para la Escuela Técnica de Oficios, para tener esa escuela que se está construyendo, entonces no podemos hacer una construcción de esa Escuela Técnica para toda la población para que después no nos den la tecnología, o por ejemplo, estaba aprobada la Escuela Ferroviaria, porque esta comunidad es absolutamente ferroviaria, estamos en terrenos ferroviarios desmantelados que nosotros pudimos recuperar y tenemos la Licenciatura en Tecnología Ferroviaria, teníamos aprobado el préstamo CAF, y me llamaron para que cancelara la apertura de sobres…yo no sé cual es la intención, se subejecutó absolutamente el presupuesto del Ministerio de Educación, por ejemplo en el caso de obras que el Ministro cuando vino acá, le dijimos que una forma de contener a los jóvenes es un polideportivo que tenemos un lugar donde ponerlo, y que en ese momento costaba unos siete millones de pesos, y dijo que sí, pero no nos llegó el presupuesto para hacerlo, pero bueno, en este momento estamos en esta situación respecto a esa Planilla, creo que fue un arreglo interno del Congreso de distintas fuerzas políticas. En su momento nosotros fuimos ahí, de hecho yo fui la vocera de las treinta y cinco universidades que quedaron afuera, y le dijimos que no tenían porque tirar atrás todo el Presupuesto, que para eso existe una ley correctiva de sólo un capítulo que era ese, el de la «Planilla B», y la están ejecutando pero todavía a nosotros no nos pagaron la de 2016.

-¿Cuál es el rol de la universidad pública en la actual etapa de restauración liberal?

Yo creo que la universidad pública tiene que formar hombres y mujeres para la Patria, como diría Jauretche, es decir, para resolver los problemas nuestros de Argentina, y de América Latina fundamentalmente. Había un gran rector de la universidad de México, a consecuencia de mi exilio yo me recibí e hice mi doctorado allí, que decía que «no puede ser que una institución creada por la sociedad, por el pueblo, forme almas sin patria», bueno, no podemos recorrer como extraños por nuestra tierra porque creemos en el universalismo abstracto, a nosotros nos paga el pueblo argentino y la respuesta de la universidad pública tiene que ser ayudar a resolver esos problemas, por eso acá en la Universidad Nacional de Lanús, no tenemos la carrera de abogacía, porque el problema es que hay demasiados abogados y poca justicia,pero tenemos la carrera de «Justicia y Derechos Humanos», no tenemos arquitectura tampoco, no tenemos disciplinas, siempre digo lo mismo: la sociedad tiene problemas y la universidad tiene disciplinas y no se juntan nunca, o sea, nosotros queremos hacer la universidad del siglo XXI como decía UNESCO, que tiene que ser trasdisciplinaria, porque la sociedad en su conjunto tiene que ser parte de las soluciones a los problemas, con lo cual, hablamos de un país más justo…yo creo que para nosotros construir una universidad, y me tocó el privilegio de hacerla, debe promover la conciencia nacional y latinoamericana que es obligatorio para todos, y que promueva la Justicia y los Derechos Humanos para todos, o sea, la conciencia jurídica que tenemos que tener todos, no es de los abogados, la mayoría de los abogados son positivistas y creen en la razón pura, nosotros estamos todos atravesados por pasiones, intereses, y por eso creo que la universidad pública argentina debería trabajar para el pueblo, ¿pequeño desafío no?, yo trato de hacer siempre de que se armen carreras, maestrías, doctoras, que sirvan al desarrollo, la justicia y los derechos humanos de nuestro país, realmente a los problemas que tenemos, por eso me da mucha bronca no tener para equipar la Escuela Técnica y de Oficios, pero como hombres y mujeres tenemos que tener las mismas oportunidades, hicimos la Escuela Maternal aquí, que tiene que también docentes preparados porque reciben chicos desde los 45 días, para que las mujeres no abandonen los estudios, no deje de trabajar, si trabaja, por ser madre, porque son dos maravillas que se juntan, ¿no?, bueno, de hecho conseguimos hacer esto con el anterior gobierno de la provincia, pero bueno, estos proyectos también debería ser parte del presupuesto universitario, pero parece que el positivismo jurídico no lo permite.

Ana Jaramillo: «Tenemos más de mil estudiantes becados por nosotros, con parte de nuestro salario como docentes porque tenemos la teoría que nuestra responsabilidad como universitarios es devolver a la sociedad para que los estudiantes puedan seguir estudiando y no abandonar, ahora entraron a este plan de becas tres mil estudiantes más y se nos hace difícil, por eso lamentablemente nuestra estrategia es no abrir nuevas carreras, porque no podemos, pero sí queremos que nuestros egresados lleguen a buen puerto, pero si ponemos nuevas carreras no llegamos, y obviamente varias obras edilicias se pararon»

-Por último Ana, ¿qué sensación le causó en lo personal, el fallo de la Corte Suprema que habilita el 2×1 para liberar genocidas de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica?

La primera que me causó fue el recuerdo, porque yo estaba trabajando ahí y la llevé a mi hija que era muy chiquita, de lo que pasó con el Punto Final y la Obediencia Debida, ahí me acordé de una gran clase que dieron los miembros informantes de la oposición que en ese momento eran Eduardo Menem y Alberto Rodríguez Saá, bueno, yo trabajaba en la presidencia del Bloque Justicialista, y hablaban justamente que repugnaba la Constitución y hiere y lastima la conciencia del pueblo argentino, si en esa época ya, lastimaba la conciencia, el Punto Final, que parecía obediencia partidaria de vida del partido radical en ese momento, bueno..si en ese momento le tenía miedo a las presiones militares, ¿ahora a quien le tienen miedo éstos de la Corte, a quién?, ¿a quién le tienen miedo?, ¿qué presiones pueden tener?….nos podemos imaginar que tienen presiones, pero me produjo esa catapulta al pasado del Punto Final, de la Obediencia Debida y bueno, realmente volví a sentir una repugnancia con esta cosas de querer volver todo para atrás, es terrible.