Álvarez Rodriguez sostuvo que trabajan para «prevenir» conflictos a fin de año
La ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, aseguró este sábado que la provincia de Buenos Aires está trabajando «para prevenir todo tipo de acción de conflicto que pudiera ocurrir» a fin de año relacionado a posibles desbordes sociales.
En tal sentido, admitió también que la directora general de Cultura y Educación provincial, Nora De Lucía, y el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, están «evaluando» la anticipación de paritarias para el sector docente.
«Centralmente trabajamos a diario con los intendentes de la Provincia y sobre todo con los del conurbano para prevenir todo tipo de acción de conflicto que pudiera ocurrir», afirmó Álvarez Rodríguez.
La ministra aceptó que la administración sciolista ordenó tener un plan para evitar desbordes sociales y conflictos durante el fin de año, período en el que tradicionalmente se intensifican los reclamos.
La funcionaria explicó, por ejemplo, que la Policía a través del Comando de Patrullas Comunitarias «recorren durante 24 horas y alertan situaciones que pueden potenciar ese tipo de conflictos». «Hay que estar muy atentos porque hay gente que arma estos conflictos y que creen que de esta manera puede obtener un protagonismo», enfatizó la ministra de Gobierno.
Según Álvarez Rodríguez, «no es una tensión distinta a otros años en términos de que muchos pronosticadores de esta tragedia». «Hay mucha gente, sobre todo en la oposición, que están manifestando que van a ocurrir este tipo de conflictos a fin de año», acusó la funcionaria de Scioli.
Scioli tiene una prueba de fuego mucho antes de ir a las urnas. En sigilo, el gobernador bonaerense se prepara para evitar que dos eventuales «bombas» estallen en medio de la campaña y empantanen su trayecto camino a la batalla presidencial.
Por un lado, trabaja en un operativo contención para prevenir cualquier desborde en diciembre, y por el otro, ordenó allanar las conversaciones para arrancar antes las negociaciones con los gremios docentes, una pulseada que este año implicó 17 días de huelga. Trata, en definitiva, de neutralizar focos de tensión en la antesala electoral.
Al igual que el Gobierno y la mayoría de los mandatarios provinciales, Scioli está en alerta por eventuales conflictos a fin de año, época que cuenta con antecedentes de convulsión social de matriz variada en el tiempo: desde saqueos o protestas hasta la inédita rebelión policial en el interior.
Si bien aseguran que no hay indicios concretos, van a replicar un esquema de seguridad similar al que instrumentaron en diciembre pasado.
Es decir, armar un comando conjunto enfocado en alertas tempranas coordinado con la Casa Rosada -con Sergio Berni a la cabeza- cuya base sería la Departamental de La Matanza, distrito clave por su peso territorial y su ubicación geográfica en el centro.
A su vez, Alejandro Granados , en su doble rol de ministro de Seguridad provincial e histórico de los intendentes del conurbano, dedica especial atención al diálogo político con los municipios; hecho que se apalancará con la intervención del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, comandado por Eduardo Aparicio, que mide el termómetro social y el vínculo con las cámaras de supermercadistas.