Alejandro Tarruella: Un límite terminante para Ari Paluch

Unas manos recortadas en cartón, pintadas en un azul pastel sostenidas en las manos de un difusor que pone cara de Claudio María Domínguez y no es. Y un texto que reza “Manos en acción”. Lo que puede sorprender a cualquier incauto es que quien exhibe el cartelito es Ari Paluch y “Manos en acción” refiere a una Organización No Gubernamental que realiza acciones, perdonando la reiteración, de ayuda a niños con problemas económicos derivados de las diferentes injusticias sociales.

En estos días, cuando el conductor de “El exprimidor”, su programa que emite FM Latina, ha sido desafectado de su vínculo con otro ciclo que realizaba en el Canal América, debido a la denuncia de una trabajadora por presunto manoseo en su trasero por parte de Paluch, el nombre de la ONG parece una fresca ironía sin autor reconocido. Al parecer, rápido de manos, el jefe de “El exprimidor”, jugado a la suerte de Mauricio Macri y su más reciente proyecto empresario que acaba de ganar con cierto margen la elección de legisladores, no hizo sino mostrar lo que puede ser su concepto acerca de lo que cree acerca de una mujer, una compañera de trabajo.

La fundación tiene aportantes como es el caso de Maru Botana, quien es conductora de ciclos televisivos; sería importante que se expida frente al incidente que provocó Paluch y que se ha convertido uno de los platos fuertes –remedando a Botana- de la información periodística de la semana.

Manos a la obra

Una de las afirmaciones que hizo en su descargo Paluch, muestran su posible intención de sortear el incidente. Fue cuando dijo que en realidad quería hacer un “give mi five”, dicho en inglés lo que el público general conoce como chocar los cinco. Ahora bien, los cinco se chocan mano a mano a la altura del corazón más o menos cuando, por el relato que se conoce, tocó el trasero de la trabajadora del canal América. Así, su versión no parece muy creíble. Las nuevas denuncias de otras trabajadoras, una de ellas aparentemente despedida por él mismo una vez que quedó embarazada y se quejaba presuntamente del acoso verbal, le han generado repentinamente una caída de imagen. Alguna vez cuando insultó a oyentes y no fue reprendido por el uso de un medio por las autoridades que los rigen, o en su tono que no dista de la soberbia, pareció presagiar una situación como las que se ha producido en estos días.

Las nuevas denuncias de otras trabajadoras, una de ellas aparentemente despedida por él mismo una vez que quedó embarazada y se quejaba presuntamente del acoso verbal, le han generado repentinamente una caída de imagen.

Su esposa, que debe sufrir en estos momentos las acciones que ocupan a los medios, integra “Manos en Acción” a quien se señala como cercana a la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. En esas instancias del poder, el uso de las fundaciones y ONG (denominadas ONJeJe en ese mismo ambiente porque realizan la “reforma laboral” al no reconocer los derechos de los trabajadores), tienen muchas veces la misión de eludir al fisco. Es conocido el episodio en el que en España, el célebre cantor argentino Jorge Cafrune, preguntó a una miembro de  la nobleza que desde una fundación, anunciaba una donación: “¿dona o devuelve?

Paluch se sentía una suerte de ser superior. En “Cosecha Roja”, se cuenta que recogieron testimonios que comentaban, en boca de trabajadores que lo frecuentaba que “Estaba obsesionado con rodearse de gente flaca. Si engordabas te empezaba a agredir”. Lo cual indica que al autor de “El combustible espiritual”, le sucedía algo que difería de su presunta propuesta.En los libros intentaba presentarse como un gurú quizá activado por ciertos combustibles espirituales que lo hacían, en ciertos tramos de sus programas de atardecer, buscar una palabrería semejante a la de Claudio María Domínguez. El facilismo del falso optimismo que muchas veces procuran exponer algunos ricachones a través de falsos aforismos le hacía decir, “Cambiemos los pensamiento para cambiar los sentimientos”, como proponía en frase ramplona, amarilla en tono macrista. “La fe es lo contrario de la duda”, se lee por ahí en propuesta sin mayor valor frente a “Dudo, luego existo”, de Descartes.

Producto de los avatares de la década del ’90 es posible que confundiera un nivel económico con trascendencia intelectual. Ahora es posible que tenga que vérselas ante la ley en tanto es rechazado por un amplio espectro del periodismo por no respetar la condición de la mujer, y abusar de su relativo sitial de poder para utilizarlo en episodios que podrían ser calificados de denigratorios. La sociedad es otra, las mujeres exigen y se rebelan hoy contra las tropelías que las afectan. Y están hoy frente a una de ellas protagonizada por un varón que ahora deberá percibir que hay límite para todo.