Alejandro Tarruella: A Esteban Bullrich no lo le creen ni en Cambiemos
Hay preocupación en Cambiemos por lo que consideran una respuesta tibia del electorado ante su candidato a senador bonaerense, Esteban Bullrich Ocampo. En la órbita de Durán Barba estarían evaluando el hecho de que el candidato había resistido un primer intento de convertirlo en candidato en 2016, porque consideraba que era un riesgo personal importante lanzarse a una contienda electoral sin tener mayor peso ni existir una razón previsible, que llevara a considerar que pudiese ser interesante para la gente. Su justificación era porque arriesgaba “un capital político” que, por otra parte, no poseía.
En realidad, siempre es más fácil acceder a un cargo de ministro que ir a una elección. Bullrich Ocampo sabe por historias de pertenencia, es pariente de uno de los primeros intendentes de Buenos Aires. Adolfo Jorge Bullrich fue intendente a fines del siglo XIX y no arriesgó una elección para alcanzar esa meta.
Bullrich presenta cierta indolencia a la hora de marcar camino en las huestes de Mauricio que se aprestan a conquistar la eternidad electoral. Encubrirse en un cargo siempre aparece como menos peligroso para una fuerza conservadora que busca el pasado presuntamente heroico para asentarse en los goces del poder. Obsérvese el caso de Jorge Macri que, luego de ser elegido intendente de Vicente López, una vez que fue acusado por Lilita Carrió de tener vinculaciones con el narcotráfico, buscó de inmediato ocultarse en un cargo. Ahora aspira a ingresar en Jefatura de Gabinete, de la mano de Marcos Peña Braun, hombres fuertes del presidente.
Bullrich presenta cierta indolencia a la hora de marcar camino en las huestes de Mauricio que se aprestan a conquistar la eternidad electoral
Bullrich Ocampo tuvo pasos sinuosos antes de ser confirmado como primer candidato a senador por la provincia de Buenos Aires, donde rige los destinos de Cambiemos la gobernadora María Eugenia Vidal, cuyas acciones, sea imagen o consideración en general de los ciudadanos, vienen cayendo al mismo tiempo que lo hace el propio Presidente Mauricio Macri. Bullrich fue nominado senador y luego su nombre fue retirado en las presunciones de los Cambiemos. Finalmente, al no tener nada mejor a mano, se lo entronizó en el primer puesto. La opinión general de ciudadanos y gente de los medios, es que aun mediando sus polémicas en torno a los devaluados sueldos docentes, no es un candidato de fuste sino un señor de apellido relumbroso que carece del lustre necesario para asegurar un triunfo electoral.
La opinión general de ciudadanos y gente de los medios es que no es un candidato de fuste sino un señor de apellido relumbroso que carece del lustre necesario para asegurar un triunfo electoral
Luego de timbrear en diferentes localidades y viajar a Salta para volver a poner el dedo en los botones, horas antes de que se dieran a conocer los nombres de los agraciados, recibió un llamado inesperado de Vidal que lo felicitaba por ser cabeza de una lista. Luego se repitieron sus encuentros con Jaime Durán Barba en el hotel Álvear de Recoleta, y en una charla, el consultor ecuatoriano lo sorprendió a señalarle que en su opinión, Gladys González era más candidato que él para ir al frente de los senadores. Una de sus falencias era el alto nivel de desconocimiento de los ciudadanos bonaerenses razón por la que Macri, tenía una larga lista de postulantes que lo molestaban. Los Bullrich se sienten siempre únicos.
Indolencias y rechazos
Durán Barba evaluaba además, que Gladys González tiene más fibra a la hora de prenderse en una discusión política. Bullrich, un especialista en asuntos informáticos, no da incluso para una discusión por el tema educativo. Es un triste con aspecto formal que no desconoce ciertos matices de la soberbia, un rasgo de familia. Eso hace que se lo critique por sus evaluaciones públicas donde aparece planteando soluciones informáticas para problemáticas humanas.
Bullrich, un especialista en asuntos informáticos, no da incluso para una discusión por el tema educativo. Es un triste con aspecto formal que no desconoce ciertos matices de la soberbia, un rasgo de familia
Bullrich se entrenó como líder emergente en la Fundación Eisenhower de los Estados Unidos, sospechado de tener alguna cuenta off shore escondida, rechazó llamar a paritarias nacionales a los docentes como se lo ordenó la justicia. Por razones de familia, no gusta de los consensos con sudorosos trabajadores. Prefiere meter un número a lápiz y sanseacabó. No es para menos, es hijo de Esteban Bullrich Zorraquín y mamá, es María Ocampo Alvear, tataranieta del militar, político y diplomático argentino general Carlos María de Alvear.
Su distancia de Baradel y otros gremialistas, es parte producto de su selecta formación en el exclusivo y excluyente, colegio bilingüe ingles Saint Leonard’s, de Vicente López
Su distancia de Baradel y otros gremialistas, es parte producto de su selecta formación en el exclusivo y excluyente, colegio bilingüe ingles Saint Leonard’s, de Vicente López. Estudió en la en la universidad privada CAECE (“la universidad feliz, pagás y te recibís”, bromean estudiantes de la UBA), que pertenece a la Cámara Argentina de Comercio. Uno de los negocios de su familia materna fue la familia Bullrich Ocampo fue la sociedad con el presidente del Banco Nación Javier Gonzalez Fraga. Eran propietarios de la fábrica de dulce de leches y queso de búfala “La Salamandra”, que luego vendieron. También fue candidato a intendente de Buenos Aires por el partido Recrear, una aventura de López Murphy en 2003, que se derrumbó en el gusto del electorado.
Por estos días, Vidal, al hacer una ofertas potable para los docentes que podría superar el 27 por ciento de aumento, puede ayudarlo a salir del atolladero de la imagen, pero según las encuestas, algunas de los cuales lo lanzan a un tercer lugar en el favor de los ciudadanos, no hacen sino que crezcan las dudas entre los propios. Con un par de drones y un gurú informático no parecen resolverse los rechazos de una amplia franja del electorado. Habrá que ver pero por lo pronto, ni Durán Barba le tiene fe.