Alberto Fernández renuncia al PJ y sorprende (?)
Resulta que el capitán Beto, continuando con su impronta, estaba presidiendo el partido político más importante del país.
Su renuncia no sorprende, incluso hay quienes esperaban su dimisión hace rato; incluso hay quienes capitalizaron como excusa para su inacción la característica verticalidad del PJ.
Alberto aduce en su carta de renuncia que su decisión es una maniobra estratégica para evitar que el gobierno se beneficie del revuelo mediático en torno a la denuncia de Yañez. Sin embargo hay quienes cuestionan si se trata de una jugada para evadir el escrutinio o un acto de valentía en tiempos de crisis.
El manejo mediático
En lugar de ofrecer un espacio de apoyo y respeto a Fabiola Yañez, muchos medios han caído en la trampa de la revictimización, exponiéndola a una ola de humillaciones adicionales. La cobertura sensacionalista parece priorizar el drama sobre la empatía, convirtiendo a Yañez en el centro de un espectáculo que solo profundiza su sufrimiento.
Mientras tanto, el Partido Justicialista se encuentra en un momento crítico. Con la renuncia de Fernández, el partido enfrenta una oportunidad dorada para un recambio de liderazgo. Es evidente que el PJ necesita una renovación urgente para enfrentar las estrategias agresivas de la derecha libertaria y neoliberal, que están ganando terreno con tácticas cada vez más incisivas. La necesidad de nuevos líderes con ideas frescas y un enfoque innovador nunca ha sido tan urgente.