Adicta a la pantalla: Desde TN, Lilita llamó a apoyar a los corruptos de Cambiemos
Hace unos días, la confusa diputada Lilita Carrió, que no asistió a casi el 70 por ciento de las sesiones del Parlamento, reapareció en TN y proclamó que «Nosotros somos Cambiemos, pero no somos corruptos, que también los hay en Cambiemos».
Escribe Alejandro C. Tarruella
Es decir que para ella en el gobierno hay corruptos. No descubrió nada nuevo pero estableció que ella admitía lo que se grita en las calles de la Argentina. Agregó entonces, que «… no somos cómplices ni tenemos que ver con la mafia del fútbol, estamos en contra del financiamiento de empresas a partidos, defendemos los derechos humanos y nunca vamos a ser fascistas». Esto lo afirmaba para distanciarse del protocolo ilegal que había anunciado para el uso de armas de fuego, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en carrera a la vicepresidencia en las elecciones 2019. A su vez, Carrió lanzó a Paula Olivetto, diputada a pila que repite sus frases, a exclamar: “La ley de barras fracasó porque ganó la rosca”. Lilita no fue a esa sesión, como es costumbre.
Luego, la chaqueña reconvertida en porteña lanzó a uno de sus colaboradores directos a hacer declaraciones en las que afloja sus disparos y hace decir a su fuerza política, Coalición Cívica, que hay que apoyar a los corruptos, es decir al gobierno de Mauricio Macri. Fue por eso que Maximiliano Ferraro, cercano a Lilita Carrió, vocero suyo y titular de su fuerza política, afirmó que aun cuando desde Coalición Cívica-Ari hubo “posiciones divergentes” respecto de Cambiemos, hay que “sostener” al Gobierno. El flamante presidente de la agrupación que lidera la chaqueña consideró que las discrepancias que se hicieron públicas las últimas semanas de boca de la propia Carrió “no debilitan al Presidente (Mauricio Macri) ni a la coalición” de Gobierno.
La chaqueña reconvertida en porteña hace decir a su fuerza política, Coalición Cívica, que hay que apoyar a los corruptos, es decir al gobierno de Mauricio Macri
Dijo Ferraro a los medios en nombre de Carrió que «Ratificamos nuestra pertenencia a Cambiemos, pero esto no debe entenderse como una imposibilidad de plantear posiciones divergentes cuando haya que hacerlo». En verdad, se trata de una declaración de forma cuando se sabe que el gobierno pasa por un momento de su interna sumamente complejo. En el Senado, Macri no pudo meter dos leyes que pretendía imponer antes de fin de año, una de ellas relativa a un marco para barrasbravas, y la correspondiente al financiamiento de los partidos políticos. Recuérdese que Cambiemos está sospechado de lavar altas sumas en aportes truchos.
El empleado responde
Maximiliano Ferraro, legislador porteño del antiguo y desprestigiado consejo deliberante, fue elegido como nuevo presidente de la Coalición Cívica-ARI el fin de semana pasado en el congreso federal de Ezeiza, con el apoyo de la jefa Carrió. Casualmente, a días de haber recibido el apoyo de la diputada, se le exigió a Ferraro salir a dar la cara. En el evento, Carrió fue dura con el entramado corporativo de Macri y sus seguidores más cercanos.
Ferraro bancó a Carrió y expresó que «el tiempo que atraviesa la Argentina camino a 2019 no es tiempo para timoratos o especuladores, sino de sostener a Cambiemos y sostener a un gobierno». Ferraro dijo además que Macri y Carrió no conversaron en días cercanos y que aun así, “ambos mantienen un vínculo «sincero y abierto», algo que es poco creíble puesto que de ser parte de esa relación, hablarían más seguido por el peso (político) de Carrió en Cambiemos.
En 2016, la diputada dijo que un diputado debía ganar más que un docente cuando cobraba nueve veces más que un maestro, situación que no ha cambiado demasiado en estos años. En 2017, ganó un sobresueldo mensual de $19.300 en los primeros 6 meses y de $40.000 en los restantes durante la segunda mitad de 2017, cuando una resolución de Emilio Monzó dio un 100 por ciento de aumento y duplicó el valor de canje de los pasajes. En 2018, fue uno de los diputados que menos concurrió a las sesiones y por lo tanto, cobró más si se toma en cuenta la relación entre remuneración y concurrencia. Luego intentó ser ella quien determine quién es o no, corrupto.
La chaqueña criticó también la violencia del nuevo tarifazo de Macri y Cambiemos. Un subterfugio para no perder votos, no para reducir el saqueo. En tanto, está preocupada porque Emilio Monzó, filósofo de la rosca, apura acuerdos con el peronismo no kirchnerista para forjar una nueva fuerza por fuera de Macri y de Cristina. Un peronismo propio, tal vez personal, una propiedad privada de gobernadores, intendentes y aquellos que se sumen a la sociedad anónima de ganancias a repartir. Monzó avisó que no será candidato en 2019 y Massot, jugado a un nuevo armado fuera de Macri, lo acompaña.
Es una de las diputadas que menos veces fue a trabajar a la Cámara en el año y pretende hacerlo por Twitter
Monzó es evidente que avizora una candidatura presidencial quizás para 2023. Allí Lilita trina y se opone para la pantalla a bienes personales y otros saqueos del macrismo. “Al humanismo no se renuncia por demagogia electoral”, mensajeó luego Lilita pero no fue a la sesión de Diputados una vez más. No por nada, es una de las diputadas que menos veces fue a trabajar a la Cámara en el año y pretende hacerlo por Twitter. En octubre se midió que faltó casi al 70% de las sesiones, y es tercera en cantidad de inasistencias. Es así una de las trabajadoras argentinas que menos cumple con su función y más cobra.
Este 26 de diciembre cumple 62 años de edad, tiempo suficiente para dejar la Cámara a la que concurre solo en ocasiones pese a cobrar el cien por ciento de su salario de privilegio. No son tiempos buenos para Carrió, que debe salir a tocar el clarín en repetidas ocasiones, y soporta ahora –en días de cumpleaños- que el presidente de la Nación en ejercicio, mientras toman vacaciones Michetti y el hijo de Franco, sea su archienemigo Marcos Peña.