El desafuero, la causa, nada se ha movido en Tucumán tras la grave denuncia ante la Justicia por el abuso sexual con acceso carnal del que una joven madre norteña, LUPE, fue víctima del dirigente de FUERZA REPUBLICANA, Ricardo Bussi.
Encadenarse a las rejas de la Casa Rosada es el último recurso elegido por la víctima del legislador y ahora candidato tucumano. Sobre el caso de LUPE, IB24 publicó los detalles de la causa conforme ha explicado el abogado Salvador Iovanne. A un año de las últimas instancias judiciales, volvemos a contactar con la víctima https://infobaires24.com.ar/tucuman-la-legislatura-debera-tratar-el-desafuero-de-ricardo-bussi-acusado-de-abuso-sexual/
Nada ha cambiado, salvo que se le permite a Ricardo Bussi, nuevamente postularse para un cargo en la función pública.
IB24 en diálogo con LUPE hoy le pedimos que nos detalle lo que le está pasando a ella y a su familia.
«PEDIMOS QUE EL PRESIDENTE HAGA ALGO CON LO QUE ESTÁ PASANDO EN MI PROVINCIA»
La CAUSA: A.M.J. s/ SU DENUNCIA – INTEGRIDAD SEXUAL EXPTE 35376/2020- iniciada por Lupe, en contra de Ricardo Bussi, a los 14 días del mes de Julio de dos mil veinte por ante este Juzgado en lo Penal de Instrucción de la Cuarta Nominación que se encuentra a cargo de S.S. Dr. Raúl Armando Cardozo, Secretaría de la Dra. Míriam Valeria López y el Dr. Juán Villarubia, declara: «que no lo conocía a Bussi, pero que el legislador a ella sí, de un evento que su ex suegro había organizado a fines del 2016.
Luego de ese evento, Bussi le envía una solicitud de amistad por la red social Facebook, la que ella aceptó, a partir del 2017, el político le escribió diciéndole que la quería conocer -sobre estos mensajes, la joven presentó las capturas de pantalla- No era una buena época para ella porque sufría la violencia de su ex pareja, quien insistía en recomenzar con la relación, a lo que ella se negaba. Su ex pareja en el 2018 y 2019, tuvo comportamientos violentos hacia ella, por ser rechazado. Siendo el progenitor de las hijas de Lupe, la situación distaba mucho de ser llevadera. Ella ante los hechos de violencia padecida, recurre a Tribunales en diciembre de 2019 para tramitar alguna medida en protección de ella y de sus hijas, algo que no logró y por eso, en enero de 2020 se comunica con Ricardo Bussi contándole los impedimentos en la Justicia y la imperiosa necesidad de revertirlos.
Cuando ella le envía las imágenes de la denuncia realizada y el contexto, Bussi le pide que vaya a verlo a su despacho a las 11 de la mañana. Bussi ofreció poner a disposición de Lupe, un abogado. Sin embargo, ante los dolores físicos de ella por el maltrato de su ex pareja, no concurre ese día. Ante esto Bussi, le envía un mensaje preguntándole por qué no había ido, la joven explicó que le fue imposible.
Bussi usando las redes sociales Facebook y Messenger, insistió, haciéndole saber a Lupe que él estaba enterado de su situación económica.
A los dos días, en su domicilio, Lupe recibe la visita de una señor -Inés Dominelli- integrante del partido Fuerza Republicana, en nombre de Bussi, conforme lo expresado por Dominelli.
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EL ROL DEL PARTIDO «FUERZA REPUBLICANA» EN HECHOS OSCUROS
Lupe le narró por lo que estaba pasando, su estado económico, las deudas con AFIP, la suspensión del beneficio de la AUH y en consecuencia Dominelli le ofreció ayuda y la invitó a concurrir a la sede partidaria ubicada en Las Talitas. Allí concurrió y conocióal equipo de trabajo de la señora Dominelli. Integrado por Narda Morán, quien se hizo de los datos personales de Lupe con la promesa de otorgarle una ayuda económica para que pueda estudiar. Le tomaron una foto y se quedaron con copias del DNI de Lupe.
Firmó unos papeles membretados del partido y luego de ello, participó en los eventos que realizaban como partido político.
Lupe ayudaba con los eventos organizados por las mujeres y con ello recorrió otras localidades tucumanas por actos políticos realizados en enero del 2020.-
A los días le informan que estaba solucionado su problema económico y que cobraría la AUH. Concurrió a la sede del Banco Galicia para recibir en mano una suma que rondaría entre los 5 ó 6 mil pesos, con descuentos por préstamos anteriores a los que debía responder.
En la sede bancaria, le hacen conocer que posee dos cuentas en esa entidad, una declarada para ANSES por la AUH con 14.500 pesos que LUPE consideró podía ser la de ANSES, en tanto que la otra tenía 600 MIL PESOS, una cuenta de carácter personal a su nombre en el mismo Banco.
La cajera consideró que ese debía ser un error y por eso, Lupe hizo una consulta al caso por la ventanilla de atención al público.
El oficial de cuentas bancarias le confirma que ambas cuentas estaban allí, los montos y le anoticia de dos tarjetas a su nombre que debía retirar. Una finalizada en 19 otorgada por lo de la AUH, la que ella ya tenía en mano y había intentado activar por el cajero automático -ante un mensaje de error- Lupe consulta por ventanilla lo que estaba sucediendo. La segunda tarjeta, también a su nombre, era de débito. Declaró al agente del banco que ella desconocía la otra cuenta porque no poseía ninguna documentación que le permitiera acceder a eso. Le informan que los 600 mil pesos obraban de varias transferencias realizadas durante enero. Lupe pide cobrar lo de ANSES, la autorizan en ese mismo momento. Ante la declaración de Lupe, el cajero le dijo que procedían a cerrar la cuenta y a enviar las transferencias a las cuentas de origen.
CASO LUPE ABUSO EN LA LEGISLATURA TUCUMANA by alejandra_paredes_63 on Scribd
UNA TRAMA DE MANIPULACIÓN Y MENTIRAS
La declaración judicial de LUPE, se extiende en los sucesos de enero y febrero del 2020: «Allí le entregué a Inés Dominelli, encontrándose además la concejal Lorena Palomino, quien me dijo que podría tratarse de un error cuando presentaron los papeles de los afiliados en el banco, que me quedé tranquila que ya iba a hablar con el contador del partido. En el mes de febrero, seguí asistiendo a F.R., asignándoseme la tarea junto a otras mujeres de recibir unas cajas de llegarían a una sede de las Talitas y desde allí se trasladarían esas cajas a una casa de familia ubicada frente a la plaza de Villa Mariano Moreno, al lado de un almacén, que llegaban en camiones y camionetas. Mientras estaban bajando las cajas, a Berenice Orrego se le cae una en el medio de la calle, se abre y veo un montón de uniformes de policía, camperas de policías, envueltas en bolsas transparentes y las guardamos en esa casa. Luego llegaron otras cajas de aluminio, aparentemente de origen israelí supongo por las letras impresas de afuera. Eran pesadas y como de un metro por cincuenta cm. aprox. Afuera tenia un logo redondo que tenia la imagen similar a un arma, decían que era para la iluminación del estadio de San Martín. Todo se guardaba en esa casa que mencioné frente a la Plaza de Villa Mariano Moreno, todo esto fue en Febrero de este año. También en ese mes pasaron por la Sede de las Talitas móviles policiales y autos particulares con policías a retirar uniformes, botas, municiones, armas largas y cortas. Calculo que se entregaron como mil uniformes y botas, previo anotación de sus datos en una planilla. Esta planilla la confeccionaba Inés Dominelli y nosotras nos encargábamos de entregar ese material a la policía. Emilse López Polo, quien se hacia pasar por Brenda Davila era una de las que entregaba también. Esto paso muchas veces, hasta el mes de marzo. Uno de los policías que retiraba era Daniel Valdez, Sargento Primero, a quien lo acompaña también un Tal Melian, otro policía también era Marcelo Medina. Medina y Valdez siempre concurrían a la Sede del partido en Las Talitas. Una vez, éstos se encargaron de sacar de la sede a unos supuestos ladrones y se lo llevaron. Todos los miércoles concurría a la sede un empleado del Banco Macro que venía vestido como los empleados del Banco, en su auto particular y se le armó una oficina en la misma sede partidaria.
LA DERECHA DELINCUENCIAL TUCUMANA
Se hacia llamar «Santi». La Concejal de las Talitas, Johana Puntano, nos había comunicado que iban a venir gente del banco Macro porque se le iba a dar una ayuda social a los policías. Este chico lo conocí como «Santi», de unos 30 años aprox., blanco, alto, con anteojos, con barba, lo puedo reconocer si lo vuelvo a ver, llegaba todos los miércoles con unas tirillas que decía «orden de extracción», iba con su computadora e impresora y solamente él entregaba esas tirillas a los policías que concurrían, unos con uniformes y otros de civil. Eran mas de 30 policías. Primero fue por semana y luego en forma mensual. Preguntada, responde: No conozco el concepto por el que retiraba esas tirillas los policías desde esa sede. En el mes de febrero y marzo también vi que llegaron a esa sede del partido unos camiones con unos paquetes envueltos en papel color marrón con cintas auto adhesivas que vi que contenían dinero en efectivo. Los paquetes no eran muy grandes y vi como unos doce de ellos y mientras lo bajaban tuvimos siempre custodia policial. Esos paquetes con dinero quedaban en la sede. En el mes de febrero vuelvo al Banco Galicia y me vuelve a pasar lo mismo, es decir me rebota la tarjeta el cajero automático y cuando paso al banco, me doy que estaban de nuevo las dos cuentas a mi nombre, una con los 14.500 pesos de la AUH. y la otra tenia ahora mas de 800.000 pesos. En esta ocasión me atiende un empleado del banco de nombre Matías, pregunto si puedo hablar con el gerente y me niegan hablar con él.
Lo mismo me da el detalle de las cuentas y vuelvo al partido y le entrego a la concejal Johana Puntana manifestándole mi preocupación y que ya la concejal Lorena Palomino me había prometido que iba a solucionar ese problema.
Me respondió que el contador estaba de vacaciones y que luego iban a solucionarlo y que el legislador Bussi estaba fuera del país. Volví a reclamarle toda esas transferencias realizadas en una cuenta a mi nombre y les comunique que ese dinero seguía en el banco y que quería una solución. De alli me apartaron de las actividades y eventos, y solo trabajé en los merenderos. Quiero también decir que tuve problemas con Narda Moran quien me acusaba que yo era problemática por los reclamos justos de situación que no me gustaban. Me refiero concretamente a que en Abril tuve los mismos problemas que meses anteriores con el tema de mis cuentas en el banco, con dinero que estaba depositado y que no me pertenecía, lo que ya reclamé mas enfáticamente esta situación a la gente del partido.
En abril, hice una denuncia en la Comisaria Sexta porque todo esto ya me había cansado. Me recibe la denuncia una oficial de apellido Morales, le pido una copia y me dice que la busque al día siguiente. Ese mismo día me dirigí a la sede del partido a comunicar que realice la denuncia, puntualmente la había denunciado a Lorena Palomino porque fue a ella que le entregue toda documentación bancaria para que me solucionara el problema y no lo había hecho. Tuvimos una discusión con esta señora y me dijo que me iba a hacer una contra denuncia y le dije que haga lo que quiera que yo iba a hablar con el legislador. Cuando fui al día siguiente a retirar la copia de la denuncia ya no estaba la denuncia. No había constancia de haber realizado la denuncia ni de haber estado en la comisaria. Quise hacer de nuevo la denuncia y me dijeron que para recibírmela debía llevar los comprobantes del banco, por eso saque un turno del Anses para llevar todos los antecedentes y que me reciba la denuncia. Me lo dieron para Mayo. El día que tuve la discusión con Narda Moran y Lorena Palomino yo saque foto de todos los que estaban presentes, incluso los móviles policiales que se encontraban en la Sede.
DINERO Y APRIETES
Antes de ir a la Anses, que me había dado turno para mayo, llegó a mi casa Javier Olmos que es cabo primero del Servicio 911 a quien conocía de una relación que mantenía con el mismo y me dijo que todos en la Sede estaban enojados conmigo por la denuncia que hice. Yo lo único que le manifesté era que quería recuperar mis cosas que quedaron en la Sede, entre ellas una computadora y dos camperas ya que no pensaba volver por ahí. El me manifiesta que ya se iba a ocupar de eso pero me quería hablar de otra cosa. Me contó que iba a venir un compañero llamado Esteban Garrido y otro llamado Matias Fagioli, quien es oficial principal, a conversar conmigo, quienes se presentaron uniformados en mi casa. Fagioli me dijo que había ido al banco y figuraba que el me había hecho una transferencia en mi cuenta. También Garrido me dice que tanto el como Olmos y Fagioli figuran en el banco como que habían hecho transferencias a mi cuenta y que nada que ver según ellos. Ahí les informe a los tres que yo en el banco pedí la reversión de esas transferencias a sus cuentas originales y que en algún momento esos importes debían volver a ellos porque fue lo que pedí expresamente a la gente del banco. Ellos me dicen: » y como nosotros sabemos que vos no retiraste nada?» y ahi le dije que no había retirado nada. Es mas, que vean las condiciones en la cual vivo, a ellos le interesaba saber cuanta plata había en mi cuenta, pero yo no les di esa información. Le entregué mi tarjeta de débito a Javier para que fuera hasta el cajero del banco Macro mas cercano y traiga el comprobante para mostrarles a Fagioli y Garrido que yo no había retirado ese dinero de mi cuenta. El fue, hizo la operación y volvió con los comprobantes y les mostró a sus compañeros que habían quedado en mi casa a esperarlos que la plata todavía estaba en mi cuenta.
Luego Javier con la clave del cajero me creo el Homebanking y allí figuraba las transferencias y los nombres de las personas de las cuentas que me habían depositado dinero y eran un montón. En el caso de Fagioli, eran como mas de 50.000 pesos que figuraba como transferido de su cuenta a la mía y en el caso de Garrido mas de 30.000 pesos. Ellos me dijeron que querían que le devuelva su dinero y yo le dije que ya había pedido la reversión en el banco. Como insistían mi pareja Javier Olmos le hizo desde el celular las transferencias desde mi cuenta hacia la cuenta de ellos, Fagioli y Garrido, y recién entonces se fueron. Se quedó conmigo Javier y me dijo que si el banco no me daba respuestas yo debía hacer las transferencias por homebanking a las cuentas de origen cosa que yo no se hacer. El me dijo que se iba a encargar de manejar mi homebanking y de hacer las transferencias. Todo esto sucedió en Abril. Después de esto comenzaron a llegar un montón de policías a mi casa porque parece que se habían comunicado entre ellos a pedirme lo mismo. Preguntada, responde: Se quedó a ayudarme Javier quien desde su teléfono tenía abierto mi homebanking y luego de verificar las personas y los montos le efectuábamos las transferencias a cada policía.
Con cada transferencias me llegaba un mensaje al correo que había denunciado en el banco que decía que había efectuado una transferencia no autorizada. Javier Olmos se encargó de todas estas operaciones que antes mencioné. Todo esto sucedió en Abril. Un día me dijo Javier que quería hacer una transferencia y le rechazaba el homebanking. Me preguntó y yo no supe que decirle. A esta altura de los 800.000 pesos iniciales ya se habían transferido por homebanking casi 600.000 pesos cuando Javier me dijo que no se podía transferir mas porque le rechazaba la operación bancaria. A partir de alli, el día 25 de Abril, vinieron unos policías a hacer problemas en mi casa y algunos en forma muy violenta ingresaron a mi casa cuando estaba sola con mis hijas. Los policías acusaban a Javier que quería quedarse con el dinero. Uno de ellos de apellido Valdez saco su arma reglamentaria adelante de mis hijas exigiéndole a Javier que le diera la plata sino me iba a pegar un tiro. Yo ingresé a mi casa y llamé al Dr. Anibal Paz, quien trabaja con el Dr. Javier Lobo Aragon porque estaba con mucho miedo, ellos se presentaron enseguida y los corrieron a los policías que estaban afuera haciendo líos diciéndole que si no se iban le iban a hacer una denuncia. Después, el día 28 de Abril llegó Javier con otro policía de nombre Pablo Garcia, me llevó en el móvil policial numero 2165 hasta la sucursal del Banco Galicia de la calle Maipú para retirar el dinero. Ese día fue el 28 de Abril, llegué al banco, el policía de la puerta me hizo pasar, saqué numero para el sector caja, me llamaron, pase por ventanilla, sacaron copia de mi DNI y me mandaron a un box para que espere allí el dinero. El monto retirado era por 263.000 pesos en su mayoría billetes de 100 pesos. Era un paquete grande, envuelto en gomillas. De allí llamé a Javier quien ingreso al banco, fue hasta el box donde me encontraba y el personal del banco, un chico y una chica, le entregaron a él ese dinero y el comprobante que se olvidó sobre la mesa cuando guardó la plata envolviéndola en la campera que tenía. Ese comprobante bancario lo tengo yo. Volvimos en el móvil policial hasta mi casa donde me dejaron y Javier se fué con los policías y el dinero. Después de esto, me dieron el turno en el Anses para los primeros días de mayo, donde me informan que estaba bloqueada la AUH por mi deuda con la AFIP, que a ese tiempo ascendía a 8000 pesos y me doy cuenta que el dinero que había estado cobrando no era del Anses sino un dinero que me depositaban. Claramente me habían dicho del Anses que no eran ellos porque las transferencias llevan identificado que la realiza la Anses. Cuando quise ir a la AFIP no pude conseguir turno por el tema de la pandemia, lo mismo imprimí un comprobante de mi deuda con la AFIP para tener esa constancia. Luego de eso el Sábado 9 de mayo, llegó a mi casa Javier para contarme que había mas policías reclamando por las transferencias y él me aseguró que ya había entregado todo el dinero y que había grabado cuando lo hizo. Yo le dije que no había mas plata para devolver en el Banco, que había sacado toda la plata y que no tenía ninguna otra transferencia nueva. Ese mismo sábado 09/05 me llama Berenice del partido y me dice que tenía mi computadora que había en el partido y que quería devolverme. Le dije que pase por mi casa. Me dijo que salga hasta la esquina que iba a pasar por allí y fue cuando estaba en la calle fue que me robaron el teléfono como antes conté. Lo raro fue que nunca apareció esta señora Berenice. Compré un nuevo chip para utilizar en el teléfono de mi hija. Desde ese número nuevo le envié un mensaje al Legislador Bussi por lo que estaba atravesando, era el sábado 9 de mayo, y èl me dijo vaya el lunes 11/05 por la Legislatura como a las 10,00 a verlo. Yo fui a la Legislatura el lunes 11/05/20 acompañada por Javier Olmos, no había colectivo ese día. Ingresé por el estacionamiento y le mandé un mensaje al Legislador para que autorice mi ingreso. Autoriza mi entrada y lo hago con Olmos, cómo él estaba uniformado tuvo que dejar su arma abajo y registrarse.
EL ABUSO SEXUAL EN EL DESPACHO LEGISLATIVO
Yo subí al quinto piso y detrás mío un policía y una chica. Después ví que Olmos subió al quinto piso también. Yo llegué a la oficina del legislador y estaba su hija Josefina y su secretaría Ayelén Contreras, a quién conozco como «Yeyu». Me hacen pasar y justo sale el legislador Bussi, vestía un saco marrón con camisa blanca, me saludó, me dió un beso. Y le dije que le traía todas las cosas para que vea mi caso. Me dijo que pase a su despacho y que hable con sus abogados, que les cuente todo, que él ya volvía. Al salir del ascensor seguí derecho hasta el final del pasillo allí está la oficina del legislador con un cartel de bronce en la puerta que lleva el apellido del legislador . Ingresé y primero que está al frente es el escritorio de la secretaria. A la izquierda está el despacho privado del legislador y a la derecha hay un pasillo y una oficina de reuniones dónde me mandaron a hablar con los abogados. Hablé con dos abogados, uno rubio y otro canoso, de unos 40 años. Si los veo los puedo identificar. Yo le comenté a ellos mi problema, y les mostré mi computadora, todo lo que me habían dado en el banco, y las cuentas que había que yo no había abierto. Y un montón de cosas que había en la computadora que no me pertenecían. Ellos me dijeron que ya me iba atender el legislador y así le cuente. Me quedé en esa oficina. Luego de unos veinte minutos me hicieron pasar al despacho del legislador. Yo era la única que estaba esperando para ser atendida por el legislador. Todos los demás que estaban se notaba que trabajaban allí. Luego me llama el legislador, me dice que pase y ocurrió lo que ya conté en mi primera declaración a la que me remito en este acto y la ratifico como así también a la presentación de fecha 08/06/20 efectuada por mi letrado patrocinante dónde también se expone sobre este hecho. Quiero agregar que en ese momento había una taza de café en la mesa que en el forcejeo que se produce por el abuso yo la tiró al piso y me mancho con café la manga de mi buzo que tenía puesto en ese momento»
Lupe además en el expediente judicial concluye: «En este acto hago entrega de la ropa que llevaba puesta ese día. Acto seguido la compareciente hace entrega de una bolsa con prendas, y S.S. dispone: RESERVESE en caja fuerte de esta secretaría a los fines que hubiere lugar. Seguidamente expresa la compareciente lo siguiente. Quiero ratificar mi pedido de rol de querellante solicitado oportunamente. Preguntada si desea agregar algo más, RESPONDE: No por ahora. No siendo para mas se da por finalizado el presente acto, y se deja constancia que no firman los comparecientes por las razones que antes se expresó, de lo que doy fe»
Los videos parecen poco serios, no muestran al perseguidor, no lo describe (ni color del auto, ni patente, nada como poder identificarlo), solo dice «vamos, vamos, vanos) y grava un recorrido. Quien maneja no hace ninguna llamada de emergencia, ni a policía ni a familiar. No parece que fuera momento de mucha tención ni en lo que dicen ni en el tono de las voces se denota algo, al menos de desesperación.
Todo esto es muy raro, demasiado. El banco Macro está relacionado fuertemente con el gobierno nacional y la policía con Menzur. Cuesta comprender todo esto.