«A diez años del No al ALCA»
El ministro de Economía, Axel Kicillof, señaló la necesidad de unificar «las causas y efectos en la economía» y entender que esa disciplina tiene «efectos sociales y no individuales», en tanto subrayó que «los cambios producidos en la región continental fueron posibles cuando la política mandó sobre la economía y jamás al revés».
El funcionario clausuró el acto internacional «A diez años del No al ALCA», realizado en la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos (FOETRA Buenos Aires), en Hipólito Yrigoyen 3.155 de la Capital federal, en el que participaron también el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el titular de la AFSCA, Martín Sabatella; la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y los sindicalistas telefónicos Osvaldo Iadarola y Claudio Marín.
Más de un millar de trabajadores, militantes y dirigentes colmaron las instalaciones sindicales y la vereda sobre el exterior del edificio, ocasión en la cual Kicillof explicó cómo a veces «la economía se interpreta como contradicciones individuales».
«Por ejemplo, el productor de zapatillas a veces no termina de entender que para fabricarlas y venderlas tiene que restringirse en algunos consumos de productos importados. No relaciona esas restricciones con el dólar en la fabricación y venta de zapatillas nacionales. Si se altera el cambio dólar y se remueven los proteccionismos, ese fabricante deja de venderlas, porque no tiene quien las compre. El producto extranjero es más barato», explicó.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, reseñó que cuando «se organiza una cumbre el paí¬s anfitrión determina el lema, la consigna», y sostuvo que el expresidente Néstor Kirchner eligió ‘Crear trabajo para erradicar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática’. Fue un cambio de paradigma».
«La cumbre es un punto de partida, pero también de quiebre. Para terminar con la idea que las únicas polí¬ticas macroeconómicas eran la fiscal y la monetaria. Se comenzó a discutir que hay otra política económica, la de ingresos. Eso es el trabajo, el salario y la protección social», dijo Tomada ante un colmado auditorio.
Kicillof aseguró en un acto por los diez años del rechazo al ALCA que los cambios fueron posibles cuando la política mandó sobre la economía
Por último, el funcionario laboral recordó y celebró el aniversario que convocó a la realización del multitudinario acto porque también «la memoria forma parte de la construcción del futuro de protección social y de igualdad», concluyó Tomada.
El acto internacional fue convocado por la CTA, como en años anteriores, al cumplirse una década del «No al ALCA», «la histórica derrota sufrida en 2005 en Mar del Plata por la política imperial del gobierno norteamericano de George Bush», ratificaron esta tarde Yasky y Marín en declaraciones a Télam.
El acto fue abierto por Marín, secretario adjunto de la FOETRA y Gremial de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), quien aseguró a la audiencia que «la gran diferencia que existió entre los militantes de los ’70 y los que resistieron en los ’90 respecto del ALCA fue que antes se podía quizá tener un buen programa, pero solo para la propaganda, por lo que a partir del rechazo al ALCA se generó una real política y se modificó la situación de la clase trabajadora, incidiendo en esa realidad».
«Nadie modificará su forma de pensar y sus principios si volvemos a ser testimoniales, pero existe el compromiso y la obligación de no serlo. Ese compromiso pasa por no permitir que la derecha gane la iniciativa. Después de la elección presidencial del 22 de noviembre próximo, que hay que ganar, se impondrá continuar luchando para profundizar el actual modelo», aseveró Marín.
A su turno el dirigente docente Yasky, titular de la CTA, subrayó que esa corriente gremial es «una central oficialista cuando oficialismo significa defender un programa para las grandes mayorías, ya que no podría ser de otra manera», y señaló que «lo que critican los supuestos demócratas es que no defendamos un modelo de democracia formal e institucional sino uno muy diferente, en el que participan las inmensas mayorías», afirmó.
Yasky expresó que la CTA defiende «un modelo de ese tipo, en el que participan y mandan las mayorías movilizadas para terminar con la explotación del hombre por el hombre, por lo que el compromiso después de ganar el 22 de este mes será pelear para resistir la ofensiva que seguramente prepare la derecha, gane quien gane».
Entre las 9 y las 11 se realizó «un acto internacional de solidaridad con Palestina» en el Teatro La Máscara, en Piedras 740, en cuyo panel estuvieron Yasky; Husni Abdel Wahed, embajador del Estado de Palestina; Tilda Raví¬, presidenta de la Federación de las entidades Argentino-Palestinas, y Rafael Freire Neto, secretario de Polí¬tica Económica y Desarrollo Sustentable de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), coordinados por Roberto Baradel, secretario de Relaciones Internacionales de CTA.
Luego de un almuerzo con la delegación internacional, comenzó el acto de homenaje por los diez años de rechazo al intento de imponer el ALCA en el Auditorio de la FOETRA Buenos Aires, donde también se proyectó un video de apertura y fue inaugurado por Marín.