A 173 años: La Vuelta de Obligado como ejemplo a confirmar
El hallazgo de una carta que el general Lucio N. Mansilla le envió al entonces gobernador de Buenos Aires, Brigadier General Juan Manuel de Rosas, ha sorprendido al ambiente de la historia y a los múltiples seguidores de acontecimientos nacionales y de la obra del Restaurador de la Leyes, como se lo llamó en su tiempo.
Escribe Alejandro C. Tarruella
En esa misiva, Mansilla, esposo de Augusta Rosas, hermana de Juan Manuel, y padre de los notables escritores Eduarda Mansilla y Lucio V. Mansilla, da cuenta de quiénes fueron los carpinteros y los herreros que acometieron la tarea de construir las baterías de cañones, que fueron fundamentales en la defensa del río, ante la flota anglo- francesa que pretendía superar aquel punto del río Paraná para ingresar a gran parte del territorio nacional.
Hoy se cumplen 173 años de aquella epopeya nacional, la batalla de Vuelta de Obligado, que recién fue reconocida oficialmente en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Aquellos hombres construyeron la defensa del río apelando a cañones y cadenas de hierro, y con ellos detuvieron a un enemigo que llegaba con moderna tecnología de haber sometido una vez más al gigante chino en el Asia. Se trataba de 14 carpinteros y 3 herreros que se entregaron a la tarea de acompañar los intereses de su país ante la presión británica. A ellos reconocía Lucio N. Mansilla en la misiva.
Fue el equipo del Museo de San Pedro el que descubrió la carta de Lucio N. Mansilla y para ello procedió a digitalizar cerca de 700 documentos históricos provenientes de la logística de lo que denominan Guerra del Paraná. Esos datos llegaron de seis colecciones en las que, luego de hurgar con precisión, hallaron datos desconocidos hasta la actualidad sobre episodios armados que sucedieron en esa zona del país, entre los años 1845 y 1846.
Hoy se cumplen 173 años de aquella epopeya nacional, que recién fue reconocida oficialmente en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner
El Combate de la Vuelta de Obligado se celebró el 20 de noviembre de 1845, en una zona ubicada entre las localidades de San Pedro y Ramallo, donde se encontraba el puesto de mando del general Lucio Mansilla. El objetivo consistía en detener el avance de los buques ingleses y franceses en el Río Paraná, producto del bloqueo anglo-francés. Ese año, el representante francés Washington de Mendeville, esposo de Mariquita Sánchez de Thompson, fue reemplazado para negociar en Buenos Aires por el británico William Ouseley. Ouseley no pudo entenderse con Rosas y en setiembre se despachó declarando el bloqueo al río de la Plata. En abril, las once naves inglesas y francesas bloquearon el puerto de Buenos Aires y se inició el desenlace del conflicto.
¡Qué los tiró a los gringos!
Naturalmente, debido a la alta tecnología que disponían en particular los británicos, llegados de las contiendas en China, el trámite de la batalla no sería sencillo para los nacionales. El valor de los soldados del general Mansilla fue singular y pese a las tres cadenas que emplazaron a lo ancho del Paraná -en tanto las 4 baterías con 21 cañones estaban dispuestas en la costa-, los invasores cruzaron el límite pero no alcanzaron su objetivo y tuvieron que regresar. Londres tuvo que negociar con el brigadier general.
Los posteriores combates de San Lorenzo y Punta Quebracho dejaban en claro que Rosas no entregaría la soberanía. Los anglofranceses no pudieron vender su mercadería en provincias que estaban empobrecidas, y se retiraron derrotados.
Los posteriores combates de San Lorenzo y Punta Quebracho dejaban en claro que Rosas no entregaría la soberanía
El 2 de julio de 1846 llegaba a Buenos Aires el enviado británico Thomas Hood, en el Devastation, que atracó en el puerto. Había sido designado por la Corona para gestionar un acuerdo con el gobernador Juan Manuel de Rosas por el combate de la Vuelta de Obligado. Hood traía imposiciones y terminó sorprendido por lo dispuesto por Rosas, que exigió levantar el bloqueo sin esperar el desarme de las legiones extranjeras y el consiguiente retiro de la división argentina.
El 18 de julio se firmó un acuerdo que continuaría en negociaciones muy conflictivas. El 24 de noviembre de 1849 Gran Bretaña acordó con Rosas el tratado en el que se comprometió a evacuar la isla Martín García, reconocer la soberanía argentina sobre los ríos interiores, los derechos de Oribe como presidente del Uruguay. Además, debía devolver los barcos argentinos y desagraviar el pabellón nacional con 21 cañonazos en Londres.
Una carta de Lucio N. Mansilla permite, hoy, recorrer los logros de Juan Manuel de Rosas en su lucha por la soberanía. Lo cierto es que el reconocimiento de San Martín, en primer término, y luego el del Estado Nacional, hacen de Vuelta de Obligado uno de los acontecimientos históricos a rescatar en estos días.
Ante la entrega de bienes, divisas, territorio y el intento de balcanizar el país, la historia ofrece ejemplos vivos acerca de cómo se pone de pie una nación para recuperar su dignidad. Una actitud que, sin lugar a dudas, tendrá nuevos ejemplos en el futuro próximo.
La historia ofrece ejemplos vivos acerca de cómo se pone de pie una nación para recuperar su dignidad
