Baja concurrencia en marchas contra Dilma en Brasil
La consultora Datafolha estimó que las protestas en las principales ciudades de Brasil reunieron alrededor del 25 por ciento del público movilizado en agosto. Los organizadores del acto contra Dilma aceptaban que la movilización en Brasilia fue un fiasco.
El acto más concurrido tuvo lugar en San Pablo, donde hubo 40.300 personas, lo que representa el 30 por ciento de los manifestantes reunidos en agosto y el 20 por ciento de la protesta de marzo.
Por la principal avenida de San Pablo desfiló un muñeco inflable de Lula, con ropa de presidiario, junto a una bandera gigante, verde y amarilla, exigiendo el “impeachment” contra Dilma Rousseff.
En las elecciones de octubre de 2014 Dilma fue reelecta en segunda vuelta frente a Aécio Neves, pero sufrió una derrota seria San Pablo, territorio del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
En esa ciudad, bastión del golpismo, estableció su base de operaciones el vicepresidente Michel Temer, quien la semana pasada formalizó la ruptura con Rousseff a través de una carta que se filtró a la prensa.
Poco después de conocida esa correspondencia de Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), los socialdemócratas de Cardoso y Neves, oicializaron su apoyo a un eventual gobierno de unidad nacional surgido tras la caída de Dilma.
A la alianza Temer-Cardoso-Neves se sumó el titular de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), Paulo Skaf que es dirigente del PMDB, un partido dividido entre golpistas e institucionalistas.
Para el socialdemócrata Nunes Ferreira, la ira golpista se encenderá en los próximos meses cuando se vote el impeachment en el Parlamento.
Hasta ahora el Congreso no se pronunció sobre el enjuiciamiento y no se descarta que haya sesiones extraordinarias en el verano para abordar el tema.
La pobre convocatoria representa un revés para el vicepresidente “pemedebista” Michel Temer y su socios socialdemócratas, quienes deberán revisar la escalada desestabilizadora que planeaban lanzar.
El fracaso opositor también repercutirá en la Justicia y en la calle.
La baja adhesión destituyente funcionará como un aliciente para la Central Unica de los Trabajadores y los movimientos sociales que convocaron a una marcha en la Avenida Paulista.