Tsipras negó que vaya a recurrir al FMI

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó que la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el tercer paquete de ayuda de financiera internacional no será necesaria ya que la recapitalización de la banca fue «exitosa» y se utilizaron menos fondos de los previstos originalmente por Bruselas.
«Además, los representantes del FMI nos piden cosas que nadie puede soportar en Grecia y después van a los socios europeos y les piden condiciones de flexibilización de la deuda que tampoco ellos pueden aceptar», explicó Tsipras durante una entrevista difundida por la televisión pública griega.
El FMI ha supeditado su participación en el tercer programa de ayuda financiera a que la primera revisión del llamado rescate arroje «buenos resultados» y demuestre el inicio de reformas estructurales, además de que los acreedores de la Unión Europea accedan finalmente a reestructurar la deuda helena.
A nivel político, Tsipras reiteró que no ampliará la coalición de gobierno que forma con la derecha nacionalista, pero instó a los partidos de la oposición a lograr consensos sobre los grandes temas como la reforma de las pensiones o la crisis de refugiados.
Alexis Tsipras aseguró y garantizó que no se tocarán las principales pensiones jubilatorias
«Nosotros no negociamos con ningún otro partido, tenemos mayoría. El hecho de que busquemos consenso en temas que sobrepasan un mandato de cuatro años es otra cosa», aclaró.
Respecto a la reforma de las jubilaciones, un tema reclamado por las potencias europeas, repudiado por la mayoría de la sociedad griega y postergado por Atenas hasta principio del año que viene, Tsipras garantizó que no se tocarán las pensiones principales, algo que calificó como una «línea roja».
El sistema de pensiones griego se basa en dos tipos de prestaciones, ambas públicas: una principal y una complementaria. Para muchos jubilados y, actualmente para muchas familias, éste es su principal ingreso.
El premier también se refirió a la crisis de refugiados y al conflicto político que ésta provocó dentro de la Unión Europea.
«Pedimos personal, no nos mandaron ni siquiera la mitad. Pedimos 36 barcos, mandaron 8; pedimos máquinas para tomar huellas dactilares, no hemos recibido ninguna», aseguró, rechazando las críticas de muchos países europeos que se quejan de que Atenas es demasiado permisivo con los cientos de miles de refugiados que llegan a sus costas para seguir camino hacia el norte del continente.
En total, más de 900.000 personas llegaron a Europa desde Medio Oriente y Africa este año en busca de una vida mejor. La gran mayoría entraron por las costas del sur de Grecia, uno de los pocos países de la UE que no cerraron ni militarizaron sus fronteras.





