Liberaron al policía de la Metropolitana que le disparó a Lucas Cabello
El agente de la Policía Metropolitana acusado de «homicidio en grado de tentativa» por efectuar tres disparos contra Lucas Cabello el 9 de noviembre pasado en el barrio de La Boca fue liberado por la Justicia, aunque seguirá procesado.
La querella adelantó que apelará y rechazó que el juez afirmara que hubo «exceso en la legitima defensa». «Carece de sustento, máxime cuando el auto de procesamiento señala que Cabello no estaba armado», dijo el abogado Nahuel Berguier.
El efectivo Ricardo Ayala fue procesado por el delito de “homicidio en grado de tentativa, agravado por su condición de ser miembro de una fuerza de seguridad, con exceso en ejercicio de legítima defensa”, y sus bienes fueron embargados hasta cubrir la suma de 300 mil pesos, informaron fuentes judiciales.
El procesamiento no incluyó la prisión preventiva, por lo que el juez de instrucción Osvaldo Rappa dispuso “la inmediata libertad” del agente de la Metropolitana, quien permanecía detenido desde el día del hecho.
«Salió el auto de procesamiento sin prisión preventiva lo que se va a ser apelado por esta querella», señaló a Télam Nahuel Berguier, uno de los abogados de la familia de Cabello, de 20 años, que presentará el escrito judicial dentro del plazo legal de 72 horas.
El procesamiento no incluyó la prisión preventiva, por lo que el juez de instrucción Osvaldo Rappa dispuso “la inmediata libertad” del agente de la Metropolitana
«Vamos a apelar porque consideramos que decir que hubo un ‘exceso en la legitima defensa’ carece de sustento, máxime cuando el auto de procesamiento señala que Cabello no estaba armado», indicó el letrado.
«Tenemos un policía armado que lo atacó de tres tiros, es claro que no es legitima defensa si no una agresión lisa y llana», apuntó.
Berguier criticó que el procesamiento hable de «imprudencia» cuando «se trata de una tentativa de homicidio y está comprobado que a Lucas le dan el segundo y tercer tiro cuando estaba en el piso», informó Télam.
del expediente surge con claridad que hubo un intento de entorpecer la investigación por parte de la Policía Metropolitana
El abogado manifestó además que «del expediente surge con claridad que hubo un intento de entorpecer la investigación por parte de la Policía Metropolitana, por lo cual vamos a pedir que se revoque la orden de liberarlo al tratarse de un delito de tal gravedad».
La resolución judicial difundida hoy sostuvo que “no hay indicios que permitan sospechar que los disparos de Ayala contra Cabello fueran intencionales y sin motivo aparente».
Sin embargo aclaró que «sólo se advierte un mal desempeñó en su labor, y su poca experiencia para enfrentar una situación de agresión y tensión, siendo imprudente en su manejo con el arma”.
Tenemos un policía armado que lo atacó de tres tiros, es claro que no es legitima defensa si no una agresión lisa y llana
El fallo insistió con la palabra «imprudencia» al afirmar que Ayala “efectuó tres disparos, de manera imprudente, con su arma reglamentaria, excediéndose en los límites impuestos por la ley».
Otro de los puntos criticados por la querella es que el procesamiento refiere a «una agresión de Cabello» y que el efectivo lo que hizo fue «repeler un ataque», aunque nunca se halló un arma en posesión de la víctima y los testigos, en sintonía, coinciden en que no vieron ningún revólver o pistola que no sea la del policía.
«Para nosotros no hubo errores, no hubo excesos: hubo un accionar totalmente ilegítimo de la Policía Metropolitana», ratificó hoy Gabriela Carpineti, que junto a Berguier compone la querella.
«Queremos que se garantice la seguridad física de la familia de Lucas y de los vecinos de La Boca», añadió, y pidió una audiencia con la gobernadora bonaerense electa, María Eugenia Vidal, «para que rectifique» sobre sus dichos que el caso «tuvo su origen» en un episodio de violencia de género.
Cabello sigue internado «estable pero grave y con funciones físicas gravemente afectadas» a causa de las tres balas que le disparó Ayala, quien se encontraba de consigna en la calle Martín Rodriguez 559, debido a una causa por amenazas entre dos vecinas del lugar, un inmueble de tránsito del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).