Buscan absolución de Jaime por la tragedia de Once
El juicio oral y público por la tragedia ferroviaria de Once entró en la recta final del debate con los últimos alegatos de las defensas de los imputados por el choque ocurrido la mañana del 22 de febrero de 2012. En el impacto, que se produjo en la estación Once, murieron 52 personas y 789 resultaron heridas.
El juicio comenzó en marzo de 2014, y entre los 28 imputados están los ex secretarios de Transporte, Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime. Antes de fin de año podría conocerse el veredicto.
Durante su alegato, el defensor del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, remarcó que su defendido se alejó del cargo casi tres años antes que se produjera el choque en el que murieron 52 personas. Apuntó contra el maquinista Marcos Córdoba y el Congreso «que no se preocupó en hacer ninguna recomendación sobre el sistema ferroviario» informó la agencia de Noticias Infojus.
Mi defendido se alejó de la función de secretario el 30 de junio del 2009, casi tres años antes de que se produjera el hecho”, afirmó Andrés Marutian, defensor de Jaime.
Y apuntó contra el maquinista de la formación, Marcos Córdoba, otro de los imputados en el debate, al asegurarar que, “en forma criminal, anuló voluntariamente el freno de hombre muerto que hubiera evitado esta tragedia”.
Marutian se expresó contra el Congreso Nacional porque, sostuvo, “no se preocupó por hacer ni una recomendación” en relación al sistema ferroviario “al gobierno nacional a través del jefe de Gabinete”.
Marutian también apuntó contra el fiscal del juicio Fernando Arrigo, quien expuso su alegato en septiembre pasado. “Jamás tuve una experiencia tan bochornosa y agraviamente al estado de derecho como la que se vivió en este juicio. Ello en virtud exclusivamente de la instrucción llevada a cabo por la acusación del fiscal”, dijo tras pedir la nulidad de ese alegato.
Marutian alegó que tras dejar su función de secretario de Transporte Jaime “no ejerció ninguna actividad vinculada al sector de transporte en ninguno de sus niveles ni tampoco desde el sector privado”.
Y dijo que “durante los seis años al frente de la Secretaría de Transporte –donde se desempeñó desde el 2003 hasta el 2009- no tuvo que enfrentar ni un solo accidente ferroviario”. Aunque debió reconocer que en ese lapso “se produjeron ocho muertes”, puso el acento en que se trataron de “suicidios y dos cruces con barreras bajas, por lo tanto no eran accidentes ferroviarios”.
Luego hizo referencia a que cuando Jaime se alejó de su cargo, “en marzo del 2008, la Secretaría de Transporte había sido desplazada de la administración de la infraestructura ferroviaria, de su mantenimiento y de la gestión del sistema de controles de la circulación de trenes”. Y en ese sentido sostuvo que a partir de esa fecha el control de esas áreas “pasaron a la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios”.
Los jueces también escucharon los alegatos de las defensas de los ex interventores de la Comisión Nacional del Transporte (CNRT), Pedro Ochoa Romero y Antonio Sícaro.
La defensa de Ochoa Romero pidió la absolución del ex interventor de la CNRT al asegurar que dejó su cargo en 2007 y «no pudo tener incidencia en lo ocurrido el 22 de febrero de 2012». Como sucedió con las anteriores defensas, la responsabilidad del choque fue orientada hacia Córdoba. «El conductor no accionó los frenos y la formación impactó a 26 kilómetros por hora contra el paragolpe de la estación de trenes. Está plenamente acreditado que el accidente no fue producto de una falla mecánica y que los frenos se encontraban en todo momento en condiciones de ser activados por el maquinista», se sostuvo en el alegato. El defensor agregó que el accionar del motorman fue «negligente, imprudente y temerario porque lo único cierto es que los frenos estaban ahí y no fueron utilizados», concluyó el alegato de la defensa de Ochoa.