
Bruselas avala controles fronterizos en Alemania y Suecia
La Comisión Europea avaló que el Gobierno alemán mantenga los controles fronterizos puestos en marcha hace dos meses en su frontera con Austria por un periodo inicial adicional de 30 días y también confirmó la legalidad de los controles fronterizos que Suecia introdujo recientemente para controlar la presión migratoria.
“Por ahora no tenemos ninguna objeción a estas medidas, que deben seguir siendo proporcionales y comprobaremos esto», declaró en rueda de prensa la portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva, consultada por el vencimiento por parte de Alemania del plazo máximo autorizado de dos meses para introducir los controles fronterizos temporales.
Alemania agotó la posibilidad de introducir controles fronterizos «temporales» en virtud del artículo 24 del Código de Fronteras Schengen «para circunstancias imprevisibles» que autoriza su introducción en las fronteras internas «durante un periodo inicial de 10 días, renovados por periodos de 20 días hasta un máximo de dos meses», precisó la portavoz de Inmigración del Ejecutivo comunitario, Natasha Bertaud.
Pero la duración de los controles fronterizos en las fronteras internas en la zona Schengen se pueden ampliar «hasta seis meses», en periodos de hasta 30 días, cuando su «reintroducción ha sido por acontecimientos previsibles» tal y como recoge el artículo 23 del Código y «hasta dos años» durante periodos de seis meses renovables un máximo de tres meses «en circunstancias excepcionales, cuando el funcionamiento de la zona sin fronteras internas está en riesgo por deficiencias serias persistentes en los controles de las fronteras externas».
«Este es el escenario en el que estamos ahora. Hemos recibido todas las notificaciones y por ahora la Comisión no tiene ninguna objeción. Estas medidas tienen que ser proporcionales y seguir siendo proporcionales. Y es lo que seguiremos vigilando», remarcó Bertaud.
La Comisión Europea avaló también la reintroducción temporal por parte de Suecia de controles en las fronteras internas, que se centrarán en particular puertos seleccionados del sur y este y en el puente Öresund entre Dinamarca y Suecia.
«La actual situación en Suecia, prima facie, parece ser una situación cubierta por las normas. La Comisión vigilará de cerca la situación», explicó el Ejecutivo comunitario.
Bruselas confirmó que «la decisión fue activada por un flujo migratorio imprevisto que, según la evaluación del Gobierno sueco, constituye una amenaza seria para el orden interno y la política pública» y recordó que «la reintroducción temporal de los controles fronterizos entre Estados miembro es una posibilidad excepcional prevista» en el Código de Fronteras Schengen «en caso de una amenaza seria para la política pública o el orden interno».





