La hija de Raúl Martins denuncia persecución por parte del macrismo
– Lorena Martins, la hija del ex jefe de la SIDE implicado en causas de trata de personas y coimas al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, alerta que tras la buena elección de Mauricio Macri -a quien denunció como cómplice de su padre-, un nuevo revés judicial amenaza con apresarla.
A fines de 2011 explotó el escándalo mediático por la denuncia pública de Lorena Martins, la hija de Raúl Martins, ex agente de la SIDE. La red de trata en la que Martins involucraba a su padre incluía, de mínima, a 8 locales que funcionaban en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
La denuncia tomó otro color cuando las pruebas presentadas por la mujer involucraron al jefe de gobierno porteño y ahora candidato presidencial, Mauricio Macri. Según Martins, su padre financió la campaña del líder del PRO en 2011, a cambio de la protección de sus prostíbulos en Capital Federal.
Creo que esto es una persecución y temo por mi libertad
La hija del hombre sospechado de proxeneta aportó documentación y pruebas originales que vinculaban a policías federales y a funcionarios del Gobierno porteño con la organización.
Cuando se desató la polémica, Raúl Martins intentó defenderse adjudicando la denuncia a un intento de extorsión por parte de su hija. Este argumento se concretó judicialmente a partir de una causa, que fue archivada y apelada más de tres veces, pasando por un total de cinco jueces y que finalmente se mantuvo en la Cámara de Casación durante más de un año.
La misma estrategia utilizó con todos los que se atrevieron a señalarlo: más de diez personas partícipes de la causa fueron denunciadas por extorsión.
Denuncié a la SIDE, al poder político, trata, narcotráfico: nunca se sale bien de eso
Hoy, Lorena denuncia que, tras las elecciones que le brindan a Mauricio Macri la posibilidad de llegar a la presidencia, le llegó un fallo de la Cámara donde revocan su sobreseimiento.
«Creo que esto es una persecución y temo por mi libertad. Yo aposté fuerte en mi denuncia y denuncié a la SIDE, al poder político, trata, narcotráfico. Nunca se sale bien de eso. Todos los testigos de esta causa son empleados de mi viejo de los prostíbulos» alertó.
Desde que la causa cayó en el juzgado de Norberto Oyarbide, Lorena tuvo que sortear cientos de rodeos judiciales que tendieron a dilatar la denuncia, empezando por el hecho de que el magistrado a cargo es amigo personal del ex agente de la SIDE. Incluso asistió al casamiento de la propia Lorena, en calidad del íntimo vínculo que lo unía con su padre.
Todos los testigos de esta causa son empleados de mi viejo de los prostíbulos
Oyarbide fue circunstancialmente reemplazado por Gerardo Pollicita, un fiscal muy cercano a funcionarios del PRO, quien presionó a Lorena para que declare y ante su negativa -cuenta- amenazó con meterla presa.
Finalmente, el magistrado renunció a la causa, y ésta recayó en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°1 que dirige María Romilda Servini de Cubría. Sin embargo, cerca de cinco meses después, la causa fue archivada.
Para cerrar la investigación, Servini de Cubría argumentó que de acuerdo al Código Penal una hija no puede denunciar a su padre. Además, indicó que no había pruebas suficientes, que Lorena quería ejercer presión sobre el ex espía, exactamente la misma línea que sigue el acusado.
