«La parte del todo» revela la apropiación de bebés durante la dictadura
El plan sistemático de la última dictadura militar para apropiarse de los bebés de las militantes que daban a luz en centros clandestinos donde eran recluidas y torturadas, es revelado con todo detalle en “La parte por el todo”, un documental valioso y necesario que aborda la lucha de Abuelas.
Dirigida por Roberto Persano, Santiago Nacif Cabrera y Gato Martínez Cantó, “La parte por el todo” es quizás la primera película argentina que aborda con minuciosidad este “plan siniestro” que llevaron adelante las juntas militares, incluso con más profundidad que filmes anteriores como “La historia oficial”, de Luis Puenzo, “Botín de guerra”, de David Blaustein, o “Nietos”, de Benjamín Ávila.
“Si bien hay muchas películas sobre la dictadura, el tema de la apropiación no estaba tratado de manera tan minuciosa, revelando el plan, el mecanismo y el método de apropiación. Por eso nos interesó registrar y mostrar el juicio que se hizo en contra de los apropiadores, porque ahí quedó claro el método sistemático que instrumentaron”, recordó Persano, uno de los directores del filme que llegará mañana a salas locales.
Si bien hay muchas películas sobre la dictadura, el tema de la apropiación no estaba tratado de manera tan minuciosa, revelando el plan, el mecanismo y el método de apropiación.
Nacif Cabrera, uno de sus colegas, agregó que de ahí surgió el título del filme, “La parte por el todo”, ya que “alude a que en el acto mismo de apropiación estaba encerrado en sí todo el aparato y el plan genocida de la dictadura. Pensar en hacerle cesárea a una mujer, sacarle el bebé y entregarlo a otras personas era un plan sumamente siniestro”.
En ese sentido, Martínez Cantó, el tercero de los directores, sostuvo que “la sustracción de menores fue lo más perverso del plan de exterminio. Como dice Miriam Lewin en la película: ‘Sabíamos que podían matarnos, torturarnos, pero nunca que iban a robar a nuestros hijos’. De ese modo se puede ver el nivel de perversión de la dictadura”.
Además de recordar y recorrer el horror de centros clandestinos de detención donde se robaban niños como la ex Esma, el pozo de Banfield y Campo de Mayo, la película cuenta con los emotivos testimonios de los nietos recuperados Guillermo Pérez Roisinblit, María Belén Altamiranda Taranto y Carlos D’Elía Casco, quienes ponen un poco de luz entre tanta oscuridad.
“Hablamos con varios nietos antes de definir que fueran ellos. Buscábamos nietos que fueran padres porque no sólo queríamos quedarnos con su pasado sino mostrar cómo su propia historia personal resignifica su presente. A veces pasaban por momentos en los que podían hablar, pero llegaba un punto donde su historia y el dolor no les permitía seguir adelante”, recordó Persano.
Hablamos con varios nietos antes de definir que fueran ellos. Buscábamos nietos que fueran padres porque no sólo queríamos quedarnos con su pasado sino mostrar cómo su propia historia personal resignifica su presente
“Por otra parte -dijo Nacif Cabrera en relación a las entrevistas y las escenas que filmaron con ellos y sus familias- no quisimos llevarlos a los centros clandestinos porque no queríamos exponerlos a esa angustia ni caer en golpes bajos. Sabíamos que era como una montaña rusa de emociones a la que no los queríamos exponer”.
En ese sentido, la película posee la capacidad para tratar un tema realmente escabroso y de recorrer espacios terroríficos sin abundar en momentos sensacionalistas, y esto se debe a la decisión de los directores de incorporar distintas animaciones del dibujante Maxi Bearzi, lo que les permitía “jugar más oníricamente y aludir a cosas tremendas sin caer en golpes bajos”, informó Télam.
“Trabajar con dibujos era una apuesta estética nueva, ya que queríamos dar un salto cualitativo en relación a lo que veníamos haciendo. Había cosas muy fuertes para poder contar visualmente que podían sumar a los testimonios, de una manera más poética y amena. Creemos que esos dibujos resignifican cosas fuertes y que, si bien son un matiz, no esconden la crudeza de la realidad a la que aluden”, coincidieron los directores.
Para ellos, “el dolor que más sufren los nietos recuperados es el de haber crecido en una mentira. Por eso queríamos reflejar cómo ellos a pesar de su historia terrible pueden replantear su paternidad y maternidad desde otro lugar. Y aunque es una marca que van a llevar de por vida, ellos les cuentan toda la verdad a sus hijos y así hablan de su identidad.
Martínez Cantó, Persano y Nacif Cabrera se conocen hace 20 años y trabajan juntos haciendo películas desde hace 10: “Consensuamos mucho y no hay un rol definido sino una construcción colectiva en la que se disuelve el ego. Creemos que esa forma de trabajo es más constructiva y enriquecedora”, señalaron.
Los directores destacaron también el trabajo entre Incaa y Corte Suprema a través del programa Mecis, un convenio para hacer un registro de todos los juicios de lesa humanidad y colaborar en la construcción de una memoria colectiva, y a los auspicios de la jueza María del Carmen Roqueta, presidenta del tribunal que condenó a los militares por la apropiación de los bebés de las mujeres detenidas desaparecidas.