Lanata cuestionó el pasado de Cristina y se olvido del suyo
Jorge Lanata cuestionó la autoridad moral de la Presidenta de la Nación a partir de una carta abierta en la que le atribuye “varias muertes” y afirma que no le tiene ningún “respeto personal”. En esta nota, toda la verdad sobre el hombre que se presenta como periodista independiente pero encarna, en realidad, la figura del principal protector de los intereses corporativos del país.
Durante su última cadena nacional, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se refirió a la operación mediática montada contra el jefe de gabinete, Aníbal Fernanez, quien lidera las encuestas para la gobernación bonaerense, afirmando que “antes había grupos de tareas con miembros de la fuerzas armadas” mientras que hoy “se conforman con un trípode: denuncia mediática, opositores de centroderecha y el poder judicial”.
De esta manera, se solidarizó con el funcionario nacional y repudió el absurdo informe en el que intentaron vincularlo al narcotráfico y al triple crimen de General Rodríguez.
Lo cierto es que, al parecer, el periodista Jorge Lanata se sintió representado por alguna de las tres categorías expuestas por Cristina y decidió, -no es la primera vez que lo hace-, escribirle una “carta abierta”.
Allí, le cuestiona “su estatura moral para hablar de los años de plomo en Argentina”, asegura que empezó a trabajar a los 14 años y eso “podría servirle como ejemplo a su hijo” y denuncia que el kirchnerismo “prostituyó a las Madres de Plaza de Mayo”, convirtiéndolas “en un negocio”, a cambio de comprarlas “con algunos cargos”.
En ese contexto, Lanata se refirió a Página/12 definiéndolo como el diario que él fundó y Cristina “prostituyó”. Finalmente, le atribuye “varias muertes” y se despide manifestando que no le tiene ningún “respeto personal”.
Lo curioso es que quien se jacta de tener autoridad moral para hablar de transparencia, independencia y honestidad, carga un oscuro pronturario sobre su espalda. Empezando por el medio del que se enorgullece en el comunicado, omitiendo el pequeño detalle de quién fue quien se encargó de financiar el proyecto.
El periodista comenzó su carrera a partir de este diario creado en 1987, que se presentaba como un medio transgresor y valiente en sus polémicas denuncias. Efectivamente, ese fue el perfil que mantuvo hasta el copamiento del Regimiento de la Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP) el 23 de enero de 1989.
El diario no sólo cuidaba muchísimo la imagen de Enrique Gorriarán Merlo —titular del MTP y ex guerrillero del ERP -, sino que el día anterior al asalto, tituló sugestivamente bajo la frase “más vale prevenir que curar”, afirmando que la conducción peronista no descartaba “un remezón militar”.
Las dudas sobre el importante vínculo del diario con la organización y particularmente con su conductor, se vieron despejadas cuando el mismísimo Gorriarán Merlo, -sospechado, con el correr de los años, de ser un doble agente- confiesa haber sido el financista oculto de Página/12, en el libro de sus memorias.
El mismísimo Gorriarán Merlo, -sospechado, con el correr de los años, de ser un doble agente- confiesa haber sido el financista oculto de Página/12, en el libro de sus memorias.
Años más tarde, Lanata se metería de lleno en un nuevo proyecto periodístico llamado Data54.com, un ambicioso portal de noticias que fracasó a poco de haber nacido. Nadie supo jamás quién financió esta nueva idea, hasta que Luis Majul, en el marco de una pelea con el periodista, aseguró que el sitio de internet surgió gracias al aporte del ex jefe de la SIDE durante el gobierno de la Alianza, Fernando de Santibañez, quién en su momento también estuvo procesado por la causa de las coimas en el Senado de la Nación.
Tampoco fue felíz el paso de Lanata por el diario Crítica, donde se asoció con Antonio Mata, condenado por la justicia española por la compra de Aerolíneas Argentinas y Marcelo Figueiras, dueño de los laboratorios Richmond, enlance de la SIDE en España y sospechado de estar involucrado en el tráfico de efedrina.
Este es el famoso trío que fundió al medio, dejando a todos sus empleados en la calle sin que cobraran indemnización. A pesar de que Lanata negó su vínculo con Mata, cuando el diario ya no pudo sostenerse admitió: “En un momento tuve que ir a buscar a alguien que pusiera guita. Apareció [Antonio] Mata. ¿Si era el tipo que más me gustaba? No. Ahora, estaba dispuesto a poner plata. El diario empezó a perder, perder y perder. Mata siguió comprando, me entró a licuar y quedé con el 5 por ciento. Estaba dibujado y no podía seguir dirigiendo en minoría porque me pasaban por arriba. Entonces me fui un año antes de que el diario cerrara” sostuvo.
Asimismo, se refirió a los trabajadores diciendo que durante todo el tiempo que estuvo allí “se pagó en blanco” y que si la gente “pretendía que yo la adoptara y que la siguiera manteniendo durante los próximos 50 años, estaba en un error”. De esta forma, justificaba el inexplicable abandono de los empleados que, luego, conformaron una cooperativa en la que siguen respetando sus pensamientos y convicciones.
Si la gente pretendía que yo la adoptara y que la siguiera manteniendo durante los próximos 50 años, estaba en un error, dijo Lanata de sus empleados de Crítica
Lanata tampoco fue prolijo con sus cuentas personales. Mientras se enbandera con la lucha contra la corrupción, el periodista realizó nefastas maniobras financieras tras ser inhabilitado por el Banco Central, cuando no pudo sostener los reiterados fracasos laborales que tuvo durante su carrera.
Ante esta situación, Lanata decidió usurpar el DNI de otra persona, una mujer llamada Sara Esperanza Osuna, con domicilio en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. Este nuevo documento es casi idéntico al anterior, salvo por un número: el original —de nacimiento— es 14.234.966; el usurpado, 14.234.965.
Lanata decidió usurpar el DNI de otra persona, una mujer llamada Sara Esperanza Osuna, con domicilio en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires
Fue por esto que desde el año 1998 hasta el año 2003, el periodista tuvo dos domicilios con dos DNI diferentes: uno en la provincia de Buenos Aires y otro en Capital Federal.
Frente a este polémico historial, uno podría preguntarse cuál es, entonces, la autoridad moral que posee el periodista estrella del Grupo Clarín para cuestionar a la Presidenta de la Nación. Si en su carrera jamás se mostró transparente ni honesto; si se jactó de ser un periodista crítico del poder político, pero transó, en las sombras, con cada uno de ellos.
Y en ese lugar se encuentra su rol en el programa “Periodismo para Todos”. Mientras se encargó, durante años, de denunciar las lógicas de corporación mediática, reclamando una ley de servicios de comunicación audiovisual, hoy se desempeña como alfil del Grupo, llevando adelante una batalla abierta con el Gobierno Nacional, a través de operaciones mediáticas que nunca lograron sustento periodístico.
Lanata afirma, sin ningún tipo de pudor, que en esta “pelea”, Clarín es el más debil. Sin embargo, en octubre el kirchnerismo será sometido al voto popular y el pueblo tendrá la capacidad, si así lo deseara, de revocarle todo el poder que hoy detenta.
Mientras tanto, el grupo hegemónico actúa por debajo y en silencio, poniendo y sacando presidentes, armando y desarmando candidatos, a través de las tapas de sus diarios y sus programas de televisión, con el objetivo de resguardar los intereses corporativos bajo la insostenible imagen de periodismo independiente.