La viuda ataca de nuevo
Escribe Nicanor Zambrano, especial para Infobaires24
María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, podría ir en camino a prohibir el uso del apellido Borges a casi todos. Su última acción, es un telegrama a un licenciado en filosofía y docente rosarino, Manuel Quaranta, que apeló al escritor en un experimento literario. Quaranta, que practica la literatura, utilizó el nombre de Borges para realizar algunas experimentaciones en la red corporativa de uso social, Facebook.
Al parecer, Quaranta trabajó algunos versos del escritor porteño. De inmediato, la viuda, por medio de abogados, le envió una carta documento, e intimó al creativo Quaranta. Pedía el letrado, que pronto, “cese de utilizar el nombre, la imagen y el estilo de Borges”. Kodama se empeña en evitar que la literatura de Jorge Luis Borges (si se nos perdona en esta ocasión, utilizar su nombre) sea interpelada en uno de sus poemas. Suponen los que saben, que hay ya muchos juicios e intervenciones de Kodama en el aparente intento de que otros callen el nombre de escritor. Diferentes emplazamientos judiciales, hacen entonces de la viuda, aspirante a un record literario de presentaciones judiciales contra escritores y editoriales.
Manuel Quaranta se desayunó el sábado anterior, con una intimación a nombre de la viuda, firmada por el abogado Fernando Soto, apoderado de Kodama. Según el diario “La Capital”, de la ciudad de Rosario, que informó sobre el episodio, Quaranta leyó sorprendido: “Me dirijo a usted en calidad de representante legal de la Sra. María Kodama a fin de intimarlo para que cese de utilizar el nombre, la imagen y el estilo de Jorge Luis Borges, en sus posteos de Facebook”, y agregaba: “De no cumplir con lo requerido será demandado judicialmente en los términos de la ley 11.723 de propiedad intelectual y tratados internacionales, leyes y decretos concordantes”. Quaranta tomó nota.
Quaranta explicó que es lector de Borges y reconoció que empleó su nombre algunos de sus versos para trabajar en Facebook. Aclaró de inmediato, que no existe en él ninguna intención comercial.
Quaranta dijo a “La Capital”: “Lo tomo como una llamada de atención, no me siento denunciado y la verdad es que ya es un hecho anecdótico”. El escritor dio a conocer hace unas semanas, su primera novela: “La muerte de Manuel Quaranta”, que podría traerle problemas si la viuda de un tal Manuel Quaranta, que no es él, lo intimara para que no utilizara el nombre y apellido que, casualmente, le pertenecen. Por suerte, eso no ha ocurrido hasta el momento aunque nadie puede decir, en términos de creación literaria y legal, que ese capítulo pueda ser cerrado.
Quaranta explicó que es lector de Borges y reconoció que empleo su nombre algunos de sus versos para trabajar en Facebook. Aclaró de inmediato, que no existe en él “ninguna intención comercial”. En un muro de Facebook se leía: “Mi abogado habló con el abogado de Kodama y no exigen dinero ni retractación, simplemente quieren que deje de utilizar (según ellos) en exceso (no totalmente) la figura de Jorge Luis Borges, con el argumento de que yo, en ocasiones, he desfigurado sus palabras o versos”.
El letrado de Quaranta pidió de inmediato “disculpas si se generó algún malestar” y el escritor reflexionó que es “una locura estar controlando e hizo una referencia al caso del escritor demandado por la viuda, Pablo Katchadjian, que escribió varios libros experimentales, el más difundido –incluso por Kodama-, es “El Aleph engordado”, que acabó en los estrados. Quaranta tuvo, de todos modos, singular suerte, al no caer su verseada en el juzgado de Claudio Bonadío.
Este juez, podría requerir los servicios de la Policía Metropolitana para allanar el domicilio de Quaranta con 50 efectivos que considerarían el sentido literario y estético de su ensayo. Eso no ocurrió y es más, Quaranta se animó a considerar que la obra realizada por Katchadjian sobre la base del trabajo de Borges, “bajo ninguna circunstancia es delito”. Aclaró también que en referencia a los escritos de quien fuera esposo de la viuda, le gustan “sus primeros libros de poesía” y consideró “ridículo” que ella tenga una custodia sobre escritos de Borges, cuando él propio autor fue “un plagiador e interventor de textos, que mamaba de todos lados para hacer lo que hacía”; y citó “El factor Borges”, un libro de Pauls, que reivindica esas tareas.
Quaranta comenzó a leer a Borges en 2006 y jamás imaginó que iba a tener un encontronazo legal literario con la viuda Kodama, que ha trasladado parte de sus esfuerzos del campo literario al leguleyo. Es posible suponer que de las intenciones literarias que la acercaron alguna vez al insigne escritor, haya quedado poco y ahora, ella haya inclinado sus esfuerzos a la experimentación en el estilo lírico administrativo de los abogados.
Todo cambia, cantaba Mercedes Sosa citando a Julio Numhauser (autor chileno), que a su vez, citaba a clásicos de la poesía de origen anónimo sin que nadie, Don Anónimo acaso, reclamara derechos de autor o impidiera el uso del término cambio.
En sus incursiones por el mundo, Kodama, cuentan, demandó en Francia a un crítico de Le Nouvel Observateur. Tampoco se salvó la editorial Alfaguara, a la que reclamó por vía legal que sacara del mercado ejemplares de “El hacedor”, obra de Borges en una pretendida remake”, del creador español, Agustín Fernández Mallo. En 2011 en Buenos Aires, se la tomó judicialmente en querella, con Katchadjian por la publicación de “El Aleph engordado publicada en 2009, con 200 ejemplares artesanales sin intención económica. Katchadjian logró actos de repudio con adhesión de escritores renombrados en la Biblioteca Nacional y profusión de notas en periódicos y revistas, más presentaciones en televisión. A lo Cassius Clay, Katchadjian retrocedió golpeando y el caso lo hizo conocido.
No hay que olvidar que el escritor siciliano Leonardo Sciascia, en su libro “El Caso Moro”, recurrió a un uso borgeano del relato “Pierre Menard, autor del Quijote” para su argumentación. El propio Sciascia, siciliano para más datos, lo reconoció. Tampoco tuvo problemas el notable escritor argentino Armando Almada Roche, con su libro “El Otro Borges & Fani Su Ama De Llaves”, donde no sale bien parada Kodama. Ni Sciascia, ni Almada Roche recibieron el repetido telegrama del apriete aunque por lo visto, no será ni el primero ni el último caso en que tenga que intervenir Kodama.